(Minghui.org) Los Jardines de Fitzroy, situados en el límite del distrito comercial central de Melbourne, son una importante atracción turística de la era victoriana conocida por sus jardines. En la época navideña, los jardines están llenos de turistas. Durante los últimos 18 años, los practicantes de Falun Dafa vinieron a este famoso lugar para crear conciencia sobre la persecución en China y animar a los turistas chinos a abandonar el partido comunista chino (PCCh). Para muchos turistas de China, esta podría ser su primera oportunidad de conocer sobre Falun Dafa, libres de la propaganda negativa y difamatoria del PCCh.

Los transeúntes leyeron carteles informativos sobre Falun Dafa en los Jardines de Fitzroy en Melbourne, Australia.

Después de leer la información y hablar con los practicantes, muchos turistas de China decidieron abandonar el PCCh.

"Es por esto que viajamos al extranjero"

Un padre chino y su hijo se detuvieron en un cartel y lo leyeron cuidadosamente. El padre tomó un folleto y le dijo a un practicante que sus amigos que habían viajado fuera de China le contaron acerca de los puestos de Falun Dafa en los sitios turísticos. Sus amigos le dijeron que había una gran cantidad de información en el extranjero que no estaba disponible en China. "Por eso viajamos al extranjero", explicó el padre.

Dijo que era consciente de los beneficios para la salud que otorga Falun Dafa, pero no entendía por qué había tantos informes negativos en los medios de comunicación en China. Un practicante le explicó cómo el PCCh usa mentiras inventadas y violencia para suprimir a la práctica. El practicante le manifestó: "Los oficiales detienen a los practicantes y los torturan, tratando de obligarlos a renunciar a sus creencias. Piensa en ello, si una persona vive según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y tratas de detenerla, ¿no estás haciendo algo malo?".

Una vez que el hombre se enteró de cómo los practicantes son perseguidos por sus creencias, incluso ser encarcelados, torturados, llevados a campos de trabajo forzado y  que se les sustraen los órganos, el padre y el hijo comenzaron a llorar. El padre dijo: "No sabía que el partido era tan despiadado. A todos nos han lavado el cerebro los medios de comunicación del partido en China. ¡Cómo pueden quitarles órganos a  practicantes vivos y luego venderlos!".

Antes de irse, el padre y el hijo se retiraron de las organizaciones del PCCh a las que se habían unido. Tomando una copia de todos los materiales informativos, el padre alentó a los practicantes a continuar con sus esfuerzos de contarle a la gente acerca de la persecución.

Aclarando la confusión

Un hombre de unos 40 años pasó por aquí con su grupo de turistas. Leyó los carteles, pero rechazó la información cuando un practicante se la ofreció. Dijo que han pasado casi 20 años desde que la persecución fue iniciada por el exlíder del partido comunista Jiang Zemin y que no creía que el PCCh fuera tan malo.

Un practicante le recordó las varias campañas políticas en China durante las últimas décadas, desde la persecución de los intelectuales, la Revolución Cultural, la supresión del movimiento estudiantil en 1989 y hasta el maltrato continuo a los practicantes de Falun Dafa. También le explicó que el PCCh ha suprimido un grupo tras otro y que su único objetivo era proteger sus propios intereses, con un total desprecio por la vida de las personas.

El hombre se quedó callado. Luego de un tiempo dijo que el partido podría mejorar en el futuro. El practicante continuó hablando con él, explicándole cómo el PCCh socavó la cultura tradicional de China y está destruyendo de forma activa los valores morales. El practicante señaló que, si continúa, no solo China, sino el mundo entero empeorarán.

El hombre asintió  y dijo que era miembro del PCCh y que deseaba abandonar el partido.