(Minghui.org) Una practicante local falleció repentinamente en julio pasado. Tenía 66 años y comenzó a practicar antes de que el partido comunista chino lanzara la persecución contra Falun Dafa en 1999.

Todos los practicantes en nuestra área se sorprendieron. Ella había sido perseguida, y sufrió de depresión por un tiempo, pero después regresó a la cultivación de Dafa. Durante más de una década había coordinado un estudio nocturno del Fa en su casa.

Su muerte fue muy extraña. Una practicante que vivía cerca la había visto justo antes de morir. "El día antes de su muerte estábamos estudiando el Fa, y parecía normal", dijo. "Después de cenar, fui a verla de nuevo, y su marido estaba enfadado y gritándole. Traté de calmarlo, pero él me gritó. Entonces, la practicante me llevó a su habitación y cerró la puerta con llave. Ella siguió eructando, y su cara se puso azul. No estaba segura de qué le pasaba, ya que había estado perfectamente bien esa tarde”.

"Me dijo que su marido la había golpeado a principios de ese mes. Le clavó un palillo en el pecho, lo que le dejó una herida púrpura. Dijo que la golpeó y la pateó en el suelo. Le dolió la parte de atrás de la cabeza y se desmayó. Cuando se despertó, vio a su marido acostado a su lado sin moverse. Pensó que podría haberse caído y lastimado. Llamó a su hijo inmediatamente para que lo llevara al hospital. Sin embargo, el doctor dijo que no había nada malo en él. Entonces se dio cuenta de que su marido había fingido estar desmayado para evitar ser culpado por abusar de ella. Estaba muy alterada. Cuanto más pensaba en ello, menos podía dejar ir el resentimiento".

Al día siguiente, alrededor de las 5:00 p. m., falleció.

Al principio no podíamos creerlo. ¿Cómo pudo morir tan inesperadamente?

Más tarde, nos enteramos de que el marido tenía miedo de que la hubiera herido gravemente. Antes de que muriera, llamó a sus hijos para que volvieran a casa y la obligara a ir al hospital. Luego le diagnosticaron un infarto de miocardio. El médico dijo que había una inyección que costaba 10.000 yuanes y que podría curarla. Sin embargo, el médico también dijo que el medicamento era experimental, y que si había una reacción adversa a la inyección, el hospital no sería responsable de ello. La familia la obligó a ir a la UCI a recibir la inyección. Ella falleció después de eso.

El Maestro nos dijo:

“Ya nada es por casualidad, y nada sucederá sólo por casualidad. Todo en el camino de tu vida se relaciona directamente con tu mejoramiento y cultivación” (Exponiendo el Fa en la ciudad de los Ángeles).

Pensamos en la muerte de la practicante y nos dimos cuenta de que en realidad no fue tan repentina. No parecía cultivarse diligentemente. Tuvo tres hijos y también crió cinco nietos. Sus hijos y nietos la visitaban todos los fines de semana, y ella pasaba el día haciendo buñuelos y bollos al vapor y preparando más comida al día siguiente. Los niños se llevaban las sobras a casa. Su marido a menudo peleaba porque gastaba demasiado tiempo y energía en acoger a la familia, pero ella insistió en hacerlo.

Su hijo menor se hizo cargo del negocio familiar, y su esposo ayudaba en la tienda todos los días. Al principio, ella todavía pasaba la mitad de cada día ayudando en la tienda. Después de un conflicto su nuera le pidió más tarde que no fuera a la tienda. La practicante no se dio cuenta de que era el Maestro dándole más tiempo para estudiar el Fa. En cambio, se sintió aburrida, empezó a cultivar verduras en su jardín y se ofreció a cocinar para otros que estaban demasiado ocupados para hacerlo.

Se mantenía ocupada con tareas ordinarias. ¿Cómo pudo hacer bien las tres cosas? Ella y su esposo tenían pensiones, y sus hijos tenían una situación económica acomodada.

Cuando empezó a practicar, era analfabeta. Sin embargo, después de estudiar mucho, pudo leer con fluidez Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Dirigía el negocio familiar en ese momento.  y también tenía que hacer todas las tareas domésticas y criar a sus hijos. Estudió el Fa por la noche hasta las 10:00 p. m., y después salía a distribuir los materiales informativos de Falun Dafa. Nunca omitió ninguna de las tres cosas. También fue sentenciada ilegalmente por un tiempo por ser practicante.

Sin embargo, a medida que el ambiente mejoraba en los últimos años, y conforme sus hijos crecían y se hacían prósperos, ella no aprovechaba su tiempo libre para hacer bien las tres cosas. En cambio, se centró en cómo vivir mejor su vida cotidiana. Se olvidó de su voto y olvidó lo que el Maestro nos dijo:

“Pero hay un criterio, el tiempo de vida que sobrepasa el curso de vida determinado originalmente por el Cielo –el tiempo de vida que es prolongado posteriormente– es enteramente para que refines gong, así que una mínima desviación de tu pensamiento trae peligro para tu vida, porque el curso de tu vida ha pasado hace tiempo” (Primera Lección, Zhuan Falun)

Obviamente, las viejas fuerzas habían interferido con esta practicante. La hacían ocuparse de cosas ordinarias, dejando poco tiempo para participar en actividades de suma importancia.

El Maestro también nos dijo:

“Si quieres el xiulian, tienes que dejar el qing humano” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

La muerte de esta practicante fue una profunda lección para nosotros. Cada uno de nosotros debe mirar hacia adentro para ver si nos estamos cultivando diligentemente y si entendemos las enseñanzas del Maestro. Pensé que la practicante se había cultivado muy bien porque todas sus enfermedades desaparecieron después de practicar Falun Dafa. Su piel era lisa, y era enérgica y fuerte como una persona joven. Sin embargo, no pensé en por qué a una persona mayor se le otorgó ese estado. A ella le correspondía cultivarse y hacer bien las tres cosas.

Su muerte nos despertó y nos hizo ver que las viejas fuerzas están observando a los practicantes todo el tiempo para ver si se relajan.

El Maestro dijo:

“Las viejas fuerzas no se atreven a oponerse a nuestro esclarecimiento de la verdad o a que salvemos a seres conscientes. La clave es no dejarles que se aprovechen de las lagunas en su estado mental cuando hacen cosas” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Boston, 2002).

Mientras creamos firmemente en el Maestro y en Dafa, perseveremos en hacer las tres cosas bien, afrontemos los conflictos como verdaderos practicantes, y nos cultivemos sólidamente, las viejas fuerzas no pueden hacernos nada, no importa cuán locas se vuelvan.

Debemos caminar por nuestros senderos recta y diligentemente. Solo entonces podremos tener éxito y retornar con el Maestro.