(Minghui.org) En el 2011, mientras estaba en la secundaria, salí de China para estudiar en el extranjero. Un chico de mi clase me gustaba mucho. Su persistencia acabó conmoviéndome, así que acepté tener una cita con él.

Era un día frío y lluvioso, y pasamos por la parte trasera del consulado chino en donde vimos a los practicantes de Falun Dafa sosteniendo pancartas. Me conmoví y dije: "No es fácil protestar así, especialmente cuando han sido difamados por su creencia".

El chico me dijo que sus familiares practicaban Falun Dafa. Aunque aparenté estar calmada, me sentí algo temerosa debido a la propaganda contra Falun Dafa que había visto en China.

Después de aquello, comencé a observar a su familia. Tanto a su familia como a la mía nos iba bien económicamente, íbamos a la escuela en nuestros propios autos y podíamos comprar cualquier cosa que nos gustara sin preocuparnos por el precio.

Cuando comía, a diario, si no me terminaba la comida, simplemente la tiraba a la basura. La hermana del chico practicaba Falun Dafa y tenía altos estándares en su conducta. Cada vez que cenábamos fuera y quedaban sobras, se las llevaba a casa y se las comía, en vez de desperdiciarlas.

Disfrutaba mucho estando con ella. Noté que trataba a todos con mucha amabilidad. Cuando alguien la maltrataba no le daba mucha importancia. Vivía en una casa grande de tres pisos. Tenía la casa siempre limpia, ¡pensé que era increíble para alguien un poco más grande que yo!

Gradualmente, mis malentendidos sobre Falun Dafa y los practicantes se disolvieron. Un día, me preguntó si quería estudiar Zhuan Falun con ella, el libro principal de Falun Dafa. Acepté.

Después de terminar la Primera Lección, aprendí que Falun Dafa enseña a ser mejor persona. Después de leer las nueve lecciones de Zhuan Falun, sentí que mi opinión sobre el mundo había cambiado. ¡Ahora sabía cómo ser una buena persona!

Un día, varios practicantes de nuestro entorno de la misma edad se reunieron. Todos se habían estado cultivando junto a sus padres desde temprana edad. Le pregunté a una: "¿Por qué quieres cultivarte para ser un Fo? ¿No es suficiente con ser una persona común?". Era joven, bonita, sana, rica y aún no había sido expuesta a una sociedad complicada. Satisfecha y feliz de ser una persona común, no podía entender porque querían obtener el estado de Fo.

A pesar de mi pobre cualidad de iluminación, el Maestro (Li Hongzhi, fundador de Falun Dafa) fue compasivo y me permitió experimentar muchas experiencias hermosas y extraordinarias. La primera vez que envié pensamientos rectos, sentí como si estuviera lanzándome hacia arriba, como si estuviera en un elevador. Asustada, inmediatamente abrí mis ojos y me encontré sentada en el piso.

Algunas veces sentía como me hacía más y más grande, como si mi cuerpo fuera tan gigantesco como el universo. En una ocasión cuando estaba enviando pensamientos rectos, vi incontables Falun de colores volando por encima de mis palmas en la posición de flor de Lian, y al final un signo Wan grande se posó frente a mí.

Interferencia de mis padres

Durante las vacaciones de verano regrese a China con el chico con el que salía. Sus padres condujeron todo el camino a mi ciudad clarificando la verdad sobre Falun Dafa. Sin embargo, mi familia, que es muy impulsiva me forzó a terminar mi relación con el chico. Para separarnos, cuando regrese del extranjero, mis padres me transfirieron a una escuela de una ciudad que quedaba a 5.000 kilómetros lejos de mi escuela original.

Cuando llegue a la nueva ciudad, un compañero practicante de la ciudad donde estaba me presentó a otra joven practicante que aceptó ser mi mentora. Así, no deje el ambiente de Dafa. A diario, estudiaba el Fa y compartía mis experiencias con otros practicantes en Internet. Al Estudiar el Fa cambió mucho mi mentalidad.

En la nueva escuela, mis compañeros de clase sintieron que era sencilla y de mente simple, no perseguía artículos de marca como las otras chicas. Comencé a hablarle a la gente de China de mi entorno sobre Dafa, explicándoles como enseña a la gente a ser verdadera, benevolente y tolerante. Estuvieron de acuerdo en renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles después de que les contaba la verdad sobre la persecución a Dafa.

Cada fin de semana iba al barrio chino a distribuir folletos. También participé en varios desfiles y en la venta de boletos para Shen Yun. Después de más de un año, mi familia vino al extranjero a visitarme y descubrieron que practicaba Falun Dafa. ¡Me gritaron enojados e incluso intentaron saltar desde el piso 22 del edificio agarrándose a mi!

Llorando frente a la foto del Maestro, pregunté: "Porqué es tan difícil cultivarse? "¡Es muy duro ser una buena persona!". Mi familia creía que la única manera de poder controlarme y mantenerme lejos de Falun Dafa era teniéndome cerca. Hicieron que regresará a China antes de terminar la universidad e hicieron que me casara con una persona que no practicaba Dafa.

Después de casarme, a pesar de que mi esposo no se oponía a mi cultivación, perdí mi ambiente de cultivación. No conocía ningún practicante en China y tenía miedo de mi familia. Gradualmente mi cultivación se volvió lenta y dejé de estudiar el Fa.

Me separé de Dafa por cinco años. Mi comportamiento se volvió como el de una persona común, caí en una vida de perseguir la fama, fortuna y beneficios personales.

Retornando a Dafa

Cuando quedé embarazada de mi segundo hijo, pensé en ir al extranjero para dar a luz. Esto me permitiría estar en un buen ambiente de cultivación y pensé que podría regresar a China cuando mi hijo tuviera dos o tres meses de edad.

Después de llegar al extranjero, aún me sentía confundida y no podía entrar en un ambiente de cultivación. Mi estado mejoró a lo largo de algunos días, cuando ocasionalmente miraba el sitio web de Minghui y leía los artículos de experiencias de cultivación de los compañeros practicantes. Pero aún no podía tomar Zhuan Falun. No podía entender el nuevo "Lunyu" o las nuevas enseñanzas del Maestro.

Mi ambiente no mejoró hasta que lleve a mi esposo e hijos a ver Shen Yun. Lloré durante todo el espectáculo. Cuando vi la gracia y gentileza de las mujeres tradicionales de China proyectada en las bailarinas, le dije a mi esposo que tenía que eliminar mi temperamento y actuar como una mujer.

El día de celebración de la nueva conferencia del Fa en Nueva York se acercaba y quise registrarme para asistir. También quería ver al Maestro. Como no participaba en ningún estudio grupal de Fa o en algún proyecto de Dafa. Sólo podía lograrlo de manera excepcional. Había sólo un pensamiento en mi mente: "¡Debo asistir!".

Recordé mi experiencia desde el principio y la compartí con sinceridad. Sin notarlo escribí cerca de cinco mil palabras. Finalmente me aceptaron, y me inscribieron para la conferencia.

Desde ese momento empecé a apreciar la oportunidad de cultivarme. Sentí que todo lo que tenía me lo había dado el Maestro. Creí de verdad que está a mi lado. ¡Me sentí muy agradecida de que él Maestro no me hubiera abandonado, aunque hubiera fallado en cumplir sus expectativas!

A principios de mayo iba a organizarse una conferencia del Fa local. El coordinador me pidió que hablara en la conferencia usando la experiencia que había escrito para Nueva York, pero inmediatamente lo rechacé. Le dije: "Probablemente no es buena idea, necesito regresar a China en el futuro. Con tantos agentes del PCCh alrededor del mundo, no quiero hacerme notar mucho".

Preocupándome por lo que pudiera suceder si regreso a China, le pregunté a mi esposo cómo se sentiría si no regresáramos a China. No le importó mucho. Tampoco tenía una mala impresión de Dafa. Al menos mi familia inmediata no tenía problemas si no retornábamos a China.

Al siguiente día fui a la conferencia del Fa. En cuanto entre al edificio, corrí hacia los organizadores y les dije que no hablaría. Entonces busque un lugar en donde sentarme y escuché todas las experiencias de los demás practicantes.

Mientras escuchaba las lágrimas cubrían mi cara. Mirando la foto del Maestro y estando en tan solemne conferencia del Fa, ¡que honor sería si pudiera compartir mi experiencia! Pero aún así rechacé esta oportunidad por mis miedos. Entonces escuche al presentador llamarme por mi nombre y pedirme que me preparara.

Estaba sorprendida porque claramente les dije que no leería mi experiencia. Mientras esperaba mi turno, la lucha en mi mente se volvió más y más feroz. Al final decidí presentar mi experiencia. Si no iba bien y un espía me fotografiaba, simplemente no regresaría a China.

¡Mi mente me dijo que vine hasta aquí para cultivarme, no para llevar una vida de gente común! Incluso si mi familia me rechazara, me denunciara, me golpeara o me cortara el apoyo financiero, no debía tener miedo. Entonces mis sustancias del miedo, fueron eliminadas.

Mientras hablaba sobre cómo mi familia no me permitió cultivarme, no podía contener las lágrimas. Después de compartir muchos se me acercaron para animarme diciéndome que mi experiencia los conmovió hasta las lágrimas.

Me sentí tranquila y agradecida hacia el Maestro por brindarme esta oportunidad para compartir en tan solemne conferencia del Fa. Esto me permitió encontrar mi apego fundamental y realicé un gran avance en mi cultivación.

Elevando el xinxing al eliminar el karma

En menos de una semana, antes de la Conferencia del Fa en Nueva York, sentí síntomas de yeli de enfermedad. Nunca había pasado por esto antes. Ahora entiendo lo que el Maestro quiere decir cuando dijo:

"También hay una porción de gente que al final, cuando entiende claramente el contenido de mis lecciones, abandona sus corazones y sus cuerpos son purificados; mientras otros ya tienen ligeros sus cuerpos enteros, tales personas apenas comienzan a eliminar sus enfermedades y a sentir malestares. En cada clase existen este tipo de personas que se quedan atrás, que tienen la cualidad de iluminación un poco corta; por lo tanto, no importa en qué situación te encuentres, todo es normal" (Segunda lección, de Zhuan Falun).

los síntomas comenzaron con un dolor de garganta. Por la tarde también tuve fiebre con goteo nasal, tal y como un resfriado. Sufrí mucho. Sin embargo, la fiebre fue remitiendo a lo largo del día lo cual me permitió cuidar de mis dos hijos, cocinar y hacer la limpieza.

Al siguiente día, mi esposo, mis dos hijos y yo tomamos un vuelo de cinco horas a Nueva York. Desde el momento en que pusimos los pies en el avión mi esposo comenzó a quejarse de mí. Cuando llegamos al hotel comenzó a quejarse del hotel que había reservado. Me sentía muy exhausta por el yeli de enfermedad mientras no dejaba de regañarme, durante todo el camino.

En ese momento, debido a mi mejoría en el estudio el Fa supe que me está ayudando a eliminar mi yeli. Aunque no discutí con él, no podía soltarlo. Con todo mi agotamiento mental y físico finalmente el día que esperaba llegó. ¡Pude ver al Maestro en la Conferencia del Fa! Me sentí muy feliz y emocionada.

Después de regresar a casa desde Nueva York, mi yeli de enfermedad no desapareció. En lugar de eso el resfriado se incrementó, con un dolor agudo y punzante en la sien. Me quedé postrada en la cama sin moverme. Entonces mi esposo me dijo: "¿No estás en el proceso de eliminar tu yeli? ¿No te estás tratando a ti misma como a una paciente enferma? ¿Por qué no te apuras, te levantas y haces la práctica?".

Sabía que él estaba señalando lo correcto, pero debido  al dolor no podía ponerme de pie y hacer los ejercicios. En ese momento recibí un mensaje de texto de una compañera practicante que me dijo que después de regresar de la Conferencia del Fa, también estaba pasando por la eliminación de yeli de enfermedad, pero que después de hacer la meditación de una hora, todo mejoró y se repuso. Así que empecé a hacer la meditación de inmediato.

Me sentí tan avergonzada conmigo misma. La última vez que había meditado una hora completa había sido cuando empecé a practicar Falun Dafa. Nunca medité con el propósito de reducir el dolor. Al final del ejercicio me sentí mejor pero aún tenía dolor.

Mi esposo me preguntó si había hecho los otros ejercicios. Me apuré a hacer los otros ejercicios, aunque me salté el segundo, estaca parada Falun.

Aún tenía terribles dolores de cabeza, cara y dientes. Me desperté a mitad de la noche y pense: "¡Como no puedo dormir haré el de Estaca parada Falun!". En cuanto termine el ejercicio el dolor disminuyó mucho. Me quedé dormida profundamente toda la noche.

Pero al siguiente día los ataques de dolor regresaron y tuve que continuar bajo el sufrimiento extremo. Mi esposo también estaba enfermo cuando regresamos de Nueva York, y no era de mucha ayuda más allá de sus interminables quejas sobre mí.

Durante estas dos semanas pensé en lo poco sólida que fue mi cultivación al principio y en cómo creé mucho yeli como gente común. El Maestro sólo me dejó pagar una porción pequeña, sin embargo, todavía trataba de evitar soportarlo. Además, de cualquier modo, si no me cultivaba, podría enfermarme seriamente o incluso perder mi vida por la enfermedad. Me sentí determinada a cultivarme diligentemente y eliminar todos mis apegos.

Por un mes padecí un estrés y dolor abrumadores, tanto por mi yeli de enfermedad como por el cuidado de mis hijos y el trabajo en casa. Me sentí física y mentalmente exhausta. Pero después de sobrepasar esta tribulación me sentí como si hubiera vuelto a nacer. Al fin pude comenzar a evaluar con Dafa lo que pensaba o hacía. Finalmente aprendí a cultivarme.