(Minghui.org) Soy la más afortunada por aprender Falun Dafa e iniciar la cultivación desde agosto del 2010. Con las enseñanzas de Dafa he tenido la capacidad de mejorar mi carácter y mi xinxing a través de los años.

Solía ser una obsesiva con la limpieza. Nunca permitía a otros usar ninguna de mis cosas, ni yo las suyas. Cada vez que me invitaban a quedarme con una amiga por un tiempo, limpiaba su lugar tan pronto como llegaba. Llevaba mis propios utensilios para comer, sábanas y almohadas donde quiera que fuera. A veces era vergonzoso, pero no podía evitarlo.

Una de mis amigas vino a visitarme con su hija de nueve años. Su pequeña hija alcanzó a agarrar mi toalla de baños, pero se la quité. Le dije a mi amiga con voz severa que nadie tenía permitido usar mis cosas.

Luego de practicar Falun Dafa, comencé a cambiar. Decidí ayudar a una amiga a cuidar a su padre enfermo, así que me quedé con ellos por un tiempo. Su padre era casi ciego, sordo y necesitaba mucho cuidado, especialmente de noche. Ella le había estado brindando toda la atención y estaba claramente exhausta.

El hombre mayor también sufre de diabetes, y siguiendo el consejo de alguien hace años, siempre comía tofu aguado y empanadas de maíz para el desayuno. No era fácil obtener estos artículos todos los días, especialmente teniendo en cuenta el clima helado en diciembre. Sin embargo, asumí la tarea diaria de preparar su desayuno para ayudar a mi amiga. La falta de sueño y preocupación habían afectado su temperamento. A menudo no apreciaba mi arduo trabajo y criticaba el desayuno diciendo que estaba frío, demasiado aguado, etc.

A veces, frente a su pobre actitud, quería tirar el desayuno e irme. Pero me recordaba que soy una practicante de Falun Dafa y que debería estar en concordancia con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Esto ha sido difícil para ella, cuidar a su anciano y enfermo padre. Ninguno de sus hermanos ayudó con su cuidado. No estaba siendo intencionadamente mala, solo estaba cansada y estresada. Estaba de acuerdo con que ella expresara su frustración en mí.

Bromeaba con ella cuando me miraba con los ojos entrecerrados diciendo que sus ojos le quedarían así. Ella se reía y se relajaba un poco.

Mi amiga se dio cuenta de que su comportamiento era cruel y se disculpó conmigo diciendo: “Lo siento. Me has ayudado mucho, y pagaste por esto y aquello, y aun así te trato mal”. Yo respondía con una sonrisa, “No te preocupes, estoy aquí para ti”.

Una mañana, su padre la llamó pero ella estaba dormida profundamente. Me levante y lo ayudé, él necesitaba orinar. Volví a mi cama, y me estaba por dormir cuando llamo de nuevo. Tenía una evacuación intestinal. Pensé en despertar a mi amiga, pero luego decidí no molestarla y ayudé a su padre.

El anciano sabía que no era su hija quien lo estaba ayudando, y preguntó quién era. Le dije que era yo, y contesto con gratitud: “Debo haber acumulado mucha virtud en mi vida anterior para tener tu ayuda”.

Cuando mi amiga se despertó y escuchó la historia de su padre, lloró y me dijo: “Me conmueve tu bondad”.

Ese día resultó ser su último día. Su estado empeoró, así que lo llevamos al hospital. Esa tarde falleció en paz. Luego, los hermanos de mi amiga escucharon lo que había hecho por su padre y vinieron a expresar su gratitud. Sonreí y dije: “Estoy practicando Falun Dafa. Mi Maestro me enseñó a ser una mejor persona".

Mientras mi amiga se fue de la ciudad para visitar a su hermana por un mes, tomé la iniciativa de limpiar el lugar. Cuando retornó a casa, estaba placenteramente sorprendida por la casa limpia y ordenada, había ropa de cama limpia. Algunos días después, me hizo una visita. Se sentó en silencio frente a mí, tomó el libro Zhuan Falun y dijo: "Tengo que leer este libro para descubrir cómo te volviste tan pura y bondadosa".