(Minghui.org) Este incidente que quiero compartir ocurrió en 2013. Acababa de salir de prisión. El partido comunista chino (PCCh) me había condenado ilegalmente porque practico Falun Dafa. Me fui a trabajar a Nigeria y pensé en difundir el Fa una vez llegara.

Estudiaba el Fa y hacía los ejercicios en mi tiempo libre. Hice volantes en inglés y los repartí.

El paludismo está muy extendido en Nigeria. Todos los chinos que van allí saben que deben llevar medicación para contrarrestarlo. El fármaco funciona muy bien.

En junio, desarrollé los síntomas de la malaria. Me sentía débil, con náuseas y extenuado. Sentía tanto dolor que no dejaba de retorcerme en la cama. Mis colegas vinieron y me pidieron que tomara el medicamento.

Le dije: "Soy un practicante de Falun Dafa, y no tengo enfermedades. Por favor, no se preocupen. Estos síntomas no son reales. Es una tribulación en mi camino de cultivación. Todo esto pasará, se los garantizo".

Le dijeron a mi jefe que no quería tomar el medicamento. Incluso él vino a tratar de persuadirme para que lo tomara. Sin embargo, le dije que mi Maestro me dijo que un verdadero practicante no se enfermaba, que era una prueba en mi camino de cultivación. Mi jefe se vio incapaz de hacer nada al respecto, así que se fue.

Realmente sufrí. Sin embargo, no importa cuánto dolor sintiera, no albergué ninguna duda sobre el Maestro o Dafa. Incluso le rogué al Maestro que me ayudara. Esperaba que el dolor disminuyera, pero no fue así. En realidad, el momento más difícil es también el más crucial. Cuando llegué al punto sin retorno, le dije al Maestro en mi corazón: "Maestro, está bien si muero, pero no quiero que mi muerte impida que los seres conscientes obtengan el Fa".

Realmente dejé ir mi apego a la vida y mi miedo a la muerte. Le ofrecí mi vida al Maestro. Yo creía en el Maestro. Alrededor de las 7:00 p. m. el dolor disminuyó. Media hora después, me sentía bien. Todo el incidente duró menos de 12 horas.

Llamé a mi jefe y le dije que estaba bien. Me advirtió que ya había planeado que alguien me obligara a tomar el medicamento si no me sentía bien antes de las 8 p. m.

Después de este incidente, no tuve más ye (karma) de enfermedad durante los cuatro años que pasé en África.

Me iluminé a que, cuando estamos en una tribulación, la manera en que pensamos es crucial. ¿Estoy preocupado por superar la enfermedad? ¿Estoy preocupado de que el hecho de estar enfermo impida que los seres conscientes obtengan el Fa? ¿Me preocupa que esto produzca algún reflejo negativo para Dafa? Ser altruista y desinteresado es crítico para pasar la tribulación.

También me iluminé a que, siempre que experimentamos ye de enfermedad agudo u otras tribulaciones, se deben a nuestras propias nociones o apegos obstinados. Esto significa que necesitamos estudiar más el Fa, cultivar nuestro interior, compartir honestamente con nuestros compañeros practicantes, y encontrar nuestros apegos y disolverlos. La clave reside en elevarse.