(Minghui.org) Soy una practicante que tiene 68 años. Hace cinco años conocí Falun Dafa a través de mi hijo y empecé a leer el libro Zhuan Falun. También aprendí los ejercicios con mi hijo. Desde que aprendí a practicar, leo el libro del Maestro todos los días y hago los cinco ejercicios en casa. Me gustaría compartir algunas de las experiencias de mi aprendizaje en Dafa.

Adquiriendo salud

Antes de aprender Falun Dafa, sufría gran variedad de enfermedades e incluso me había sometido a tres cirugías. Era una persona que se enojaba e impacientaba con suma facilidad. Debido a que había vivido una vida difícil, me había vuelto una persona muy sensible y de mal temperamento. Había desarrollado algunas enfermedades como presión arterial alta, artritis, lípidos altos en la sangre, tiroides y una tos terrible. Todo esto me producía una fuerte presión mental.

Después de leer Zhuan Falun, ver las conferencias del Maestro y hacer los ejercicios consistentemente, empecé a notar que mis enfermedades desaparecían paulatinamente. Ni siquiera he tenido que volver a tomar ninguno de aquellos medicamento durante estos últimos años. Me he vuelto alguien más paciente y tolerante.

Mi presión arterial y mis lípidos eran tan altos que tenía que tomar dos pastillas al día. Mi médico me había advertido que si dejaba de hacerlo, padecería un ataque al corazón. Después de estudiar, hacer los ejercicios y cultivarme en la vida diaria durante dos años, me sentí tan saludable que no sentía la necesidad de tomar ninguna pastilla. Durante todo este tiempo, no he tenido ningún problema con mi presión arterial y al comer alimentos más balanceados sin buscar satisfacerme, dejé de presentar lípidos en la sangre. Ahora estudio el libro y hago los ejercicios con más fe aún.

Sufría artritis grave. Mientras caminaba mis caderas y rodillas se adormecían tanto que acababa perdiendo el control y me derrumbaba. El Maestro resolvió compasivamente mi problema. Mi tos aguda, que ninguno de los expertos y doctores acertaba curar ni ninguna medicina tampoco, también se sanó haciendo los ejercicios. Me gustaría dar las gracias al Maestro por todo esto.

Experimentando la compasión

Antes era una persona de muy mal genio debido a que mi esposo me era infiel. A pesar de que habíamos tenido dos hijos, me divorcié. Esta ruindad y los problemas financieros que me causó tuvieron un gigantesco impacto en mí que no conseguía olvidar. Cada vez que me encontraba con algún problema, lo recordaba con resentimiento y esto mismo hacía que aquella herida me doliera aún más.

Estudiando el libro constantemente y haciendo la meditación, fui capaz de entender mi relación kármica con él y esto me tranquilizó. Ahora, cuando pienso en mi exmarido, le deseo lo mejor de todo corazón. De esta manera, he podido entender y perdonar a cada una de las personas con las que tuve conflictos en el pasado. Dafa me dio el poder para entender mi relación con los demás y ver las cosas con compasión.

Ahora, cuando me encuentro con tribulaciones, las manejo con benevolencia y tolerancia. Con la ayuda del Maestro mido todo con los principios de Dafa.

La protección del Maestro

Un día, cuando me dirigía al gimnasio, un automóvil que estaba retrocediendo me atropelló y me pasó por encima de las piernas. En aquel momento, sentí que mi cadera se rompía bajo el enorme peso. Toda la gente se reunió a mi alrededor, incluyendo el aterrorizado joven conductor. Intenté moverme y hasta conseguí levantarme.

Cuando me di cuenta de que me encontraba bien, mis lágrimas empezaron a fluir. En mi corazón comprendí que todo se lo debía a la compasión del Maestro. Le dije al conductor, que parecía muy preocupado, que podía irse. Cuando el conductor se fue, empecé a gritar de felicidad. Mi fe en Dafa y en el Maestro aumentó.

Si esto me hubiera sucedido cuando sufría artritis aguda, me habría lesionado irreversiblemente. Sin embargo, el Maestro compasivamente había protegido mi cuerpo físico.

Ahora leo el libro y las conferencias con la debida diligencia, e igualmente hago los ejercicios. Hablo a la gente de mi entorno sobre la bondad de Falun Dafa. Siento que lo tengo todo en la vida y que vivo realmente en paz y tranquilidad.

Agradezco al Maestro Li Hongzhi todo cuanto nos ha dado y enseñado.