(Minghui.org) Me gustaría compartir cómo cambié después de comenzar la cultivación en Falun Dafa.

Cuando tenía 21 años sufrí un accidente en el trabajo. Mi brazo quedó fracturado en varias partes y también mi mano. Todos pensaron que moriría o que quedaría discapacitado.

En el hospital ortopédico donde recibí la atención de emergencia, los especialistas decidieron quitarme el brazo por temor a que la infección bacteriana de la herida pudiera expandirse a todo mi cuerpo. Al escuchar eso, mi familia quedó petrificada. Todos pensaron que mi esposa, que era bastante joven, me abandonaría. Pero mientras lloraba, ella dijo: "Incluso si quedara discapacitado, no lo dejaría. Lo cuidaré por el resto de su vida".

Luego se arrodilló frente al médico y le dijo: "Por favor ayúdelo a salvar su brazo. Mientras lo tenga, no me importa si puede moverlo o no. Es demasiado joven para perder su brazo".

Sus palabras conmovieron al doctor. Aunque el médico le habló a mi familia sobre las consecuencias si no amputaban mi brazo, mi esposa decidió que no me lo quitaran. Pasé por una cirugía de seis horas. Fue una verdadera bendición del Cielo que no solo hubiera sobrevivido, sino que también conservara mi brazo.

Convirtiéndome en un matón

Sin embargo, después de esta tribulación, mi temperamento empeoró mucho y me convertí en un matón. A menudo injuriaba a los demás. Me acostumbré tanto a hacerlo que ni siquiera me daba cuenta cuando maldecía. También adquirí muchos malos hábitos: cada día fumaba varios paquetes de cigarrillos y bebía mucho alcohol.

En el trabajo nadie se atrevía a discutir conmigo. También me acostumbré a llevarme las cosas del trabajo para usarlas en casa o para venderlas en el mercado de pulgas.

Continué deslizándome hacia abajo y comencé a apostar. Jugaba naipes o Mahjong, y siempre terminaba perdiendo dinero, pero eso no me detenía. Todo el dinero que mi esposa ganaba lo usaba para pagar mis deudas.

En una ocasión mi esposa fue por mí al lugar de juego. Me fui a casa con ella, pero estaba tan molesto que comencé a derrochar el dinero. Cuando ella trataba de detenerme, cerraba las ventanas y la puerta para maltratarla. La arrojaba de la cama al suelo, luego la arrastraba hacia la cama hasta dejarle moretones por todo su cuerpo.

Aunque teníamos muchas dificultades financieras, no me importaba. Seguía fumando, bebiendo y apostando, sin que me importara mi familia, lo que afectó enormemente a mi esposa. Estaba muy deprimida y no sabía qué más podía hacer.

Dafa me salvó

Una tarde de otoño en 1998, caminaba a casa cuando escuché un video que alguien reproducía en su casa. Me dirigí al lugar siguiendo a otras personas. Era el video de las conferencias del Maestro Li (el fundador de Falun Dafa). Cuando terminé de ver la primera conferencia, me fui a casa. Regresé después de la cena para aprender los ejercicios con la familia que nos había reproducido el video.

Para mi sorpresa, cambié por completo al día siguiente. Antes de eso, debido a mi poca educación, nunca leía libros. Desde entonces he estado leyendo el libro Zhuan Falun todos los días. Cada vez que encontraba palabras que no sabía, las buscaba en un diccionario.

Cuando aprendí Falun Dafa llegué a entender la relación entre la pérdida y la ganancia. Sabía que había cometido grandes pecados. También decidí cambiar y ser una nueva persona. Cuando un compañero de trabajo se enteró, le dijo a otros: "¡Si él pudo cambiar para ser alguien bueno, entonces cualquiera puede hacerlo!".

Dejé de fumar, beber y apostar, y también abandoné todos los demás malos hábitos; por lo tanto nuestra situación financiera mejoró. Empecé a ocuparme de las tareas domésticas y la relación con mi esposa se volvió armoniosa.

Pasando pruebas de xinxing

Poco después de comenzar a estudiar Falun Dafa, me encontré con pruebas de xinxing. Trabajaba en un turno de noche y el Sr. Ning, el gerente divisional, estaba supervisando. Le dije ‘Hola’ cuando lo vi.

A la mañana siguiente, cuando otro gerente divisional vino a hacerse cargo de su turno, el Sr. Ning dijo que no me presenté esa noche, quería multarme y deducir la multa de mi pago. Fui a hablar con el Sr. Ning y lo encaré frente a una multitud de empleados: "¿De qué estás hablando? ¡Estás loco!", le dije.

El gerente se sintió exhibido delante de todos. Se levantó y me abofeteó un par de veces, lo que realmente me dolió. Todos los que vieron lo que me hizo pensaron que eso me había enfurecido.

Sin embargo, justo en ese momento, las palabras del Maestro vinieron a mi mente: "No devolvieron el golpe ni insulto a su agresor". (Exponiendo el Fa en Sídney) Entonces de inmediato pude ajustar mi modo de pensar. Me calmé y luego comencé a pedirle disculpas, diciendo: "Lo siento mucho. Fui grosero. Por favor acepta mi más sincera disculpa".

Eso sorprendió a todos los que estaban allí. Todos sabían que, si esto hubiera sucedido antes, de ninguna manera hubiera podido soportar tal humillación. Al practicar la tolerancia, el conflicto se disolvió. Uno de mis compañeros de trabajo me dijo: "No puedo creer que reaccionaras así el otro día. ¡Verdaderamente Falun Dafa te transformó en una buena persona!".

Mi corazón no se mueve ante la persecución

La persecución a Falun Dafa comenzó en julio de 1999. El presidente de la fábrica me pidió que firmara una declaración de garantía por la que renunciaba a mi creencia en Falun Dafa. Como me negué a firmarla, no me dejaron regresar a casa, me retuvieron en la fábrica y asignaron personas para vigilarme todos los días.

Unos días después, el presidente le pidió a mi esposa que me presionara. Mi esposa estaba aterrorizada por la situación, y tan pronto como me vio, se arrodilló frente a mí para pedirme que firmara la declaración y que dejara de practicar. Me mantuve firme, y 20 días después tuvieron que liberarme.

En septiembre de 2000, debido a que alguien me denunció cuando estaba colocando una nota adhesiva que decía "Falun Dafa es bueno", fui arrestado. Los oficiales de policía del departamento de seguridad nacional se turnaban para golpearme con picanas eléctricas. Cuando las picanas se quedaron sin energía, me abofetearon durante ocho horas, hasta que me desmayé.

Fui recluido ilegalmente en el centro de detención durante tres meses. La policía acosó a mi esposa. Estaba tan asustada que tuvo que mudarse y quedarse con nuestros parientes.

Justo antes de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, fui arrestado nuevamente y condenado ilegalmente a siete años de prisión.

Al comienzo de mi condena, mucha gente de nuestra aldea pensó que mi esposa me dejaría. Sin embargo, ella ya tenía mucha claridad sobre el hecho de que Falun Dafa es maravilloso, que Dafa me transformó y me convirtió en una persona nueva, y que la persecución es ilegal.

Mi esposa no solo no me abandonó, sino que su fe y su bondad gradualmente conmovieron a los aldeanos. Pasaron de ser indiferentes a simpatizar con nosotros, y luego incluso trataron de ayudarla. Por ejemplo, cuando nuestro pueblo pasó por una reforma agraria, nos compensaron. Los aldeanos firmaron un documento condenando el trato injusto hacia mi familia.

Después de que me liberaron, me hice cargo de todas las tareas domésticas. Cuando los otros aldeanos me veían, decían: "Mírenlo. ¿Quién creería que acaba de salir de la cárcel después de haber estado detenido durante seis años?". Tenía una complexión saludable y siempre me sentía bien. Además, no he tomado ningún medicamento durante casi 20 años.

Dafa me transformó de un bravucón en una persona amable y de buen corazón. Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi agradecimiento a las personas que nos han ayudado a mí y a mi familia durante los tiempos difíciles.