(Minghui.org) Si un cultivador ve algunas malas acciones de otros, esto a menudo señala algunos apegos que deben quitarse por su parte. Si no presta atención, estos apegos lo seguirán por siempre como una sombra.

El Maestro Li dijo:

“El xiulian se trata de cultivar el propio corazón, cultivarse uno mismo. Cuando tienes problemas, tienes conflictos, tienes dificultades y te tratan injustamente, aún eres capaz de buscar en ti mismo y mirarte internamente, y ese es el xiulian verdadero” (Un mensaje de felicitaciones al Fahui de Taiwán).

Si los pensamientos rectos de uno no son fuertes o si se está controlado por nociones adquiridas, gradualmente se apega a asuntos mundanos. Hace poco tiempo, me di cuenta que, dado que los practicantes están entre la gente común, el Maestro sabía que algunos de ellos estarían confundidos, por lo que usó a otros para señalarnos, hacernos reflexionar y cultivarnos más.

Siempre que vemos, escuchamos o pensamos, el Maestro usa a otros como espejos para reflejar las nociones que no hemos eliminado, y nos ayuda a identificar sus orígenes y dejarlas ir.

Durante algún tiempo, no supe cómo cultivarme o mirar hacia adentro. Siempre vi a la gente y a los incidentes a mi alrededor desde la perspectiva de una persona común, lo que me hacia sentir inferior y me enojaba. Cuando me encontré con el comportamiento de otros, no pensé en reflexionar sobre mí y buscar en mi interior.

El Maestro expresó:

“Siendo Dafa dizi, ustedes no pueden relajarse en vuestras propias cultivaciones, tienen que aferrarse a cultivarse bien. Cuanto más embrollado está, más puedes cultivarte en el embrollo; cuantas más tribulaciones encuentres y más te topes con asuntos infelices, más tienes que verlos a la inversa: estos son todos escalones que se te proveen para poder cultivarte, escalones para elevarte, digan todos, ¿no es así?” (Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa).

Finalmente me iluminé a que el haber sido testigo de los malos actos de otras personas me indicaba que también tenía la misma noción. El Maestro utilizó la conducta de otros para mostrarme y dejarme ver claramente mi yo falso, aquellas cosas que había adquirido postnatalmente. Si podemos darnos cuenta de esto y pedirle al Maestro que nos fortalezca, podemos eliminar estas nociones postnatales con pensamientos rectos. Mirando en retrospectiva, me arrepiento de las tantas oportunidades perdidas para cultivarme.

El espejo que encontré en mi trabajo

Soy subdirector de la escuela y mi desempeño laboral ha sido excelente. Sentí que había obtenido capacidades para ser jefe. Por muchos años, trabajé con distintos supervisores, siempre pensando que sus habilidades eran mediocres, y que no estaban calificados para sus puestos. La envidia me hizo ver que yo era mejor que ellos. Era muy orgulloso y competitivo. Siempre hacía comentarios acerca de sus opiniones y los forzaba a adoptar mis sugerencias. Solo entonces me sentía satisfecho.

Con mi actual director general, sus habilidades comprensivas son buenas, pero es muy competitivo. También le gusta criticar y despreciar a los demás. Trabajé con él por una docena de años, todo el tiempo compitiendo uno con otro. Y algunas veces, nos divertíamos haciendo bromas a espaldas del otro.

No aproveché mi tiempo con él como un arreglo cuidadoso que el Maestro hizo para mí para mejorar mi carácter (o xinxing), ni lo usé como una oportunidad para reflexionar y cultivarme.

No fue hasta hace poco que comencé a darme cuenta de la verdadera razón: el Maestro me transfirió para trabajar con él. Él reflejó cada una de mis nociones y apegos. Era exactamente igual a mi falsa sombra postnatal. Como practicante, debo dejar mis apegos mientras me protejo de mi sombra.

Los espejos en mi familia

Tengo dos hermanos, y a todos nos va bien en nuestras carreras. Amamos competir y hablar uno con otro sobre nuestros propios negocios. Mi padre de 70 años también es una persona capaz. Fue funcionario de nuestra aldea por muchos años y nos contrató a cada uno como empleados del gobierno.

Era muy orgulloso y siempre despreciaba a los demás con un tono sarcástico. Cuando hablaba con la gente, no miraba a nadie a los ojos. Siempre que estaba en casa, trataba de convencerlo que mis opiniones eran correctas, y como consecuencia, tanto él como yo éramos infelices.

Recientemente, descubrí que el Maestro arregló para mi padre ser un espejo, con el propósito de reflejar mi propio orgullo y prejuicios. Además, la exhibición y admiración de poder de mis familiares eran también mis propios apegos. Me di cuenta de mis defectos y de inmediato le pedí ayuda al Maestro. Luego envié pensamientos rectos para quitar estas nociones.

Ahora la gente comenta que mi padre es mucho más educado y amigable. Cuando voy a casa a hablar con él, me escucha, y ya no peleamos.

Los espejos en la sociedad

Además de nuestro trabajo y el entorno familiar, la sociedad nos provee las oportunidades de cultivarnos en cualquier momento. El comportamiento de otra persona puede reflejar también nuestras nociones, nos permite cultivarlas y mejorarnos. Siempre debemos mirar hacia adentro, y limpiarnos mientras transitamos el sendero divino.