(Minghui.org) Saludos, Shifu. Saludos, compañeros practicantes.

Hace más de trece años atrás, tuve la buena fortuna de obtener el Fa. Poco después de tomar la cultivación, leí en la Sexta Lección de Zhuan Falun:

"Si un cultivador no puede contenerse, es difícil salvarlo y entonces es fácil que se arruine a sí mismo”.

Pude sentir que tenía este problema y que mi xinxing era inestable. Trabajé duro en mi cultivación personal para abandonar apegos y resolví mis problemas. En parte, estaba preocupado por mí, pero también podía ver que sería imposible cumplir mi misión siendo inestable:

Shifu dijo:

"El Fa ha sido enseñado y Shifu les ha dicho que mientras sean firmes en cultivarse con este Fa, podrán obtenerlo todo" (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009).

Le dije a Shifu en mi corazón: “Sea lo que tengan esos practicantes sólidos, ¡eso es lo que quiero! ¡Quiero esa cosa!”.

En el Fahui de Nueva York de 2017 una capa más profunda de apegos fueron expuestos. Muchas veces, las palabras de los compañeros practicantes golpeaban directamente en mi corazón, enfocándose justo en mis apegos.

Estaba conversando con algunos practicantes y cuando era tiempo de irnos, un practicante dijo: "Está bien, ¡adiós!”. Sentí que él decía: "Está bien, ¡vete de aquí! ¡No te queremos!”. De repente esta pesada presión psicológica estaba allí: Nadie me quiere.

Miré dentro en profundidad para encontrar por qué era esto tan doloroso. Al parecer, era causado por mi temor de ser inútil y que otros no me quisieran, como un anhelo de ser valorado e importante ante los ojos de otras personas, apuntando mi concepto del ego.

Unos días después, me uní a un pequeño grupo de estudio lejos de casa. Cuando una practicante se enteró que podía hablar chino, me preguntó por qué no me unía a Shen Yun como presentador del show. Le respondí: “No tengo la disposición y desenvoltura que un artista debe tener, por eso no me escogieron”.

Ella dijo: “No enfatices ni te enfoques en ti mismo. Todo es otorgado por Shifu”. Pensé que había escuchado a otros decir esto todo el tiempo, pero no sabía qué significaba realmente. Sabía que lo que decía era correcto, pero no encontraba cómo aplicarlo a mi cultivación.

Al día siguiente, mientras estudiaba la sección de la Circulación celestial en la Octava Lección en Zhuan Falun, me iluminé a ello. Shifu escribió:

".... a través de esta forma de circulación celestial, un solo canal acarree a los canales del cuerpo –a todos los canales– a abrirse. Ya estamos haciendo esto”.

Yo tomaba mis habilidades y personalidad como parte del concepto rígido de quien era. De esta manera me definía. Actualmente, como discípulo de Dafa, soy solo un canal, un canal donde el Fa puede manifestarse en el reino humano. Mientras más pueda este canal asimilarse al Fa, tanto mayor crecerá su energía, y mejor podré completar mi misión. Mi concepto del ego había estado bloqueando mi camino todo este tiempo.

¿Qué dominaba mi concepto del ego? Un día más tarde, saltó ante mí en el Fa. Shifu dijo:

"Un día su tianmu se abre y él incluso puede ver muy claramente. Él piensa: «En este sitio de refinamiento de gong mi tianmu es el que está mejor abierto; probablemente yo no sea uno del montón. Fui capaz de aprender Falun Dafa del Maestro Li y lo pude aprender tan bien, soy mejor que los demás; quizás yo no sea una persona corriente». Tal pensamiento ya es incorrecto” (Zhuan Falun).

Desde temprana edad, sentí que no era una persona común. Era especial. En los temas religiosos y espirituales, me era más fácil entenderlos que otros. Sentí que las ilusiones de la sociedad común no me afectaban tanto como a los otros. Mientras algunos tenían dificultad creyendo en Dios, en mí era automático. Dejé que se me subiera a la cabeza. Estaba convencido de que "era especial, y que Dios me amparaba especialmente”.

Tenía esta noción cuando obtuve el Fa. Porque tenía esta noción, mi mente se deleitaba fácilmente. Una mentalidad de sentirme importante pudo colarse en mi pensamiento. Si podía lograr alguna cuestión en validar el Fa y hacerlo bien, tomaba esto como evidencia de que no era como los otros. El apego de deleite emergía, y era fácil que cayera en la mentalidad de validarme, de que era más grande que otros, que era más especial que otros, y que era diferente.

Reconociendo este apego, busqué la raíz en mi corazón. ¿Por qué no podía abandonar este pensamiento desde mi juventud? Si soy tal como los otros, si no soy extraordinario, entonces, ¿por qué soy valioso? ¿Acaso no soy despreciable? Y si siento que soy despreciable, entonces, ¿cómo puedo avanzar? De hecho, Shifu tocó el tema del valor de la vida muchas veces. Por un largo período de tiempo estuve interferido con esta noción que formé en medio de la sociedad común: Si no soy especial, si solo soy una persona promedio, entonces sentía que no era valioso.

Shifu dijo:

"A veces pienso que, siendo una vida, parece muy minúscula, sin embargo tiene sus propias historias sobre su vida; algunas son muy solemnes y conmovedores, algunas tienen muchas tramas, hay alegría, hay sufrimientos, hay misericordia, bondad, y todas tienen diferentes características de vida; yo las atesoro mucho"(20 años enseñando el Fa).

Me djie que era tiempo de ser una persona promedio y que estuviera contento siendo solo uno de los trillones de vidas, pero no pude librarme de esta mentalidad de querer ser especial.

Si en el futuro puedo verdaderamente lograr la Perfección, si realmente puedo convertirme en guardián del universo, en ese tiempo sería solo como los otros, una vida común en el universo. En ese tiempo solo sería un pequeño ser en el vasto universo lleno de innumerables seres conscientes. El universo es así de grande.Desde la perspectiva del universo, los seres conscientes son iguales.

Traté de convencerme de que no era especial, pero no pude. De hecho, este pensamiento ya se volvió automático, ya era una fuerte convicción en mi mente. Si en ese entonces alguien me hubiera señalado que no era especial y era solo una persona promedio, esa persona hubiese fallado. Pero en realidad, no tendría esa oportunidad porque nunca revelé estos pensamientos a nadie. Yo simplemente lo decía en silencio y confiado de que era mejor que los otros.

El otoño anterior, estaba todavía luchando por librarme de la creencia de ser especial. En este tiempo estaba considerando inscribirme en un programa de postgrado en Estudios de Asia del Este. El programa se veía muy interesante en una facultad prestigiosa, pero lo matrícula parecía sorprendentemente que no eran competencia.

El programa de estudio parecía encajar bien conmigo. Ya había tomado un programa de estudio de verano en esta facultad, y tuve una increíble experiencia de cultivación. En ese tiempo, tuve varias experiencias fuertes de deja vu. Me convencí que esto era lo que necesitaba hacer, era mi próximo paso.

Por una parte, estaba persiguiendo prestigio, y lo sabía. Pero me dije que la experiencia de forjarme sería valiosa. Llegué a pensar que esta experiencia era mía, que estaba en mi camino.

Frecuentemente me recordaba lo que Shifu dice acerca de la envidia:

“…a veces piensas que esa cosa es tuya e incluso los demás te dicen que esta cosa es tuya, pero en realidad no es tuya. Probablemente consideres que es tuya, pero en última instancia no es tuya y, en medio de esto, se te pone a prueba para ver si puedes dejarlo o no; si no puedes dejarlo, entonces es un corazón de apego y se tiene que emplear este medio para quitarte este corazón de búsqueda de beneficios…” (Zhuan Falun).

Me dije: Sí, claro, lo sé, pero lo puedo abandonar; además, lo que genuinamente quiero es esta increíble experiencia de cultivación y desarrollo personal.

Pasó el tiempo y esperé el resultado. Cuando llegó la carta de rechazo, al principio no me molestó. Unos días más tarde, me cayó como una avalancha. El dolor del rechazo me abrumaba. Me sentí totalmente inservible.

Frecuentemente me repetía lo que Shifu dijo:

"Pero las mejoras verdaderas llegan a raíz del abandono, no por medio de la ganancia" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002).

No había reconocido cuán profundamente estaba puesto mi pensamiento en ir al programa cuando llegó el rechazo. De repente, el próximo paso en mi vida no parecía claro, y ya no me importaba. Perdí interés de terminar mi postgrado. Paré de preocuparme de todo. Dejé de ir a las clases y hasta dejé de afeitarme. Nada parecía importante. No me interesaba para nada.

Enfrentándome al rechazo, tuve que abandonar la idea de que esta experiencia académica y el prestigio eran míos. Al dejarlos, finalmente abandoné la envidia y la ansiedad en mi corazón.

Nadie me debe nada. El universo no me debe nada. Era yo quien había causado toda mi tribulación.

Por años, cargué con el resentimiento. Sentí que las viejas fuerzas habían destruido los arreglos que Shifu había hecho en mis años anteriores y que esto causó dificultades extras en mi cultivación. Al enfrentarme a este rechazo, finalmente dejé el sentimiento de injusticia. Pude ver que toda mi tribulación fue causada por mi ego inflado y por mi obsesión con la idea de ser diferente y especial.Por años, estuve criando demonios en mi propia mente. Nunca creí que era más que humano, pero tal pensamiento me había descarrilado.

El postgrado estaba llegando a su final, y tenía que terminar. Varado en un mal estado, le pedí ayuda a Shifu y vino inmediatamente.

Un familiar me llamó y dijo: "Ah, ¿escuchaste que tal y tal vecina falleció?”. Alguien me había dicho que fuera a verla y visitarla, pero lo había postergado, absorto en mi propia vida, pensando: ”Apenas la conozco”.

Entonces llegó el dolor psicológico del fracaso. "Una vez más, alguien que conozco falleció, y no estoy realmente seguro si había hecho un buen trabajo de clarificarle la verdad. ¡Por qué soy un fracaso en estas cosas!”. La presión me agobiaba.

Shifu dijo:

"Deben recordar esto: La cultivación en sí misma no es tan dolorosa; el punto clave es poder dejar los apegos de la gente común. Sólo cuando estés a punto renunciar a tu reputación, intereses y sentimientos, sentirás dolor" (Cultivación genuina, FALUN FOFA Escrituras esenciales para mayor avance).

Entonces, ¿qué era lo que me estaba causando este dolor intenso? Me importaba el futuro de esta vecina, pero últimamente estaba muy molesto porque me sentía un fracasado. Las vidas dependían de mí, pero no podía hacerlo bien. Estaba molesto porque estaba fallando en mi misión. Todo tenía que ver conmigo.

¡No, basta! Este “ser-yo” es solo un canal para el Fa en el reino humano. Si ese canal no se había abierto bien hasta ahora, entonces debo apurarme y abrirlo para que el poder del Fa pueda manifestarse en esta dimensión. ¡Basta con el sentimiento de culpabilidad! He terminado con mi preocupación acerca de mi éxito o fracaso. Este ser es solo un canal, uno de millones de canales, por el Fa en el reino humano.

Mis pensamientos rectos emergieron, y salí de ese mal estado. Regresé a la facultad para ordenar las cosas. Tenía que hablar con mi consejero para solicitar extensiones para los artículos y exámenes pendientes ya que no había hecho mis asignaciones en tres semanas. Entonces, tenía que hablar con mi profesor, pero no pude. Simplemente no podía ir. El mismo consejero me pasó por las escaleras, pero no pude levantar mi cabeza para mirarlo a los ojos. No lo pude hacer.

Luego caí en cuenta. Estaba completamente avergonzado y humillado. Fui un estudiante muy irresponsable.Mi consejero lo sabía, y muy pronto, mis compañeros de facultad lo sabrían también.

Enfrentando esta humillación, tuve que encarar la realidad y abandonar la idea de que era un buen estudiante, que era responsable, que era muy capaz, que era inteligente. Fundamentalmente, tuve que abandonar esa imagen mía a la que me aferré por tanto tiempo.

Un compañero practicante recientemente compartió conmigo el mito antiguo griego de Narciso. El bello joven, luego de rechazar la atención de una ninfa, se vuelve obsesionado con su propia imagen que ve reflejada en el agua. La quiere tocar, pero la imagen se descompone. Se va, nunca puede alcanzarla.

Esta era una representación veraz de mi estado en el cual estaba atrapado. Me había obsesionado con el concepto de mí mismo como un hombre joven capaz, responsable, generoso, noble e inteligente. Me había vuelto obsesionado con este concepto de mi ego, esta imagen de cómo me percibía, y ansiaba recuperar y convertirme en ese ser. De hecho, era mi motivación fundamental en mi cultivación.

Anhelaba profundamente recobrar lo que había perdido: mi rectitud, mi habilidad, mi sabiduría. Estaba motivado porque me sentí humillado por el estado en que me encontraba. Mientras reflexionaba en mi vida, podía ver que este temor de humillación había dominado por mucho tiempo mis decisiones y elecciones; moldeaba el carácter de mi personalidad.

Fundamentalmente, mi motivo para inscribirme a la segunda facultad de postgrado era para terminar con mi vergüenza entre los practicantes y mi familia. Atado a ello, me decía que era para validar Dafa.

Por mucho tiempo, creí que mis motivos en la cultivación eran puros. ¡Quería recobrar mi verdadero yo! Pero lo que realmente quería era poner fin a mi humillación y recuperar la imagen de mí mismo que había creado en mi mente.

¡Qué tan lejos está esto de asimilarse incondicionalmente al Fa! No era mi inocencia y pureza innata que luchaba por recobrar en mi cultivación. Quería poner fin al dolor de la humillación. Claro, mis motivos eran mixtos, y por mucho tiempo, había sentido la seriedad de mi misión.

A un nivel fundamental, todo esto todavía se centraba en mi concepto de ego. Ahora, proactivamente rechazo este concepto. Rechazo la perspectiva del ego como algo correcto en los asuntos de la rectificación del Fa y validación de Dafa.

Ya no me importa si soy valioso o no.Quizás en el pasado, fui un rey. Quizás fui una cucaracha. ¿Qué importa? Todas las vidas son iguales.

Los Dafa dizi son un solo cuerpo, y soy justo una célula de ese cuerpo. El verdadero "yo" es el cuerpo entero.

Shifu dijo:

"De hecho, la sociedad occidental tampoco es simple. Esos métodos de los demonios y fantasmas para dañar a la humanidad empezaron con la cultura, se generaron efectos desde otro ángulo. Agrandar el concepto de libertad, agrandar ese tipo de pensamiento de que el “yo” está en el centro, y esos llamados…, no quiero decir más, ahora se aboga por demasiadas cosas. Digamos que la cultura tradicional fue dañada desde otro ángulo” (Explicando el Fa en Washington D.C. 2018).

Por años, me sentí muy agradecido que no haber crecido bajo la cultura del partido comunista. Era doblemente afortunado por crecer en una familia que acoge el camino de la tradición. Pero fallé en reconocer cuán profundamente estaba ya corrupto por el egocentrismo del Occidente y del individualismo americano. Ha sido bien duro de reconocer, por mucho tiempo simplemente lo consideré como natural.

Al liberarme del concepto del ego, encuentro que mi cultivación ha entrado en un estado de estabilidad que nunca experimenté en el pasado. Mi corazón está tranquilo, y la cultivación se ha vuelto más simple: asimilar y ascender.

Gracias Shifu. Gracias, compañeros practicantes.

Lo anterior es mi entendimiento personal. Por favor, señalen cualquier cosa que encuentren inapropiada.

(Presentado en el Fahui en inglés de Nueva York 2018)