(Minghui.org) No importa cuántas veces haya leído el siguiente párrafo, realmente no entendía lo que el Maestro quería decir. Yo era tolerante y hacía sacrificios, pero no veía cómo se relacionaban.

Maestro dijo:

"El Ren incluye el sacrificio. El ser capaz de hacer sacrificios es la sublimación de la cultivación de uno" (Desapego total, Escrituras esenciales para mayor avance).

Cuando leí esto hoy, de repente entendí de por qué no podía dejar de sentir que me estaban haciendo daño, incluso cuando era capaz de aguantar. Es porque no podía eliminar mi apego al ego.

Abandonar los apegos humanos significa eliminar todos los apegos y deseos. Si uno ya no tiene apegos para proteger el ego, los beneficios, la reputación o las emociones, naturalmente podrá sacrificarse.

Dejar de lado la lógica humana

Shifu señalo: 

"Si no cambias la lógica humana que tú, como persona común, has formado profundamente en tus huesos por miles de años, no podrás desprenderte de esta cáscara superficial humana ni obtener la perfección" (Palabras de advertencia, Escrituras esenciales para mayor avance).

Siempre pensé que podría superar ciertas cosas. Sin embargo, cuando realmente me sucedían esas cosas, a pesar de que me veía calmada en la superficie, mi corazón estaba inquieto y pensé que era injusto.

Me pregunté: "¿Por qué mi corazón no está en paz? ¿Qué es lo que me molesta? ¿Es dinero? ¿Celos?" Me di cuenta de que estaba usando la lógica humana para mirar las situaciones y medir quién tenía razón y quién no, pensando: "él no debería hacer esto" y "ella no debería hacer aquello".

Después de leer las palabras del Maestro con el corazón, comprendí que no había dejado de pensar con la lógica humana.

Atravesando pruebas

Las palabras del Maestro me ayudaron a pasar por muchas pruebas. Por ejemplo, mi cuñada vino a nuestra ciudad por negocios y se quedó con nosotros. Mi marido estaba muy contento de verla. Fue al mercado y compró mucha comida. No paraba de decir que a su hermana le encantaba comer esto y aquello, y le cocinaba todo tipo de platos.

Pensé dentro de mí que él normalmente nunca iba a un mercado ni cocinaba. Cuando dijo lo que le gustaba comer a su hermana, le pregunté: "¿Y cuáles son mis platos favoritos?". No pudo responder. Habíamos estado casados durante casi 30 años.

Recordé las enseñanzas del Maestro y me di cuenta de que mis celos y emociones estaban emergiendo. Estaba reaccionando usando el pensamiento humano. Así que sonreí e hice una broma para cambiar el tema.

Compramos una casa en la parte norte de la ciudad para mi suegro y mi cuñada se mudó, entonces. Un día, mi marido me llamó por teléfono y me dijo: "No volveré a casa a cenar esta noche. Mi hermana está haciendo albóndigas y me pidió que fuera a cenar con ella". Le dije enfadada: "¿De verdad sus albóndigas son tan buenas?". Vi que mis celos volvían a estallar antes de que terminara de hablar. Inmediatamente cambié de tono y dije: "Gracias por avisarme".

En realidad salió bien, ya que tuve más tiempo para estudiar Fa y hacer los ejercicios. Antes de la llegada de su hermana, a menudo deseaba que visitara a su padre. Sin embargo, cuando me enteré de que su hermana lo había invitado, mi sentimentalismo humano, mis celos y mi aversión hacia su hermana salieron a la luz. Me dije: "Estas son todas cosas humanas. No las quiero".

Antes de que mi cuñada viniera, no pasó nada de esto. El Maestro usó cada situación para ayudarme a identificar mis apegos y deshacerme de ellos.

Shifu dijo:

"¡Sólo cuando hayas abandonado todos tus apegos sin una sola omisión, podrás obtener la perfección!" (La práctica de cultivación no es política, Escrituras esenciales para mayor avance).

En una tienda puse 100 yuanes en una tarjeta de regalo. El dueño de la tienda cambió, pero la nueva propietaria me dijo que todavía podía usar la tarjeta de regalo. Sin embargo, un día cuando fui allí y traté de usarla, ella se negó. No discutí con ella y pagué por mi compra. Con los principios de Dafa en mi corazón, mi queja desapareció y me sentí en paz. Me siento muy afortunada de haber obtenido Dafa.

Gracias, Maestro, por usar hasta las cosas más pequeñas para ayudarme a ver mis faltas, ideas equivocadas y apegos para poder deshacerme de ellos.