(Minghui.org) Tenía solo cinco años de edad cuando mi padre y yo comenzamos a practicar Falun Dafa, era la primavera de 1998. Cuando la persecución comenzó en 1999, mi padre viajó a Beijing para pedir justicia para Dafa. Fue arrestado y enviado a un campo de trabajo forzados durante tres años.

Sin mi padre en casa, mi madre y yo solos tuvimos que soportar las dificultades. A menudo escuché quejas sobre mi padre y las palabras difamatorias sobre Dafa de mis parientes, vecinos y maestros. Aunque estaba enojado por los comentarios, no sabía cómo responderles.

Mi padre llegó a casa tres años después, cuando estaba en cuarto grado. Trajo consigo Hong Yin y Hong Yin II del Maestro y memoricé la mayoría de los poemas. Desafortunadamente, él gradualmente se quedó atrás en la cultivación. Fue detenido por apegos humanos y por la falta de un ambiente adecuado para su cultivación. Durante los siguientes diez años también me desvié del camino de la práctica de Dafa.

Dejando ir los apegos a la fama y a los beneficios para regresar a Dafa

En 2014 comencé a trabajar en una empresa de construcción en Beijing. Era un trabajo bien remunerado y podía ganar aún más en bonos cuando conseguía un trato con un cliente. Me gané la confianza de mis superiores y fui promovido varias veces. Sin embargo, el comportamiento intrigante de mis colegas me hacía infeliz. A menudo sentía que mi vida carecía de sentido e incluso tenía pensamientos suicidas.

En 2016 contacté a un practicante en Beijing. Unos pocos días estudiamos el Fa a diario y, finalmente descubrí el significado de la vida. Antes de terminar de leer Zhuan Falun, había decidido renunciar a mi trabajo, ya que la naturaleza tóxica del lugar me influenciaba muy negativamente. En ese momento tenía 24 años. Me di cuenta de que durante la última década me habían estado perjudicando los arreglos de las viejas fuerzas.

Mi renuncia sorprendió a mis superiores y trataron de retenerme dándome más incentivos. Les dije: "He tomado la firme decisión de renunciar a este trabajo y el dinero no podrá retenerme".

Eliminando los apegos de afecto hacia mi familia

Para los practicantes que regresan como yo, es extremadamente importante tener un buen ambiente para la cultivación. Como tenía algunos ahorros y mis padres estaban económicamente desahogados, decidí no trabajar por un tiempo y centrarme por completo en hacer las tres cosas. Alquilé una casa cerca de otro practicante.

Mi madre estaba muy preocupada de que me encarcelaran por mi fe, como le sucedió a mi padre. Me llamaba muchas veces al día para regañarme y presionarme para que dejara de practicar Falun Dafa.

Estaba desgarrado por su actitud, hasta que un practicante me mostró el artículo “Sendero” del Maestro:

“La cultivación es difícil. Es difícil porque aun cuando una terrible calamidad ataca, aun cuando la perversidad acecha locamente, y aun cuando tu vida está en juego, todavía tienes que continuar firmemente en tu sendero de cultivación, sin permitir que nada en la sociedad humana interfiera con los pasos que tomas en tu sendero de cultivación” (Sendero, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Cuando leí este Fa, mi mente comenzó a calmarse. Después de compartir con otro practicante, me di cuenta  que las fuerzas del mal intentaban utilizar mi apego al afecto por  mis familiares para arrastrarme hacia abajo con la intención de dañarnos a mi madre y a mi. Estaba decidido, así que le manifesté que continuaría practicando y enviando pensamientos rectos para disolver el mal en otras dimensiones.

Durante ese tiempo, a menudo sufría y no podía entender por qué había elegido un camino tan difícil. Sin embargo, cada vez que leía un párrafo de Zhuan Falun, derramaba lágrimas. En mi mente le dije a Shifu que no importaba lo difícil y fatigoso que fuese el viaje, lo transitaría hasta el final.

Con la ayuda del Maestro, finalmente superé este obstáculo. Hoy, mi madre ya no interfiere con mi cultivación.

Resistiendo física y mentalmente en la posición del loto

Después de volver a Falun Dafa, temía hacer el quinto ejercicio por el dolor de estar sentado con las piernas cruzadas en posición de loto. Me tomó más de dos meses superar este obstáculo, hasta que logré mantener la posición sin importar cuán entumecidas estuvieran mis piernas. Las palabras de Shifu parpadeaban en mi mente y me hacían perseverar:

“¿No hay nada temible? Aun sin mi cabeza, mi cuerpo todavía estaría sentado con las piernas cruzadas en la práctica” (Quedando desenmascarado por completo, Escrituras esenciales para mayor avance).

Inicialmente, después de tan solo media hora, todo mi cuerpo comenzaba a temblar incontrolablemente, mis dientes castañeteaban y rompía a llorar por el dolor. Después de completar el ejercicio de una hora, todo mi cuerpo quedaba empapado con un sudor frío.

Sabía que todo esto sucedía debido al yeli que había acumulado a lo largo de los años, y Shifu me estaba ayudando a purificar mi cuerpo y a pagar mis deudas de ye. Sabía que solo había soportado una fracción del dolor, ya que la mayor parte del yeli Él ya lo había soportado por mí.

Durante las sesiones grupales del estudio del Fa, observé que por respeto a Shifu y a Dafa, otros practicantes se sentaban en posición de loto. Entonces hice lo mismo. Inicialmente solo podía mantener la posición durante diez minutos, pero a medida que persistía, podía quedarme sentado más tiempo. Después de que pude sentarme en posición de loto durante una hora en el estudio del Fa, practicar el quinto ejercicio ya no me resultaba tortuoso. Una vez, incluso pude sentarme en la posición durante dos horas y quince minutos.

Me di cuenta de que los impedimentos físicos que sentía mientras estaba en la posición de loto estaban estrechamente relacionados con mi xinxing. Si mantengo bien mi xinxing, no sentiré dolor.

Cultivándome en el frío intenso

Durante el invierno de 2016 hicimos algunos calendarios de 2017. Distribuir estos calendarios en el Año Nuevo fue una buena ocasión para hablar con la gente sobre Falun Dafa y la persecución. Después de enviar pensamientos rectos, fui a un mercado cercano para repartir algunos.

Al principio estaba muy nervioso e incluso consideré irme directamente a casa. Pero cuando pensé en cómo los seres conscientes habían esperado la oportunidad de escuchar la verdad durante cientos de millones de años, reuní coraje y entré tranquilamente en una tienda. Le sonreí al dueño de la tienda y le dije: "Feliz Año Nuevo, señora. Este es un calendario 2017 para usted. ¡Le deseo prosperidad a usted y a su negocio!

Mientras miraba el calendario, le dije: "Esto fue hecho por practicantes de Falun Dafa con su propio dinero duramente obtenido, y se los damos deseando que tengan un futuro brillante y seguro". Hablé con ella sobre la persecución y aceptó el obsequio alegremente, renunciando al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

Sintiéndome seguro, me acerqué a un hombre que vendía camotes horneados y hablé con él sobre Dafa. "¿No tienes miedo que te denuncie?", me preguntó. Y le dije: "No tengo miedo, porque salvarlo es mi prioridad. Solo me interesa su corazón". Entonces sonrió y aceptó el calendario después de renunciar al PCCh.

El proceso de clarificación de la verdad cara a cara nos brinda las mejores oportunidades para mirar hacia adentro. Me di cuenta que si tengo una mentalidad vacilante, tendrá un efecto negativo. Además, si no dejo ir mi apego a la competencia, afectará mi clarificación de la verdad y hará que los oyentes hablen irrespetuosamente de Dafa. Es esencial mantener un corazón compasivo en todo momento para que incluso si la persona se niega a renunciar al PCCh, nuestra amabilidad y cortesía los deje con una buena impresión. Estamos representando a todos los practicantes de Dafa cuando aclaramos la verdad.

La temperatura en el noreste de China a menudo llega a menos de 20 grados centígrados en invierno, y usar guantes mientras distribuía los calendarios limitaba mis movimientos, así que me los quité. Aunque mis manos se entumecieron por el frío, me sentía dichoso. Repartí ciento treinta calendarios y convencí a más de noventa personas para que renunciaran al PCCh.

No olvidamos a los seres conscientes de las aldeas

Resido en una ciudad que tiene más de 200 aldeas en su jurisdicción. Después de discutir con los practicantes locales, acordamos que deberíamos ser responsables de aclarar la verdad a los seres conscientes también en las aldeas.

Distribuir allí materiales de aclaración de la verdad  tenía sus propias dificultades porque no estábamos familiarizados con la zona, y a menudo nos perdíamos en las carreteras en mal estado. Había muchos perros callejeros que nos ladraban agresivamente y nos seguían. Sin embargo, con la determinación de salvar seres conscientes, nos mantuvimos imperturbables y entregamos con entusiasmo materiales informativos a cada familia.

Ocasionalmente me encontraba con algún tipo de prueba causada por mis propios apegos. Una vez manejé a un pueblo con otras tres practicantes para entregar materiales informativos. A las 10 de la noche manejamos por el último callejón para colocar los materiales en las puertas de las casas antes de regresar a casa.

Cuando estábamos a punto de partir, nos dimos cuenta de que el callejón era demasiado angosto para dar un giro en U, así que intenté manejar de reversa. Las ruedas se atascaron en la acera y no podíamos mover el auto sin importar cuánto lo intentáramos. Para empeorar las cosas, ninguno llevaba teléfono.

Pasó un guardia de seguridad, y le pedimos prestado su teléfono para llamar a un practicante en la ciudad. El guardia vio nuestro material de aclaración de la verdad y exclamó: "Has distribuido bastante". Me preocupaba que alertara a la policía, por lo que no le respondí directamente. En cambio, envié pensamientos rectos para limpiar las fuerzas del mal en otras dimensiones y comencé a mirar hacia adentro.

Mi falta fue que tiendo a delegar cosas en otros practicantes y menosprecio, haciéndolos reacios a escuchar mis sugerencias. Si nuestra cooperación se mezcla con motivos impuros, atraeremos la interferencia de las fuerzas del mal. Sin embargo, mantuve un pensamiento fuerte en mi mente: "No importa lo que hayamos hecho mal, no se permite que el mal nos haga daño. Solo escucharemos los arreglos hechos por nuestro Maestro".

Continuamos usando el teléfono del guardia para mantener el contacto con el practicante en la ciudad. Mientras esperábamos la ayuda, hablamos con el guardia sobre Dafa. Después de escuchar la verdad, él respondió: "No te preocupes, no te reportaré. No hago ese tipo de cosas. No te pasará nada". El guardia renunció al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

Tres practicantes llegaron en una hora y sacaron mi auto. Agradecimos sinceramente al guardia y le dimos dinero por las llamadas telefónicas, que aceptó con mucho gusto.

En nuestro viaje de regreso, los otros me reprendieron por no traer mi teléfono y causar toda esta conmoción. Aunque me sentí un poco ofendido, no respondí y en su lugar miré hacia adentro. Me di cuenta de que muchos de mis apegos se habían disparado recientemente, y comprendí más profundamente la importancia de la cooperación entre los practicantes.

Después de un año de haber regresado a Falun Dafa, he vuelto a nacer, pasando de ser una persona cargada de yeli (karma) y apegos, a ser un verdadero y diligente practicante. Gracias, Maestro, por negarte a renunciar a mí, y gracias a ustedes, compañeros practicantes, por su apoyo y ayuda constantes.