(Minghui.org) Más de veinte clubes de Falun Dafa de distintas universidades de Taiwán participaron recientemente en el "Campamento anual para Estudiantes de Falun Dafa". Este año se llevó a cabo en la Universidad Nacional Chung Cheng, del 23 al 26 de agosto de 2018. Los practicantes asistieron al campamento durante las vacaciones de verano para estudiar juntos las enseñanzas de Falun Dafa, intercambiar sus pensamientos y aclarar la verdad. El campamento brindó el ambiente idóneo para que los jóvenes practicantes se mejoraran a sí mismos convirtiéndose en mejores personas.

Más de veinte clubes de Falun Dafa de distintas universidades de Taiwán participaron en el "Campamento anual de Falun Dafa para Estudiantes" en la Universidad Nacional Chung Cheng, del 23 al 26 de agosto de 2018.

Cómo ser más saludable y considerada

Huang Jinghan, de 20 años, se convirtió en practicante de Falun Dafa hace ocho años. Desde que nació prematuramente, siempre padeció enfermedades. Su salud mejoró milagrosamente después de convertirse en practicante. Sin embargo, tras entrar en la escuela secundaria, fue abandonando poco a poco la práctica debido al intenso programa de estudios. En su segundo año de secundaria acudió al campamento de Falun Dafa. De repente recordó lo afortunada que era de haber encontrado Falun Dafa. Entonces tomó la decisión de no volver a dejar de practicar nunca más. Se convirtió en miembro del personal del campamento, con la esperanza de ayudar a que más gente comprenda mejor en qué consiste la práctica.

Una vez le pidieron que actuara en una obra de teatro. Aunque al principio no quería hacerlo debido a su timidez, poco a poco, ensayo tras ensayo, comenzó a eliminar su apego al miedo. Lentamente dejó de ser egocéntrica e hizo todo lo posible por interpretar lo posible aquel papel. Finalmente logró representar la belleza de la práctica ante los estudiantes que asistían al campamento e incluso conmoverlos. También consiguió superar su apego a la comodidad. Decidió asumir responsabilidades activamente en lugar de recibir órdenes pasivamente. En este sentido, se ha ofrecido voluntaria para dirigir el campamento del año que viene.

Huang expresó: "Suele irme bien cada año durante el campamento. Sin embargo, se me hace difícil continuar así después de regresar a la escuela en esta sociedad tan compleja". También deseó, ahora que las enseñanzas de Dafa han enraizado en su corazón, no volver a extraviarse y olvidarse de que es una practicante.

Progresando rápidamente en la escuela

Los jóvenes estudiantes hacen los ejercicios en grupo durante el campamento.

Shao Ruiyang ha practicado durante diez años. Su madre se vio involucrada en un accidente automovilístico cuando era pequeño y, como consecuencia, quedó postrada en la cama. En varias ocasiones, cuando iba de regreso a casa pensaba que cuando llegara, quizás, su madre lo habría abandonado definitivamente. Milagrosamente su madre recobró la salud al practicar Falun Dafa y, por ese motivo, él también se convirtió en practicante. Mencionó que su madre le había pedido que siempre recordara los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y que no devolviera el golpe si lo golpeaban, ni los insultos si le injuriaban.

Shao había leído todos los libros de Falun Dafa cuando cursaba sexto grado. En octavo grado, debido a que tuvo que trasladarse a una nueva escuela se quedó muy atrasado en sus estudios. Para mejorar persistió todos los días en el estudio de las enseñanzas y en practicar los ejercicios de Dafa a la vez que se empleaba a fondo en sus tareas. Asistía a la escuela los fines de semana para ponerse al día en sus estudios. Para cuando cursaba el undécimo grado ya había superado a la mayoría de sus compañeros de clase. Un profesor incluso lo llevó a una clase de instrucción para futuros maestros con la intención de animarlo para que siguiera trabajando duro. Shao sabía que no podría haberlo logrado de no practicar Falun Dafa.

La gente se conmueve de verdad por la compasión de un practicante

Hou Deyi se unió casualmente a un seminario de Falun Dafa de 9 días de duración y sin pensarlo mucho, con toda naturalidad, se convirtió en una practicante. En aquel entonces tenía 18 años, y la universidad a la que estaba a punto de asistir acababa de formar un club de Falun Dafa. Conoció a muchos practicantes de su edad.

Después de descubrir los beneficios de Falun Dafa, a menudo aprovechaba la oportunidad para informar a la gente sobre las bondades de la práctica y las atrocidades de la persecución que padece en China a manos del régimen. Habitualmente la gente respondía bien debido a que les hablaba a todos con un corazón puro.

Hou manifestó: "Cuando queremos hacer cambiar de opinión a alguien, no se trata de hablar mucho. La clave es conectar verdaderamente con el corazón de la otra persona con nuestra compasión". Comentó que recordaba haber visto una vez muchos autobuses con turistas procedentes de China frente a un restaurante cerca de la escuela. Como no sabía qué decirles sostuvo en alto un cartel con información sobre la persecución que sufre Falun Dafa en China. Los turistas chinos del autobús pudieron leer el cartel y muchos lo fotografiaron. Algunos turistas incluso salieron del restaurante para leerlo.

Al principio, aunque algunos de los turistas chinos e incluso el guía turístico se mostraron despectivos, Hou no estaba dispuesta a rendirse. Mientras continuaba sosteniendo el cartel en alto, sonrió y saludó a los turistas chinos de manera amistosa. Más tarde comenzó a llover, ella y otros practicantes abrieron sus paraguas y ofrecieron cobijo a los turistas chinos. Antes de que los turistas se fueran, el guía se inclinó ante los practicantes en señal de reverencia, les entregó su tarjeta de presentación y les hizo un gesto de aprobación con sus pulgares, antes de marcharse.

Hou cree que cualquier cosa que sucede en la vida diaria puede ayudarnos a mejorar, si aprovechamos esa oportunidad para mirar hacia adentro. Si bien antes pensaba que trataba bien a los demás y de forma honesta, ahora cuando lo compara con los estándares de las enseñanzas del Fa, reconoce que todavía le quedan muchas cosas que mejorar. A una de sus amigas no le gustaba dar su brazo a torcer y siempre quería demostrar que llevaba la razón. Aunque Hou se sentía molesta por la actitud de su amiga, en la superficie intentaba actuar como si no pasara nada.

Un día, cuando Hou estaba a punto de discutir con su amiga y de señalarle todos sus problemas, de repente se calmó y, entonces, reconoció en sí misma el reflejo de los comportamientos de su amiga. Comprendió que tenía un fuerte apego a contender. Si no poseyera aquel apego, todo aquello no la habría agitado tan fácilmente. Hou se alegra de tener los principios de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia que le guían y ayudan a elevarse.