(Minghui.org) Hace unos seis meses, después de hacer los ejercicios de Falun Dafa, planeaba leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, pero en su lugar volví a la cama y dormí durante media hora. Me despertó un sueño.

Soñé que necesitaba tomar un examen, así que me levanté y quise lavarme el cabello. Empapada en la ducha, no pude encontrar el champú. Me puse ansiosa por salir de casa a tiempo para hacer el examen, no podía llegar tarde. Mi irritación por la situación hizo que pateara con mis piernas y pegara con mis brazos contra mi manta.

En mi sueño, finalmente encontré el champú, me lavé el cabello y corrí al lugar del examen. Entonces, no pude encontrar la habitación designada y mi asiento. Sentí arrepentimiento en mi corazón.

Más tarde, soñé que estaba flotando en el cielo sobre un estanque de loto. Agitaba mis alas con fuerza pero no podía elevarme muy alto, solo dos metros por encima del estanque.

Cuando desperté del sueño, sentí al instante la necesidad urgente de cultivarme con diligencia. Desde ese día no me atreví a volver a acostarme por la mañana. Cuando me di cuenta de que podía perderme el examen, no podía dormir. Hice los ejercicios de la mañana a tiempo y después de terminar, escuché las conferencias del Maestro (el fundador de Falun Dafa) o leí Zhuan Falun. Mantuve esta rutina por un tiempo.

Buscar comodidad es como una gran roca

Anoche, en otro sueño, el Maestro Li estaba enseñando el Fa a un grupo de discípulos que estaban sentados en círculo. Yo estaba durmiendo en una cama cercana. Cuando el Maestro estaba a punto de terminar, me desperté y quise escucharlo también; pero el Maestro ya había terminado de hablar; así que no oí nada. Luego, el Maestro guió a los discípulos en una caminata a un hermoso lugar. A lo lejos, vi un lago de aguas claras y azules y gente bañándose en él.

Seguí de cerca al Maestro, pero después de unos pasos, una enorme roca apareció frente a mí. Tuve que atravesar esta roca de 3 metros de altura para llegar al lugar con el agua hermosa. Me preguntaba cómo podría saltar sobre una roca tan grande y esperaba que el Maestro me tomara de la mano. Pero el Maestro no miró atrás. No tuve mucho tiempo para pensar, y me decidí en mi corazón. Cerré los ojos, salté sobre la roca y fui al lago.

El camino que el Maestro dispuso para nuestra cultivación es igual a nuestra habilidad para seguirlo. Incluso cuando otros practicantes seguían al Maestro fácilmente en mi sueño, no me atrevía a actuar porque estaba durmiendo cuando el Maestro enseñaba el Fa.

Quería seguir al Maestro, pero sabía que si no tenía el Fa en mi corazón, no podría alcanzarlo. Hasta una roca podría bloquear mi camino. Pero cuando estuve decidida en mi mente, me di cuenta de que no era tan difícil superar el obstáculo. Todo lo que se necesitaba era un cambio en el pensamiento.

Cuando el clima se puso frío en el invierno, no quería levantarme. Solo quería quedarme en la cama bajo las sábanas calientes. Me decía que podría terminar los ejercicios más tarde en el día, pero, por lo general, no tenía tiempo y no completaba los cinco ejercicios. Cuando no hacía bien mis ejercicios, las dos horas extra de sueño no me ayudaban con mi fatiga. No tenía energía y mi espíritu no se sentía bien. También tenía un impacto negativo en el estudio del Fa y el envío de pensamientos rectos.

Al aclarar los hechos sobre Dafa, no podía responder bien a las preguntas de la gente porque no estaba el poder del Fa. La vida del discípulo de Dafa debe ser sostenida por el Fa.

El estado de desear confort me hacía sentir débil, como si no hubiera comido en mucho tiempo.

El Maestro dijo:

"Así que, para los Dafa dizi, la situación en general se ha vuelto más relajada y la presión ha disminuido. Pero mientras las cosas se vuelven más cómodas, la presión decrece, y cuando la presión decrece, es fácil producir un corazón de comodidad, de querer un poco más de tranquilidad, de relajarse un poco y de buscar algún respiro. Pero la realidad es que la vida de cada Dafa dizi está fuertemente relacionada a su cultivación, como eslabones de una cadena. Así que cuando todos se relajan, en realidad estás aflojando en tu cultivación" (Enseñando el Fa en el Fahui de Gran Nueva York 2009).

Noté que mi cultivación mejoraba visiblemente cada vez que era más estricta conmigo. No tenía la inclinación de perder el tiempo cuando mi cuerpo y mi mente estaban llenos del Fa, y podía sentir la felicidad de asimilarme al Fa todos los días.

Cuando no era cuidadosa, pude haber relajado mis exigencias. El deseo de comodidad también surgía cuando era diligente, porque pensaba que había estado en buen estado recientemente y que estaría bien relajarse un poco. Después de eso, mi intención de relajarme aumentaba y debilitaba mi diligencia.

Hay pruebas por todas partes en el camino de la cultivación. Debemos ser conscientes de las pequeñas cosas que pueden no ser obvias. Nunca debemos relajar los requisitos que tenemos para nosotros mismos.