(Minghui.org) En la mañana del 20 de septiembre de 2018 fui a una barbería a cortarme el pelo. Después de cortarme el pelo, me di cuenta de que mi tarjeta de la peluquería no tenía dinero y le dije a la dueña que pagaría en efectivo. Sin embargo, la dueña revisó sus registros y descubrió que en realidad todavía quedaba algo de dinero en mi tarjeta. Me dijo que retiraría el dinero adeudado y que no pagara en efectivo. Estuve de acuerdo con esto y no pensé mucho más en ello en ese momento. Este asunto parecía tan simple, pero no era tan simple.

Después de salir de allí, recorrí la calle en bicicleta buscando personas predestinadas con las que pudiera compartir información sobre Falun Dafa. Di vueltas por ahí durante dos horas, no me encontré con nadie con quien hablar. La gente con la que me encontré me miraba fijamente, decía algo desagradable o me miraba con desprecio. En general, me choqué con un muro de piedra en todos los lugares a los que iba. ¿Qué estaba mal? El envío de pensamientos rectos no pareció ayudarme y tampoco pude encontrar la razón buscando internamente.

Por la tarde, fui a un grupo de estudio del Fa y compartí mi experiencia con mis compañeros practicantes sobre lo difícil que fue encontrar a personas predestinadas ese día. Les pregunté si podían ayudarme a encontrar mis problemas en este sentido. Hablando de mi corte de pelo, un practicante me recordó: "La última vez que me dijiste que te cortarías el pelo por última vez, ya que no había dinero en tu tarjeta". Recordé que había una persona que iba a la misma peluquería cuyo nombre era el mismo que el mío. De hecho, también pensé en ello en ese momento y me pregunté si la dueña había cobrado el dinero de la tarjeta equivocada. Pero luego vino otro pensamiento: "Bueno, la dueña dijo que había dinero en la tarjeta, así que está bien dejarlo así".

¡Finalmente encontré mi apego al interés personal! Este apego no cumplía con Dafa y un practicante de Dafa no debería hacerlo de esta manera. Decidí ir a la peluquería y devolver el dinero.

Al día siguiente fui a la peluquería y encontré a la dueña bastante ocupada con muchos clientes. Le expliqué la razón por la que había vuelto y me dijo: "Está bien si cometiste un error. De todos modos, nuestra peluquería no pierde dinero. Por favor, continúa con lo que estás haciendo y lo revisaré más tarde". Entonces me fui.

Sin embargo, el resultado de tratar de encontrar  alguien con quien hablar de Dafa fue tan malo como el día anterior o incluso peor. Pensé: "Si algo así le pasara a una persona común y corriente, quizás ni siquiera se preocuparían por ello y también estarían contentos de tener esta ganancia indebida. Pero yo soy un practicante de Falun Dafa y debo seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia en la vida diaria. No puedo vivir según los principios de la gente común". Me sentí muy triste al regresar a casa. Me preguntaba por qué, después de veinte años de cultivación, todavía no había eliminado mi egoísmo. Cuando me encontré con este problema, mi egoísmo se reveló.

Al tercer día, fui de nuevo a la peluquería. La dueña me dijo: "Cometí un error. El nombre de la persona es el mismo que el tuyo. No queda dinero en tu tarjeta". Entonces intenté devolverle el dinero. Ella dijo: "Esta vez no tienes que pagar. Puedes pagarlo la próxima vez que vengas por un corte de pelo". Ella fue especialmente educada conmigo con una expresión respetuosa en su cara. En el pasado traté de hablarle sobre Falun Dafa, pero ella no lo creyó completamente. A través de este incidente pensé que tendría una nueva comprensión de los practicantes de la Dafa. Le pagué el dinero que le debía y me fui de la peluquería.

Al igual que los dos días anteriores, monté en mi bicicleta y seguí el camino para encontrar gente a la que presentar información sobre Falun Data. La hora del día y la ruta no habían cambiado, pero hoy todo iba muy bien. La mayoría de la gente que vi me sonreía y me respetaba. Mientras hablaba de Dafa con un grupo de ancianos, un joven se acercó y me pidió que le ayudara a abandonar al partido comunista chino (PCCh).

A veces, cuando hablaba con una persona, otra persona cercana gritaba: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Larga vida a Falun Dafa!". En resumen, todo iba especialmente bien. Después de regresar a casa, miré mi lista y descubrí que cinco personas habían renunciado al PCCh y ocho a sus organizaciones afiliadas. Me di cuenta de que todo esto ocurría porque hoy fui a la peluquería a devolver el dinero, lo que estaba en línea con los estándares de los practicantes de la Dafa. Por lo tanto, el Maestro me bendijo y dispuso que la gente predestinada viniera a mí.

A través de este incidente, me di cuenta de que lo más importante es cultivar mi corazón. En el pasado, siempre le di importancia al estudio del Fa, a hacer los ejercicios, a enviar pensamientos rectos y a hacer saber a los demás la verdad sobre Falun Dafa. Pensé que sería un practicante cualificado de Dafa si hacía todas estas cosas bien. Rara vez presté atención a cultivar mi corazón y no me di cuenta de la relación entre cultivar mi corazón y aclarar la verdad a la gente.

Antes, cuanta más gente compartía con Dafa, más satisfecho estaba. Cuando me reunía con menos gente, me quejaba de lo difícil que era llegar a la gente. Para un practicante de Dafa, antes no prestaba mucha atención a si mis palabras y acciones se ajustaban o no a los principios del Fa. En el futuro, debo trabajar duro para cultivar mi xinxing.

Espero que los compañeros con un problema similar al mío presten atención a cultivar su xinxing. Mientras lo que hagamos cumpla con los requisitos de Dafa, obtendremos el doble de resultados con la mitad de esfuerzo cuando aclaramos la verdad sobre Falun Dafa.