(Minghui.org) El 9 de noviembre de 2018 fue un día muy triste y lluvioso. No me di cuenta hasta nueve días después, cuando me enteré de que casi 40 practicantes de Falun Dafa fueron arrestados ese día. Me sentí muy triste y me quejé con Alan (alias) cuando me lo contó. Pensé que no me habían escuchado cuando les pedí que prestaran más atención a la seguridad y que no habían atesorado el ambiente de cultivación que el Maestro había creado para nosotros.

Dos practicantes que Alan conocía bien fueron arrestados. Él sentía que había perdido a sus compañeros, pero aún así se sentía fuerte.

De regreso a casa, miré hacia adentro y me di cuenta de que tenía apegos, como la queja, la crítica y a mí mismo. Me calmé y empecé a limpiar mi cuarto. Quité el polvo en lugares que normalmente no quería limpiar, tratando de mantenerme ocupado mientras buscaba los apegos que aún tenía.

Ir contra la corriente

Esa noche tuve un sueño muy claro: Había lluvias torrenciales y el cielo estaba oscuro. Mucha gente iba en bicicleta hacia una colina, pero yo fui al otro lado de la carretera hacia el edificio de una escuela. Entré al aula de las clases mientras otros con sus entradas esperaban afuera. La gente que estaba en las primeras tres filas estaba concentrada en la clase que aún no había terminado. Me di cuenta de que solo después de que esta gente había terminado la clase podían entrar los que estaban afuera.

A partir de este sueño, me iluminé que debemos ir contra la corriente, que tenemos que mejorar en base del Fa, y no apegarnos al tiempo. Sin obsesionarnos y hacer lo que los practicantes de Dafa se supone que deben hacer.

No estoy seguro de cuándo empecé a hacer esto, pero cada vez que había noticias sobre practicantes locales siendo perseguidos, escribía e imprimía la información y la publicaba cerca de donde vivían los practicantes o cerca del área donde estaba ubicado el centro de detención para exponer la maldad. También envié pensamientos rectos a su alrededor. Normalmente no conocía personalmente a los practicantes.

Por lo general, iba solo a aclarar la verdad, porque no conocía a muchos practicantes. Pero soy capaz de cooperar con otros como un solo cuerpo. Por ejemplo, me enteré de que un practicante estaba detenido en una determinada comisaría de policía. En ese momento, cada día mientras me dirigía a casa, pasaba por la comisaría y enviaba pensamientos rectos. Al cabo de una semana, me encontré con otro practicante, quien me dijo que el practicante por el que había estado enviando pensamientos rectos había sido liberado. Le comenté que no conocía al practicante personalmente.

Me di cuenta de que el Maestro me daba una pista de que ya no era necesario ir a esa estación de policía para enviar pensamientos rectos. Gracias, Maestro. Desde entonces, sé que es importante rescatar a los practicantes de una manera oportuna como un solo cuerpo. Las autoridades están consternadas al ver que sus crímenes se publican. El Maestro ya nos habló de esto.

Esa noche, hice la meditación sentada con mi familia y me sentí muy bien, diferente a otros días. Muchas cosas parecían girar en mi cara y mi cuerpo, y me picaban. Pensé que podrían ser Falun. Cuando logré la tranquilidad, vi un espacio negro con un pequeño espacio blanco donde nuestros carteles exponían los crímenes de la maldad. Vi una cebolleta grande que ya había sido pelada y solo quedaba el verde claro de adentro. Sentí que el Maestro nos animaba a hacerlo bien.

Maestro dijo:

"Discípulos, ¡sean diligentes! Todo lo más magnífico y lo más maravilloso es desarrollado en el proceso de su validación de Dafa. Sus votos y promesas se convertirán en testimonios de su futuro" (Los discípulos de Dafa en el período de la rectificación del Fa, Escrituras esenciales para mayor avance(II)).

Espero que esta experiencia nos anime a cultivarnos juntos diligentemente.