(Minghui.org) Cuando era un niño, acompañaba a mi mamá cuando practicaba Falun Dafa. Sin embargo, en ese tiempo solo pensaba que Dafa enseñaba a las personas a volverse buenas, siguiendo los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia. En 1999, cuando comenzó la persecución, no había leído el libro Zhuan Falun ni siquiera una vez. No entendía profundamente lo que significaba cultivarse verdaderamente, o lo precioso que es Dafa. Temía ser perseguido, por lo que dejé de practicar.

Anduve titubeando a lo largo de varios años, confundido sobre el significado de la vida. Sin embargo, la semilla para la práctica había sido sembrada y, cuando vi a mi mamá, que nunca dejó de practicar, disfrutando de salud y felicidad, comencé a preguntarme por qué la había dejado.

Una noche, soñé que estaba de pie bajo el vasto cielo. De pronto, se abrieron las puertas del cielo y un ser solemne y santo se me acercó. Todo era tan vivido y claro que me llené de un sentimiento de profundo respeto y reverencia. Siento que Shifu me estaba dando una pista para que no perdiera esta oportunidad. Sabía que, si la perdía, lo lamentaría profundamente.

Por lo tanto, en el 2014 comencé a leer el libro Zhuan Falun y finalmente me convertí en un practicante. Toda mi confusión y preguntas fueron resueltas. Shifu purificó mi cuerpo y me permitió experimentar la maravillosa sensación de tener un cuerpo libre de cualquier enfermedad. Antes de comenzar a practicar, siempre pensaba que era una buena persona y que enfrentaba las dificultades sin quejarme. Pero nunca entendía por qué me encontraba con tanta injusticia tanto en el trabajo como en mi vida diaria. Shifu dijo:

“… por lo tanto, lo que haces en tu vida humana entera, ellas de ninguna manera lo arreglan según tus capacidades. En la religión budista se habla sobre la retribución del yeli, ellas arreglan tu vida según tu yeli; no importa cuán capaz eres, si no tienes de, quizás no tengas nada en esta vida” (Zhuan Falun).

Antes de ser practicante, me enojaba fácilmente cuando me encontraba, de repente, con conflictos. Sin embargo, Shifu nos enseña que tenemos que mirar hacia el interior:

“Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa, y cada vez que se presenta un problema piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema” (Zhuan Falun).

Me di cuenta de que, si realmente quería mejorar, la clave era mirar hacia adentro.

Eliminando el apego a la comodidad

En 2016, vine a los Estados Unidos para asistir a la Universidad. Me sorprendió saber que aquí había pocos practicantes y que en mi estado solamente había uno.

Afortunadamente, tuvimos la oportunidad de promover Shen Yun y, de esta manera, hemos mejorado mucho en nuestra cultivación. He podido eliminar varios apegos, tales como evitar las dificultades, no querer hablar con extraños y sentirme mal después de haber sido rechazado. Entendí que los practicantes necesitan abandonar el egoísmo y obtener "… la honrada iluminación de desinterés y altruismo" (La naturaleza fo no tiene ningún punto débil, Escrituras esenciales para mayor avance).

Cuando recordé que estoy aquí para salvar a la gente, pude reprimir mi apego a la comodidad. Generalmente, no planeaba cómo hacer la promoción o dónde iba. Solo pensaba que Shifu haría el mejor arreglo, y los resultados siempre han superado mis expectativas. En el invierno, subía a mi moto, salía de mi casa a las 9:00 a. m. y regresaba alrededor de las 8:00 p. m. Mi rostro se entumecía y mis manos se congelaban.

Después de que mi xinxing mejoró, practicantes de otras ciudades llegaron para ayudarnos con la promoción durante los fines de semana y días festivos. Cada vez más carteles de Shen Yun aparecieron en todos los rincones de la ciudad. También experimenté las enseñanzas de Shifu: “… materia y espíritu son lo mismo” (Zhuan Falun). Después de terminar la promoción de Shen Yun durante el día, tenía que continuar con mis estudios hasta la 1:00 a. m. cada noche. Cuando despertaba, sentía cansado todo mi cuerpo y mis músculos estaban adoloridos. Pero, tan pronto como recordaba que los seres estaban esperando para ser salvados, podría saltar de la cama. El cansancio desaparecía y me llenaba de energía.

Aflojar incluso un poco causa grandes retrocesos

Después de que Shen Yun se fue de nuestro estado, tuve un pensamiento: "Finalmente, puedo relajarme un poco". En ese momento, no me di cuenta que había emergido mi búsqueda de confort profundamente oculta. Después, no podía concentrarme cuando estudiaba el Fa o hacía mis tareas escolares. También comencé a ver noticias y videos. A pesar de que todavía seguía haciendo las tres cosas, mi estado de cultivación comenzó a deteriorarse. Comencé a atrasarme y me iba a la cama cada vez más tarde. Pero no lo tomaba en serio y todavía pensaba que lo estaba haciendo bien. El mal se aprovechó de mi apego a la comodidad y me sentía satisfecho que todavía hacía las tres cosas todos los días. Fue muy difícil para mí volver al estado diligente que había tenido cuando promovía Shen Yun.

Mientras tanto, el otro practicante estaba también en un estado similar, debido a sus propios apegos. Dejamos de practicar y de estudiar juntos. Podía sentir una brecha creciendo entre nosotros, que nos impedía recordar que deberíamos mantener nuestro ambiente de práctica grupal.

Esto duró tres o cuatro meses. Un día, me di cuenta de lo que estaba pasando y que ¡necesitaba salir de esta rutina! Debía empezar a practicar activamente y superar mis "apegos a la comodidad y satisfacción". Tomé el examen de manejo y compré un coche. Contacté al otro practicante y salimos nuevamente a hacer los ejercicios juntos cada fin de semana. Aunque mi apego a la comodidad no se eliminó inmediatamente, Shifu me animó al dejarme ver las bandas de energía alrededor de nosotros cada vez hacíamos los ejercicios. También me uní al grupo de practicantes jóvenes, que me permitía comunicarme con otros jóvenes practicantes para poder hablar sobre cómo salvar a más gente.

Después de mejorar en mi cultivación, comenzaron a suceder cosas buenas. Durante una reunión con más de 30 personas, incluyendo a todos los consejeros y a sus estudiantes graduados, les hablé sobre Falun Dafa y les dije que Dafa se practica en todo el mundo. También invité a todos a acompañarme a hacer los ejercicios en el campus. Al final de la reunión, tres estudiantes occidentales me dijeron que querían aprender los ejercicios.

Más tarde, cuando estaba haciendo los ejercicios al aire libre junto con el otro practicante en el fin de semana, se nos acercó un joven occidental. Nos dijo que nos había visto cerca de un año y sintió que nuestra práctica era muy tranquila. Debido a su situación de trabajo estresante, realmente quería unirse a nosotros.

Pero mi apego a la comodidad emergió otra vez, y en esta ocasión también me di cuenta de que le tenía envidia al otro practicante. Mi trabajo de investigación en la universidad se había vuelto más exigente así que tenía que quedarme hasta muy tarde en las noches. Cada fin de semana, antes de viajar a la otra ciudad en donde me reunía con el otro practicante, siempre me sentía cansado y tenía pensamientos negativos. Pensaba que tenía que hacer un gran esfuerzo para asistir a la práctica grupal, mientras que el otro practicante tenía una vida muy tranquila. ¿Por qué no venía él a mi ciudad para practicar conmigo? Sin embargo, inmediatamente vi mi problema. Las viejas fuerzas estaban tratando de usar mis apegos a la comodidad y a la envidia, ampliarlos y abrir brechas entre nosotros. Siempre miraba al otro practicante, pero no me veía yo. Más tarde, el otro practicante me comentó que, durante ese periodo de tiempo, era bastante arrogante.

Cuando me di cuenta que tenía que deshacerme nuevamente del apego a la comodidad, Shifu también me dio pistas. Soñé que estaba descendiendo rápidamente en un ascensor. De repente, me di cuenta de que, al sentirme bien acerca de mí mismo y permanecer en mi estado de cultivación sin mejorar diligentemente significaba esencialmente que estaba cayendo. Esto me ayudó a ver cuán seria era la cultivación y las terribles consecuencias de estar apegado a uno mismo. Sentí la gran compasión de Shifu. Desde entonces, cada vez que emerge el pensamiento de relajarme, inmediatamente lo niego. Siento que realmente he pasado esta gran prueba.

Ahora sé que la cultivación es muy seria. Cualquier pensamiento puede determinar si somos practicantes o gente común.

Trabajando juntos para salvar a la gente

Junto con el otro practicante pensamos que, siendo los únicos practicantes en nuestro estado, éramos los responsables de salvar a los seres conscientes de allí. Antes de venir a los Estados Unidos, el otro practicante se había cultivado solo durante mucho tiempo. No nos habíamos involucrado en ningún otro proyecto de Dafa excepto Shen Yun, así que los dos tuvimos que superar algunas dificultades para dar el primer paso.

Planeamos iniciar con lo básico, repartiendo materiales para aclarar la verdad y recabando firmas para detener la sustracción forzada de órganos de los practicantes en China. Un fin de semana, pusimos una pequeña mesa frente el mercado asiático más grande y empezamos a repartir materiales. Aunque no nos preparamos bien, los resultados fueron sorprendentemente buenos. Muchos occidentales se mostraron tristes y compasivos cuando se enteraron de la sustracción forzada de órganos. La mayoría firmó la petición para que nos apoyen. Algunos chinos que habían escuchado la propaganda del partido comunista no quisieron tomar nuestros volantes, pero algunos quisieron saber más. Después de esa primera experiencia, los dos nos dimos cuenta de que deberíamos haber hecho esto antes. Shifu ya había pavimentado el camino para nosotros, y apenas habíamos dado un paso adelante.

Después de que salimos a clarificar de esta forma varias veces, nos dimos cuenta que deberíamos prepararnos mejor, para mostrar lo maravilloso que es Dafa. Así que pedí hacer un mantel hermoso bordado con las palabras "Falun Dafa" e imprimí carteles y folletos. El otro practicante también ordenó algunos DVD y varios ejemplares del libro Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. También hemos mejorado la calidad de nuestro estudio del Fa. Poco a poco, nuestros esfuerzos llegaron a ser más eficaces.

Sin embargo, tuvimos algunos pequeños conflictos. Por ejemplo, cuando terminamos de recabar firmas la primera vez, estalló mi apego a la exultación. Cuando el otro practicante me lo señaló, me defendí. Debido a mi actitud arrogante, el otro practicante se volvió impaciente y sus palabras no fueron compasivas. Después de que nos calmamos los dos, entendí que Shifu había descrito exactamente esta actitud mía de defenderme: “Nadie puede criticarlos, y cuando alguien lo hace, estallan” (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).

Después de esta discusión, tratamos de mirar hacia adentro y eliminar las brechas entre nosotros. Sin embargo, como trabajamos juntos, nuestros apegos emergían cada vez más. Podíamos sentir claramente que las viejas fuerzas intentaban utilizar nuestros apegos para separarnos. Siempre que esto sucedía, enviaba pensamientos rectos para disolver la interferencia.

Tan pronto como me deshacía de algunos pensamientos negativos, empezaba a notar otras deficiencias suyas. A veces, él reflexionaba sobre si mismo, pero la mayoría del tiempo diría: "Creo que tú también podrías tener este mismo problema". De hecho, los dos nos apresurábamos a encontrar el problema del otro. Shifu dijo: “…todos miran para adentro, y todos se cultivan bien…” (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).

Me di cuenta de la importancia de "mirar para adentro" cuando colaboramos con los demás. Necesitamos enfocarnos en los méritos de los otros. Cuando vemos sus problemas, en lugar de criticarlos, primero debemos buscar para ver si nosotros también los tenemos.

Si no puedo ser compasivo con un compañero practicante, ¿cómo puedo salvar a la gente? Cuando identifiqué mi problema y comencé a mejorar, me di cuenta que él también estaba tratando de mejorar. Pude sentir cómo aumentaba mi compasión, y también mejoró mi habilidad para aclarar la verdad. Mi corazón se llenó de gratitud infinita hacia los arreglos de Shifu, y atesoré esta oportunidad de trabajar con un compañero practicante.

Daré lo mejor de mí para evitar las brechas entre nosotros, que podrían afectar negativamente el impacto de salvar a los seres conscientes. Cuando fallamos en mirar hacia adentro y en cultivar cada pensamiento, es muy fácil para las viejas fuerzas que se aprovechen de nuestras brechas. Junto con el otro practicante, estamos tratando de mejorar en nuestra cultivación. Nos recordamos y nos ayudarnos mutuamente, y seguimos pensando en ¡cómo podemos hacerlo mejor!

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en el Fahui del Centro de los Estados Unidos 2018)