(Minghui.org) Cuando un practicante está experimentando una tribulación a menudo decimos: “Vamos a darle algo de ayuda” sin pensar mucho sobre que está sucediendo detrás de ese pensamiento. No hay nada de malo con las palabras mismas, excepto que podrían venir de nuestras nociones humanas. Más frecuentemente, cuando decimos “ayuda”, viene de la noción de que “mi entendimiento es correcto” y que “yo estoy cultivándome bien”. Como resultado, la “ayuda” que ofrecemos no es pura ni efectiva.

Algunas personas usan: “ayudar a otros a superar o pasar la prueba” como una excusa, e ignoran la seguridad personal. Para empeorar la situación, algunos incluso reúnen a un grupo de practicantes para ayudar, pero en efecto ellos están promoviendo su propia reputación. Esto luego se vuelve una seria interferencia con la cultivación de los otros practicantes.

Somos todos practicantes y, en mi opinión, podemos aprender todos el uno del otro. Todos queremos ser altruista en nuestra cultivación y naturalmente queremos ofrecer ayuda a practicantes que no pueden pasar la prueba. La clave está en nuestra actitud; ¿Nos sentimos superiores o humildes cuando pensamos en ayudar? Esto es en efecto, una manifestación de nuestros diferentes niveles de cultivación.

Nos corresponde a nosotros cultivarnos cuando vemos a otros en problemas. El Maestro dice:

“Las cosas que a él le conciernen, también te concierne a ti, y lo que a ti te concierne le concierne a él también” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002).

Si nos colocamos al mismo nivel que el practicante en problemas y trabajamos juntos para tratar el asunto, estamos haciendo lo que el Maestro quiere. Si parecemos iluminados, autojustificados, arrogantes, o incluso que estamos ofreciendo la salvación, no podremos ayudar.

Una vez cuando enviaba pensamientos rectos, vi que estaba usando mis habilidades supernaturales para eliminar los elementos malvados en otra dimensión. En ese momento, sentí que estaba luchando solo, en el territorio enemigo, dentro de un vasto universo. Sabía que algo andaba mal porque eliminar el mal no debería ser tarea de un solo practicante, sino de todos, incluidos los dioses rectos.

Cambié mi noción y pensé que quería destruir el mal en coordinación con todos los elementos rectos, incluidos los compañeros practicantes, hasta que todos los elementos malvados fueran eliminados. Tan pronto como surgió el pensamiento, seres divinos con todo tipo de habilidades supranormales llenaron el universo y en poco tiempo todos los seres malvados se habían ido.

Todo lo que encontramos, incluso si parece ser el problema de otra persona, de hecho es un problema para todos nosotros. Viene con el elemento de ayudarnos a mejorar. Como resultado, todos deberíamos tratarlo seriamente basado en el Fa. El Maestro dice:

“De hecho, Dafa también está enriqueciendo sus experiencias y creando la flor y nata de Dafa” (Conciencia lúcida, Escrituras esenciales para mayor avance).