(Minghui.org) Tres practicantes de Falun Dafa han sido recientemente sentenciadas a presión, por hablar a la gente sobre su creencia, que está siendo perseguida en China. A una de ellas, la Sra. Wang Yanqing, de 72 años, le impusieron tres años de prisión, a pesar de que padece una grave enfermedad coronaria que le produce dolor isquémico en el pecho, y de que un centro de detención denegó su admisión.

Durante el juicio celebrado en la corte del condado de Nanzhao, el 6 de septiembre de 2018, su abogado defendió su inocencia y argumentó que ninguna ley en China ha criminalizado nunca a Falun Dafa. Apeló la sentencia cuando el juez emitió un veredicto de tres años de cárcel. También presentó una reclamación ante el gobierno, denunciando la persecución ilegal que había sufrido su cliente por su fe, por parte del fiscal y del juez.

Las otras dos practicantes también fueron sentenciadas, a tres años: La Sra. Zhao Huaiying, que tiene 53 años; y la Sra. Zheng Hua, de unos 50 años, también condenada a cuatro años de libertad condicional.

Arresto brutal

La policía arrestó a las Sras. Wang, Zhao y Zheng el 18 de julio de 2017 tras encontrarlas hablando a la gente sobre Falun Dafa. Más de veinte oficiales rodearon a las tres señoras después de seguirlas a distancia por un tiempo. Un agente golpeó a la Sra. Zhao en el pecho y la esposó. Obligaron a las 3 señoras a subirse a un automóvil de la policía. Las detuvieron en la comisaría del pueblo de Chengguan. La policía confiscó los triciclos eléctricos de las señoras y los materiales relacionados con Falun Dafa que llevaban.

Más tarde, la policía trasladó a las practicantes al departamento de policía del condado de Nanzhao, donde midieron su estatura y registraron las huellas dactilares de sus manos y pies.

El centro de detención rechaza admitirla

Esa misma noche las enviaron al centro de detención de la ciudad de Nanyang. Después de que la Sra. Wang no pasó la prueba física para ser admitida, la policía la llevó al Hospital Central de Nanyang donde le tomaron una tomografía computarizada y descubrieron que tenía un problema cardíaco grave. A raíz de eso, el centro de detención se negó a admitirla.

Luego, el oficial llamó a Sun Junxiang, subdirector del departamento de policía del condado de Nanzhan, para pedir nuevas instrucciones.

Sun respondió: "No importa lo que hagas, no puedes devolverlas". En plena noche, Sun condujo más de 48 km hasta el centro de detención para exigir que admitieran a la Sra. Wang.

Como el centro de detención insistió en que no podían aceptarla, Sun y el otro oficial llevaron a la Sra. Wang a su hogar donde la pusieron bajo arresto domiciliario.

Hogar saqueado

Antes de permitir que la Sra. Wang entrara a su casa, la policía le quitó las llaves y saquearon su vivienda. Confiscaron materiales de Falun Dafa y muchas pertenencias valiosas, como joyas de jade e importantes documentos financieros y del registro de la propiedad.

Mientras la vigilaban, durante el saqueo de su hogar, la policía también le preguntó si poseía otras propiedades, depósitos bancarios, acciones, pensiones, etc.

Continuos intentos para encarcelarla 

Cuatro meses después, la policía le ordenó que firmara su orden de arresto, pese a que había vencido hacía mucho tiempo. La Sra. Wang se negó, afirmando que no violaba ninguna ley al practicar Falun Dafa y al seguir los principios de "Verdad, Benevolencia y Tolerancia" de la práctica.

Sun no cejó en su empeño y  sobornó a un médico de otro hospital para que la examinara nuevamente para encerrarla en el centro de detención. En aquella ocasión, el doctor encontraría un soplo en su corazón.

A pesar de que el centro de detención de Nanyang rechazó la solicitud de la policía y no volvió a aprobar el ingreso de la Sra. Wang, el tribunal la sentenció a tres años. Se desconoce si la prisión ha admitido a la Sra. Wang.