(Minghui.org) Me he estado cultivando en Falun Dafa, también llamado Falun Gong, durante más de 20 años. Pasé de ser "la otra mujer" a tener mi propia familia, de simplemente cultivarme a mí misma a clarificar la verdad sobre Dafa. Mi camino no ha sido fácil, pero el Maestro nunca se dio por vencido conmigo.

Al recordar, es claro que el Maestro ha estado sosteniendo mi mano a cada paso del camino, guiándome por la escalera hacia el Cielo.

Ganando un salario digno

Crecí en una familia pobre campesina en el campo. Mi padre no podía trabajar en el campo por problemas de salud. La vida fue dura durante la infancia.

Después de la escuela secundaria, me mudé a la ciudad para buscar trabajo. Trabajé en muchos pequeños empleos de medio tiempo, a veces como lavaplatos, conserje y ama de llaves. Aunque trabajaba muchas horas, solo ganaba unos 70 yuanes al mes.

Decidí inscribirme en una escuela de belleza con la esperanza de convertirme en peluquera, pero pronto me di cuenta de que tenía malas reacciones a los productos químicos tóxicos de los productos de peluquería. Hicieron que la piel de mis dedos se infectara y perdí todas mis uñas.

Los químicos incluso entraron en mi torrente sanguíneo y resultaron en un agrandamiento linfático. Mis padres no podían pagar mis gastos médicos, así que tomé un préstamo y lo pagué en dos años.

Luego me mudé a Beijing y continué trabajando como niñera y ama de llaves. Recorría unos cuantos hogares cada día para limpiar y cocinar. A veces también limpiaba las áreas comunes de la comunidad.

Dado mi horario de trabajo, no tenía tiempo para hacer las comidas adecuadas durante el día. A menudo comía irregularmente e incluso me saltaba las comidas, lo que afectaba mi salud y causaba inflamación del revestimiento de mi estómago. A veces me dolía tanto el estómago que solo podía acurrucarme en una pelota.

Profundo arrepentimiento

Conseguí un trabajo como vendedora asociada en 1996, lo que fue el comienzo de una tragedia. Allí conocí a un hombre casado en con el que tuve una aventura. Este es el mayor arrepentimiento de mi vida.

Influenciada por el declive de la moralidad en la sociedad, no pude resistir la tentación, caí en la seducción y me convertí en "la otra mujer". Estaba siendo devorada por la culpa, especialmente cuando pensé en su hija de tres años.

Cuando mis padres se enteraron de esta relación, me maldijeron por traer vergüenza y deshonor a la familia y me dijeron que nunca más volviera a casa. Temerosa de lo que la gente pueda pensar de mí, corté todas las conexiones con mi familia y amigos. Me sentía aislada y avergonzada, pero no podía dejarlo del todo.

Conociendo a Falun Dafa

Me presentaron a Dafa por casualidad. Leí el libro Zhuan Falun. Cuando miré la foto del Maestro en el libro, me pareció muy familiar, como si fuera de la familia. No estaba segura de por qué mis ojos se llenaron de lágrimas, ya que no me sentía digna de convertirme en una practicante de Dafa.

De todas maneras, salí y compré todos los libros de Dafa y un prendedor de Dafa. Una vez fui a un lugar de práctica, pero no me atreví a hablar con nadie porque me avergonzaba y temía que mi presencia dañara la reputación de Dafa. Estudiaba el Fa y hacía los ejercicios yo sola.

El Maestro no me despreciaba. Me trató como a una verdadera discípula y purificó mi cuerpo. La piel de mis manos se desprendió capa tras capa hasta que dejó de estar seca y áspera. Vomité y tuve diarrea durante varios días seguidos. El líquido que vomité era ligeramente rosado. Después de ese episodio, nunca volví a tener dolor de estómago.

El Maestro dijo:

"La libertad sexual, la cual ha mezclado las razas humanas y que ha embarrado la ética humana, está absolutamente prohibida por los dioses. Así que como cultivador, no debes hacer esta clase de cosas. Puedes tener una esposa o un marido. Esta es la forma normal de vida de los seres humanos. Estás cometiendo un pecado si tú tienes relaciones sexuales con alguien que no es tu marido o esposa" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Europa).

Cuanto más estudiaba el Fa, más culpable me sentía. El Maestro dijo:

"Aquellos que están aferrados a la lujuria no son diferentes de las personas perversas. Cuando están recitando las escrituras, hasta echan miradas furtivas hacia otros. Tales personas están muy lejos del Dao y son gente perversa común" ("Tabúes para cultivadores", Escrituras esenciales para mayor avance).

El Maestro me trató como a una discípula, pero no actué como tal. Yo solo era una persona común perversa. Había defraudado al Maestro.

Pensé en suicidarme, pero al mirar a mi alrededor en mi casa, vi el cajón de mi escritorio donde guardaba mis libros de Dafa. El Maestro dijo: "[El suicidio] se considera pecado" (Exponiendo el Fa en Sidney).

El Fa del Maestro me despertó. Miré en silencio el retrato del Maestro, y lágrimas cubrieron mi rostro. Sostuve a Zhuan Falun y me arrodillé durante un largo rato.

El Maestro me sacó del fango y arregló mi camino

Tomando en consideración mis habilidades, decidí que había tres caminos posibles ante mí. Escribí cada uno en un pedazo de papel, y los estrujé en bollos. Cuando los tomé al azar, obtuve el mismo resultado tres veces seguidas. Estaba claro lo que debía hacer.

Abandoné la vivienda que compartía con el hombre casado, tomé todos mis libros de Dafa y cogí un tren hacia el norte. En la nueva ciudad, trabajé en diferentes empleos mientras aprendía nuevas habilidades hasta que encontré un trabajo en una fábrica.

Como si hubiera nacido de nuevo, me sentí libre como un pájaro recién liberado de una jaula. La vida era buena, ya que no llevaba la carga mental de ser la otra mujer. Estaba feliz todos los días y sonreía todo el tiempo.

Seguí estrictamente las enseñanzas del Maestro, y traté de estar a la altura de los estándares de Verdad, Benevolencia y Tolerancia de Falun Dafa. Además de hacer bien mi trabajo, barría voluntariamente el taller todos los días. Siempre estaba dispuesta a ayudar si alguno de mis compañeros de trabajo necesitaba algo.

Una vez estaba sentada en un pequeño taburete lavando una gran pila de sábanas para los trabajadores contratados en la fábrica cuando el gerente de compras se acercó. Me preguntó: "Hace tiempo que te estoy observando. Haces esto todos los días. ¿Por qué?". Viendo que estaba realmente confundido, sonreí: "Practico Falun Gong. Nuestro Maestro nos enseña a ser una buena persona, y siempre considero las necesidades de los demás primero".

Se puso de pie rápidamente, hizo una pausa y preguntó: "Oh, ¿son todos los practicantes de Falun Gong como tú?". Por mi pasado, le dije: "Sí, pero yo soy la peor". No estaba convencido: "¿Eres la peor? ¿De qué se trata Falun Gong? Los practicantes de Falun Gong que conozco son todos buenas personas, y completamente diferentes de lo que dicen las noticias. Pero algunos de ellos fueron arrestados".

Le dije: "Falun Gong es lo mejor. Nuestro Maestro es el más recto. Las noticias que calumnian a Falun Gong son todas mentiras. Lo sabrás si nos conoces más". Después de nuestra conversación, todos en el trabajo sabían que practicaba Falun Gong.

Guiada por los principios de Dafa, nunca luché por pequeños beneficios ni tomé en serio ningún conflicto personal. Cuando me encontraba ante conflictos, simplemente me explicaba con unas pocas palabras y me reía. Todos en mi lugar de trabajo me querían, y por eso, ninguno de mis compañeros de trabajo creía en las mentiras del partido comunista chino (PCCh). También dejé de mirar cualquier tipo de programas de noticias en esa época. Era el otoño de 2000, poco después del inicio de la persecución.

Empezando una familia

Un compañero de trabajo pronto me invitó a salir. Era un año mayor que yo, muy sereno y muy guapo. No podía imaginar mentirle, y no me atrevía a esperar más de lo que merecía. Dejé a un lado mi orgullo, le hablé de mi pasado, así como del hecho de que quizás no sea capaz de concebir.

Para mi sorpresa, pudo mirar más allá de mi infertilidad y no le importó mi pasado. Empezamos a salir, y nos casamos después de seis meses. Finalmente pude tener una vida normal y vivir con dignidad.

Mi esposo y yo fuimos contratados por una gran compañía de procesamiento de alimentos para diferentes habilidades. Trabajábamos todos los días desde el amanecer hasta el anochecer y tratábamos de hacer un buen trabajo. Mi esposo es un hombre cariñoso, y me cuidó muy bien. No teníamos mucho dinero, pero éramos felices juntos.

Pronto, tuvimos suficientes ahorros para empezar nuestro propio pequeño negocio. El gran esfuerzo que pusimos en ello dio sus frutos, y abrimos un segundo local en un año.

Aunque las cosas iban muy bien para nosotros, faltaba algo. Siempre que tenía un momento libre, miraba con anhelo a las madres con sus bebés y niños pequeños. Envidiaba tanto a las mujeres embarazadas y sus panzas abultadas. Sentía tristeza y culpa por no poder darle un hijo a mi marido.

Mi esposo vió lo que me estaba pasando y sugirió que nos examináramos. Los resultados mostraron que éramos físicamente capaces de concebir, a pesar de que no podía quedarme embarazada. Mi marido trató de consolarme: "Deja que la naturaleza siga su curso". Ambos evitamos este tema.

Mientras hacía el segundo ejercicio una mañana, sentí un calambre en el área de mi abdomen inferior. Cuando terminé de hacer los ejercicios, fui al baño y sentí que algo se desprendía de mi interior. Miré más de cerca y encontré una bolsa en forma de globo, del tamaño de un huevo y del color de una berenjena. Me pregunté, ¿es un tumor uterino? ¿Por qué no se encontró en los múltiples exámenes físicos que hicimos? Fue el Maestro que limpió mi cuerpo y me ayudó a deshacerme de ello.

Cuando me enteré de que estaba embarazada unos meses después, mis manos no podían dejar de temblar mientras sostenía los resultados del laboratorio. Mi marido no pudo contenerse y empezó a balbucear. Lo vi salir y secarse las lágrimas del rabillo del ojo. Él había querido un hijo tanto como yo.

El nacimiento de nuestro hijo nos trajo felicidad y esperanza sin fin. Me hizo madre y completó nuestra familia. Sé que nuestro hijo es un regalo del Maestro, y está aquí para obtener el Fa. Mirando hacia atrás, ahora sé que el Maestro había estado velando por mí mucho antes de que yo obtuviera el Fa y comenzara mi nuevo camino.

Ayudando al Maestro a rectificar el Fa

Debido a que nuestro negocio requería matar indirectamente al cocinar, mi esposo y yo, después de discutirlo, decidimos vender el negocio en septiembre de 2008. Mi esposo volvió a trabajar en una fábrica y yo encontré un trabajo como operadora de costura, lo que me dio la flexibilidad para cuidar a nuestro hijo. También pude estudiar el Fa y hacer los ejercicios con él los fines de semana.

Mi hijo tiene una gran memoria. Pudo recitar el poema del Maestro "Viendo Shen Yun" (Hong Yin III) después de leerlo dos veces. Juntos, nos cultivamos diligentemente.

Conseguí un DVD de aclaración de la verdad en el otoño de 2012 de mi padre, que también es un practicante. Finalmente entendí lo que realmente significaba "renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles", y por qué como practicantes tenemos que instar a la gente a renunciar al partido.

También durante ese viaje, los practicantes locales me ayudaron a imprimir todas las escrituras del Maestro a partir del año 2000. Después de estudiarlos sistemáticamente, sentí profundamente que estaba muy atrasada en el progreso de la rectificación del Fa. El Maestro es tan compasivo que me ha dado la oportunidad de ponerme al día y cumplir mis votos.

Como alguien que se había beneficiado tanto de la cultivación, tenía la responsabilidad de difundir la verdad sobre Falun Dafa. Es la Gran Vía que sólo llega una vez en un trillón de años.

El PCCh es el diablo y el culpable detrás de esta sociedad caótica y de moral en decadencia. Sus mentiras han engañado a la gente en todo el mundo. Innumerables seres conscientes están ciegamente siguiendo a la maldad, sin darse cuenta de que se enfrentan a la destrucción. Finalmente me di cuenta de que era mi camino y mi destino ayudar al Maestro a rectificar el Fa y llevar la verdad al pueblo chino.

Rápidamente formé parte del cuerpo de practicantes. Los compañeros me enseñaron a usar Internet, descargar, imprimir y copiar CD, y otras habilidades para hacer materiales de aclaración de la verdad. Me uní a mi padre y a otros practicantes para colgar banderas, colocar pegatinas y distribuir CD y folletos de aclaración de la verdad en pequeñas aldeas.

Mientras Dafa hacía sus maravillas, toda mi familia comenzó a involucrarse en el esclarecimiento de la verdad. Mis hermanas comenzaron a usar billetes con mensajes de aclaración de la verdad, y mi madre ayudó a coser banderas de aclaración de la verdad. Mis sobrinas ayudaron a imprimir pancartas y me acompañaron a distribuir volantes de aclaración de la verdad a altas horas de la noche. Mi hermano ayudó a entregar los materiales de aclaración de la verdad, y mi hermana mayor me llevó en su scooter eléctrico a pequeñas aldeas para distribuir volantes. Una vez, incluso me dejó pararme sobre sus hombros para colgar una bandera. Mi esposo nos llevó a regiones remotas para aclarar la verdad.

Casi todo mi tiempo libre lo dediqué a aclarar la verdad sobre Dafa. A pesar del cansancio, hizo que mi vida tuviera sentido, porque estaba cumpliendo con mis votos como practicante de Dafa. Me hace feliz saber que aquellos que han sido engañados por las mentiras del Partido pueden ahora elegir un futuro brillante.

Experimentando la persecución de primera mano

Por un tiempo, estuve tan ocupada con proyectos de aclaración de la verdad que no pude calmar mi mente para el estudio del Fa, o para hacer los ejercicios. Las viejas fuerzas explotaron esta brecha y me persiguieron.

Después de cubrir una gran área de distribución de volantes de aclaración de la verdad, me siguieron y me reportaron a la policía. Siete policías vestidos de civil irrumpieron en nuestra casa esa noche, me arrestaron y saquearon nuestra casa. Me llevaron a un centro de detención donde los guardias me desnudaron y me dieron un uniforme de prisión para cambiarme.

Al día siguiente, mi esposo transfirió dinero a mi cuenta a primera hora de la mañana. Cuando me negué a responder a las preguntas de las autoridades después de varios días de interrogatorio, las autoridades del centro de detención congelaron mi cuenta. No podía comprar lo que necesitaba a diario, ni siquiera una barra de jabón.

Era cerca de finales de noviembre y llovía casi todos los días. Me paré en el pasillo de la sala y miré hacia los sombríos cielos.

Podía oír al Maestro llamándome:

"Como el puro loto en el mundo fangoso –millones y billones de ciruelos florecen
En el viento gélido, luce más encantador
Día tras día, nieve y lluvia –lágrimas de dioses y de fo
Anhelando por el regreso de las flores de ciruelo
No se pierdan en los apegos mundanos
Sean firmes en los pensamientos rectos
Desde la antigüedad al presente
Es sólo para esta vez"
(Flores de ciruelo, Hong Yin (II))

Le respondí en silencio en mi corazón: "Maestro, ahora sé dónde me quedé corta. Voy a cultivarme bien, no importa dónde esté".

Los guardias no obtuvieron de mí la información que buscaban, y mi caso quedó en suspenso indefinidamente. Acomodé mis expectativas y me asenté rápidamente en mi nuevo entorno. Fui amable con todos y ayudé a lavar los platos y a limpiar.

Aclaré abiertamente la verdad en el centro de detención a quienquiera que preguntara. Al principio, la gente no entendía por qué, y me preguntaba: "¿No te arrestaron por hablarle a la gente acerca de Falun Gong? ¿Por qué aún te atreves a hablar de ello?".

Yo les dije: "Porque el Maestro es compasivo. El Maestro dijo: "...cada persona en el mundo entero fue en algún momento parte de mi familia. (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003). Por eso hago esto. Es para ayudar a la gente a entender la verdad sobre Dafa".

Vi a personas que salían del centro de detención por una razón u otra: algunas fueron puestas en libertad porque sus familias tenían conexiones, algunas sobornaron a oficiales de alto rango y otras fueron puestas en libertad condicional por razones médicas. La gente me decía que mi caso estaba olvidado, pero yo sabía que el Maestro me estaba poniendo a prueba.

En ese ambiente duro y aislado, pude concentrarme y mejorar. Abandoné muchas nociones y apegos humanos, como el apego de siempre apresurarme a hacer las cosas rápidamente, siempre tratando de entrometerme en los asuntos de los demás, la envidia, la lujuria, y mi mentalidad competitiva. Pude tomar el interés propio mucho más ligeramente y estaba aún más agradecida por la oportunidad de poder cultivarme en Dafa.

La notificación de ser enjuiciada llegó muy repentinamente y la fiscalía exigió que se me sentenciara a tres o cuatro años de prisión. Durante el receso entre la primera y la segunda sesión, un guardia me dijo: "Escribe a tu marido y pídele que envíe dinero". Me quedé perpleja, "Tengo suficiente dinero. ¿Por qué debería pedir más?". Otro detenido explicó: "El guardia insinuaba que tu marido sobornara al juez".

Le dije al Maestro: "Maestro, mi dinero es sólo para salvar a los seres conscientes. No gastaré ni un centavo en sobornos. Es tu decisión cuándo me voy a casa".

Terminé obteniendo una condena de dos años, lo que incluso el guardia pensó que era extraño. Cuando se anunció el veredicto, ya había estado detenida durante casi dos años y fui puesta en libertad poco después. No puedo imaginar lo que el Maestro tuvo que sufrir para cargar con esta tribulación por mí.

Agradecida por el apoyo de mi familia

Ya estaba oscuro cuando mi esposo y yo llegamos a casa después de que me recogiera del centro de detención el día de mi liberación, pero nuestro hijo aún estaba despierto y esperándonos en la puerta. Él dijo en voz baja "Madre" cuando nos vio.

Tomé una de sus manos y puse mi otra mano en su hombro. Le pregunté: "¿Entiendes todo lo que ha pasado?". Él dijo: "Madre, yo entiendo. Falun Dafa es bueno. Tenemos que seguir al Maestro". Di un largo suspiro de alivio; aunque mi hijo era joven, tenía fuertes pensamientos rectos.

Mi esposo me dijo más tarde que cuando me arrestaron por primera vez, la policía fue a la escuela de mi hijo dos veces y lo interrogó sin la presencia de un padre o un maestro. No puedo imaginarme lo que le habían dicho a mi niño, y si lo habían amenazado.

Mi hijo estaba muy preocupado por mí. No pensó que volvería a casa, pero no le dijo ni una palabra a su padre al respecto. A menudo tenía pesadillas y se despertaba en medio de la noche llorando. Hasta que un día ya no aguantó más y le dijo a mi marido: "Padre, por favor, dime la verdad, ¿volverá mamá a casa?". Mi marido le dijo: "Sí, tu madre volverá a casa".

Desde entonces, el chico no había vuelto a preguntar por mí. Se lo guardó todo para sí mismo, porque sabía que eso solo entristecería a su padre. Hizo un calendario con la fecha de mi arresto claramente marcada y estaba contando los días hasta el día en que me liberarían.

Mi esposo también contó su experiencia de los últimos dos años. Debido a la política de implicación del PCCh, todos los miembros de nuestra familia le sugirieron que se divorciara de mí. Su respuesta siempre fue: "Llevamos 15 años casados, y todos en el pueblo saben que es una buena persona. Ella no cometió ningún crimen. Si fuese encarcelada por cualquier otra cosa, me divorciaría de ella; pero fue arrestada por practicar Falun Gong y tratar de ser una mejor persona. No me divorciaré de ella por eso".

No importaba quién preguntara sobre mi arresto durante esos dos años, mi esposo les contaba sobre la farsa de la autoinmolación en la Plaza de Tiananmen, cómo se había extendido Dafa por todo el mundo, y que los practicantes de Dafa fueron engañados cuando se les ordenó que hicieran filas en las afueras de Zhongnanhai, el 25 de abril de 1999.

Había ido a muchas agencias del gobierno para pedir que me liberaran y cada vez fue decepcionado. Tuvo que cuidar de nuestro hijo, ocuparse de mi arresto y trabajar para mantener a la familia. Todo se sumaba a sus preocupaciones, y nadie podía entender la presión a la que estaba sometido.

Me dijo que cuando ya no podía más, se comparaba con la persona que el Maestro mencionó en Zhuan Falun, quien de repente perdió su trabajo, tuvo un padre enfermo, un hijo problemático y una esposa que tuvo una aventura. Dijo que comparándose con esa persona, su situación de repente no parecía tan mala.

Una visita de funcionarios locales

Dos meses después de mi liberación, el secretario de la comisión de asuntos políticos y jurídicos de la ciudad y un grupo de sus subordinados vinieron a mi casa en nombre del "consuelo". Tan pronto como entraron, vieron los muchos premios y dibujos de mi hijo colgados en la pared. La secretaria sonrió: "Has hecho un trabajo maravilloso criando a tu hijo".

Los invité a sentarse. "Estuve presa durante dos años y no he pasado mucho tiempo con él. Sus logros no tienen nada que ver conmigo. Es porque cree en verdad, benevolencia y tolerancia".

La sonrisa de la secretaria se congeló y de repente la sala se quedó en silencio, tan silenciosa que fue un poco incómodo por un minuto. Un funcionario de la oficina 610 rompió el hielo: "Todos nos preocupamos por ti y por tu familia. Visitamos a su familia y a su hijo cada año durante los últimos dos años. Ahora que has vuelto, queremos asegurarnos de que todo va bien. Por favor, háganos saber si necesita algo".

Yo sonreí: "Podemos cuidar a nuestro hijo y a nuestra familia. Los vecinos y aldeanos nos tratan igual que antes. Ustedes están muy ocupados y si no hay nada más, ya no tienen que cuidarme a mí o a mi familia".

El secretario dijo: "Si la práctica es buena, practica en casa y no hagas un caso tan grande para nosotros. Me desharé de los antecedentes penales de tu expediente en unos años". Cuando se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta, la persona que estaba detrás de él rápidamente sacó un sobre rojo y lo puso en mis manos, "Es de parte del secretario. Tómalo por favor". En China, los regalos monetarios se ofrecen tradicionalmente en sobres rojos. Todos los funcionarios locales sabían lo ridícula que es la persecución contra Dafa.

Me he unido al esfuerzo local de esclarecimiento de la verdad y he sido parte de un solo cuerpo por más de dos años. Con la ayuda de otros practicantes, he estado cumpliendo mis votos como practicante de Dafa de varias maneras.

Después de ver la película Coming for You, pensé en mi familia, mis amigos y toda la gente que me rodeaba. Me di cuenta de que no podemos tomar ninguna vida a la ligera, ya que todos vinieron por el Fa. Tenemos que apreciar lo que cada ser ha sacrificado y soportado por nosotros durante la persecución. Tenemos que llevar estas vidas cuando volvamos a casa, ya que es lo que el Maestro quiere.