(Minghui.org) Nací en una familia de practicantes de Falun Dafa en 1997, así que ser un practicante de Dafa puede haber sido mi predestinación. Cuando era muy joven, mi madre me ayudaba a memorizar Hong Yin. A veces me llevaba con ella para distribuir materiales de clarificación de la verdad.

Mi madre me dijo que cuando estaba en el jardín de infantes, encontré un amuleto de Dafa de regreso a casa. Estaba sorprendida que un niño tan pequeño que no podía leer, llevara a casa un amuleto con información sobre Falun Dafa consigo.

A través de los años, los momentos que pasé con mi madre se fueron rediciendo y me volví increíblemente adicto a los valores morales corruptos. Fumar, beber, ser adicto al Internet y a los juegos, y maldecir, eran las cosas que de las que me sentía orgulloso. 

Retornando a Dafa y cambiando mi vida

Cuando estaba en la escuela secundaria desarrollé una forma de artritis que afecta la columna vertebral y esto, cambió mi vida. No le presté atención al principio. Sin embargo, los síntomas empeoraron y fui al hospital para una evaluación. El médico me dijo que no había cura, pero que podía controlarse tomando medicamentos o con inyecciones de hormonas.

A causa de mi enfermedad, mi familia se volvió muy ocupada buscando médicos y remedios que trataran mi enfermedad; pero ninguna solución funcionaba. Comencé a perder la esperanza en la vida y me pregunté cómo sería mi futuro.

Antes de comenzar los exámenes para la universidad, volví a retomar mi camino de cultivación. Escuché las conferencias del Maestro Li (fundador de Falun Dafa) cuando mi madre hacía los quehaceres. Ella me veía ocasionalmente para corroborar que estuviera prestando atención a las conferencias. Al escucharlas, mi cuerpo comenzó a cambiar.

Mi madre le pidió prestadas las conferencias en DVD del Maestro Li a otra practicante. Vi todas las conferencias. Luego, mi madre me dijo que los discos no se habían utilizado durante muchos años porque las huellas dactilares en ellos imposibilitaban que el reproductor de DVD los leyera. Pensé que el practicante debió haber limpiado los discos antes de prestárnoslos. Cuando los devolvimos, dijo que no les había hecho nada. Por lo tanto, entendí que este debía ser mi camino de cultivación.

Los resultados de los exámenes de la universidad fueron muy buenos y fui aceptado en la que había elegido.

Dos días antes de comenzar el semestre, sentí tanto dolor en mi cuerpo que era peor que antes de practicar Dafa. Mi madre me animó diciendo que las cosas cambiarán después de llegar a un extremo, por lo tanto, cuando el dolor empeora, significa que se está acercando al momento de la recuperación. El primer día de asistencia a la universidad, mi cuerpo se recuperó.

Cultivándome en la universidad

Cuando asistía a la universidad, solo podía escuchar las conferencias del Maestro en un MP3 que mi madre me había dado. Un día, cuando estaba navegando en Internet hallé el software que rompe con la barrera de Internet en China.

Ahora tengo acceso al sitio web Minghui y leo los artículos de experiencias de cultivación y las conferencias del Maestro.

Luego, un artículo me hizo darme cuenta de que debería hablar sobre Falun Dafa con los estudiantes de mi residencia. Durante dos días, mis apegos humanos y pensamientos rectos lucharon entre sí. Una tarde, mientras caminaba de regreso a la residencia después de la cena, un gran mango cayó de un árbol sobre mis pies. Sorprendido, me pregunté si esto era una pista para iluminarme sobre algo.

El mango es una “fruta”, me hizo pensar acerca del fruto de nuestra cultivación y para dar fruto, necesitaba pararme y hablar con la gente sobre Falun Dafa.

Esa noche, hablé con mi madre sobre la importancia de esto y compartí mis pensamientos con ella. No estaba muy segura de mi decisión y me dijo que tuviera cuidado. Le dije que sabía cómo hacerlo cuidadosamente y que había madurado durante los dos años de cultivación. Usaría mis pensamientos rectos para manejar este asunto.

Recientemente creé un ambiente de cultivación en mi cuarto de la residencia donde me senté abiertamente sobre la cama a meditar y hacer los ejercicios. De las seis personas con las que comparto la habitación, cinco ya tienen un entendimiento de lo bueno de Dafa y han renunciado al partido comunista chino (PCCh) y a las organizaciones juveniles. Uno entiende la verdad de Dafa pero no ha renunciado al partido.

Cultivándome diligentemente

El estado de cultivación de mi madre no está siendo muy bueno. Ella no lee mucho el Fa y está casi perdida en el modo de vida de la gente común, haciendo cosas usando una mentalidad sentimental, más que la mente de un practicante. Una razón por la que me volví un practicante de Dafa debe ser para ayudar a mi madre en su cultivación y para mejorar juntos.

Sé por mi propia experiencia lo difícil de convertirse en practicante en este tiempo, entonces debo ayudar a mi madre a tomar un camino recto.