(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa cuando tenía 14 años. Tres años más tarde, mientras estaba todavía en la secundaria, me vi obligado a huir de mi casa y mudarme con frecuencia durante seis años para evitar ser perseguido. En 2009, cuando tenía 23 años, me detuvieron y me condenaron a prisión. Finalmente regresé a casa en 2017, después de 8 años de prisión. Ahora tengo 32 años.

Experimentando el poder de Falun Dafa cuando era niño

Era enfermizo desde que era muy joven y, en 1998, me enfermé seriamente. Me administraron inyecciones y medicinas a diario en una clínica local, pero mis síntomas empeoraron. El médico no podía entender qué andaba mal y, eventualmente, les dijo a mis padres que me llevaran a un hospital más grande. Estaba semiconsciente cuando me llevaron a casa.

Al día siguiente, mis padres me subieron a un triciclo y me llevaron a un hospital más grande, del condado, cerca de la casa de mi abuela. Decidieron parar en su casa primero, para pedirle ayuda a un tío. Una vez que llegamos a la casa de mi abuela, me acostaron en una cama para esperar a que llegara mi tío. Escuché a mi abuela hablándole a mi madre sobre Falun Dafa. Mientras estaban hablando, sentía que mi mente se aclaraba y mi cuerpo se fortalecía. Me levanté de la cama y salí afuera a caminar. Mi madre se quedó conmocionada al ver que me había levantado. Le dije que estaba bien y que ya no tenía que ir al hospital. Pero ella todavía estaba preocupada. Más tarde, mi tío me llevó al hospital, y el médico no pudo encontrar nada malo en mí.

Me quedé con la abuela por unos días más, para aprender los ejercicios de Falun Dafa. Luego me fui a casa con una copia del libro Zhuan Falun y comencé a cultivarme en Falun Dafa.

Atravesando la interferencia y estudiando el Fa

Empecé a practicar cuando estaba en el séptimo grado. En ese momento, mis días de escuela eran muy largos. Generalmente, iba a la escuela alrededor de las 5 a. m. y no regresaba hasta las 8 o 9 p. m. No tenía tiempo para estudiar el Fa durante el día, pero siempre leía unas pocas páginas de Zhuan Falun después de llegar a casa, aunque nadie me lo dijera.

Una vez, alguien organizó un grupo de estudio del Fa para jóvenes discípulos durante unas vacaciones de invierno. Había unas docenas de practicantes jóvenes, entre 7 y 20 años. Nos juntábamos todos los días a estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Esa época fue la mejor.

También estudié el Fa cada día, hasta que tuve que pasar el examen de ingreso a la secundaria. Mi padre quería que me esforzara más en mis tareas escolares, por lo que cubría mi ventana y estudiaba el Fa en la noche, para que no viera la luz en mi habitación. A veces, me daba sueño mientras estudiaba el Fa, entonces me levantaba para leer. Yo mismo me decía que tenía que vencer la interferencia y fortalecer mi voluntad para cultivarme.

También encontré otros tipos de interferencia. Por ejemplo, cuando quería estudiar el Fa durante las vacaciones de verano o de invierno, los niños vecinos me pedían que jugara con ellos. Jugaban a las cartas fuera de mi casa y hacían mucho ruido. A veces, iba a jugar con ellos, pero la mayor parte del tiempo resistía la tentación y me quedaba en la casa para estudiar el Fa. Cuando recuerdo esto, creo que estudiar el Fa durante ese periodo de tiempo fue la base de mi cultivación, que me ayudó en años posteriores.

Cultivándome sólidamente siendo un joven discípulo de Dafa

Una vez tuve un sueño en el que caía de las escaleras de un edificio de 5 pisos. Aterricé a salvo y en el sueño no tuve miedo en absoluto. Me di cuenta que Shifu me protegía y me sentí muy a salvo en mi corazón.

También aprendí a aplicar los estándares del Fa en todo lo que encuentro. Shifu siempre me ayuda cuando tengo los entendimientos correctos. Por ejemplo, una vez pesqué unos peces y quise llevarlos a casa. Sin embargo, el coche paró repentinamente, derramando el agua y los peces de la cubeta. Todos los peces murieron. Pronto después de eso, comenzó a dolerme el estomago. Pensé que debía ser por los peces que había matado. Cuando tuve este pensamiento, mi dolor de estómago desapareció.

En una ocasión, un profesor me pidió contestar a una pregunta en la clase, pero no supe la respuesta. Hizo todo lo posible para que me avergüence delante de la clase. Al principio, me sentí indignado, pero luego recordé que era un discípulo de Falun Dafa y que debía ser capaz de tolerar. Inmediatamente me sentí tranquilo otra vez.

En 1999, cuando comenzó la persecución, estaba en el octavo grado. Seguí estudiando el Fa en la casa cada día. Durante la secundaria, vivía en la escuela. Al principio, no podía estudiar el Fa para nada. Entonces, copié a mano Hong Yin y lo llevaba conmigo a la escuela para leerlo y memorizarlo. Tan pronto como regresé a casa para las primeras vacaciones de verano, estudié todas las enseñanzas del Fa de Shifu que se habían publicado para ese entonces. Me iluminé a que necesitaba validar el Fa y salvar a los seres conscientes.

Cuando regresé a la escuela, empecé a levantarme temprano en la mañana para dejar materiales de Falun Dafa en cada salón de clase. Les hablé a mis compañeros sobre Falun Dafa. Debido a que la carga de estudios era pesada, tenía que encontrar el tiempo para hacer los ejercicios y estudiar el Fa. Una vez, cuando estaba leyendo un libro de Dafa en la sala de estudio, entró mi profesor, vio lo que estaba leyendo y me quitó el libro. Me puse muy nervioso porque había visto que habían expulsado a otros estudiantes por practicar Falun Dafa. Durante varios días, estudié el Fa y envié pensamientos rectos intensamente. Luego, pedí hablar con el profesor. Le conté cómo había sufrido mi madre de asma, que no podía ser curada, y cómo desaparecieron sus síntomas después de que empezó a practicar Falun Dafa. Le conté cómo yo también había cambiado, y otros datos sobre Falun Dafa. Al final, estuvo de acuerdo que Falun Dafa es bueno y me dijo que no me reportaría.

Salvando seres conscientes mientras no podía regresar a casa

Fui arrestado ilegalmente en 2001, mientras iba de visita a la casa de un compañero practicante. En ese tiempo, era estudiante de secundaria. Pasaba por su casa y entré. No sabía que su casa estaba bajo vigilancia policial.

Me llevaron a una comisaría. Busqué maneras de escapar, pero no encontré nada. Entonces, comenzó a dolerme el estomago. Le dije al oficial que me estaba vigilando que necesitaba usar el baño. Me llevó al baño y esperó afuera. Una vez en el baño, me di cuenta de que la ventana no tenía seguro. Entonces, mi estómago dejó de dolerme, y me di cuenta que esto sucedió para que pudiera escapar.

Traté de abrir la ventana. El policía escuchó el ruido y entró. Cuando me vio allí, salió otra vez. Abrí la ventana con cuidado y salté. Una vez fuera, me di cuenta que había un muro de unos dos metros de altura. Sin mucho esfuerzo, pude escalar la pared en la oscuridad. A pesar de que los pedazos de vidrio roto arriba de la pared me cortaron en varios lugares, no sentí ningún dolor. Creo que Shifu me protegió.

Después de escaparme de la comisaría, sabía que ya no podía regresar a la casa. Vivir a solas a la edad de 18 años fue un gran reto para alguien como yo, acostumbrado a vivir en casa o con otros estudiantes. El aislamiento y la soledad son difícil de expresar en palabras. Me tomó mucho tiempo estudiar el Fa y acostumbrarme a vivir así.

Después de haber dejado la casa y la escuela, pasé la mayor parte de mi tiempo brindando soporte técnico y mantenimiento para diferentes sitios de producción de materiales. Aunque la mayoría de los practicantes encuentran difícil el trabajo técnico, para mí realmente no fue difícil. En poco tiempo, llegué a ser muy competente y me volví responsable de soporte técnico para un área grande. Muchas veces iba a otras ciudades para ayudar a los practicantes locales. Durante seis años, me mudé a menudo y encontré muchas dificultades. Pero me sentí honrado de ser capaz de asistir a Shifu en el período de la rectificación del Fa.

Cultivándome en la cárcel

Justo antes de los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008, el régimen comunista chino intensificó la persecución. Muchos practicantes fueron arrestados ilegalmente, incluyéndome. Fui severamente torturado en el centro de detención. Muchas veces pensé que me iba a morir, pero mi fe inquebrantable en Shifu y Dafa me ayudó a soportar. Fui sentenciado a 12 años en prisión debido a mi experiencia técnica.

En la cárcel no tenía acceso a los libros de Dafa. Leer el Fa era lo que más quería, y lamentaba que no había sido capaz de memorizar el Fa. Por casualidad, tenía una copia de la última enseñanza del Fa de Shifu. Nunca podré olvidar el momento en que posé mis manos sobre ella. ¡Mi corazón se regocijó! Memoricé el artículo completo de una sola vez. Incluso ahora, después de ocho o nueve años, aún lo recuerdo.

Sabía que otros practicantes en la cárcel deseaban leer las enseñanzas de Shifu también, y quería hacer eso posible. Pronto me pusieron en un lugar en donde tenía la oportunidad de entrar en contacto con otros practicantes en la cárcel. Creo que Shifu lo arregló para que pudiera ayudar a otros practicantes. Juntos, logramos hacer circular las últimas enseñanzas de Shifu a casi todos los practicantes en la cárcel. Aunque tenía miedo y nociones humanas mientras estaba haciendo eso, siempre sentí la protección de Shifu. Después de ser liberado de la prisión, todavía hice lo mejor que pude para difundir las enseñanzas de Shifu a los practicantes en la cárcel porque conocía por mi propia experiencia el intenso deseo de leer el Fa de Shifu cuando se te quita la libertad.

En la cárcel, recitaba el Fa y enviaba pensamientos rectos con frecuencia todos los días. Cuando tenía la oportunidad, les hablaba a otros internos sobre Falun Dafa y los convencía de renunciar al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas. Incluso en la cárcel, mi vida era plena. Solo cuando tenía apegos sentía que sufría.

Participando en el grupo de estudio del Fa

Después de que fui liberado de la prisión, los primeros días me sentí complaciente. Incluso no quería levantarme para hacer los ejercicios en la mañana. Pero siempre despertaba temprano. Si no me levantaba, me sentía muy incómodo. Solo cuando me levantaba y hacía los ejercicios me sentía mejor. Ahora me levanto cada mañana para hacer la práctica.

La mejora más grande en mi cultivación surgió cuando me uní a un grupo de estudio del Fa. Al principio, tuve muchos malos pensamientos cuando decidí integrarme. Mientras estudiaba el Fa con otros practicantes, me costaba mucho trabajo leer sin equivocarme. Había otras formas de interferencia, tales como la sensación de somnolencia. Pero cada vez después del estudio del Fa sentía mi mente clara y mi cuerpo ligero. El intercambio entre los compañeros practicantes también me ayudaron a mejorar. Después de un período de tiempo, ya no tuve este tipo de interferencias.

Cuando miro hacia atrás en mi camino de cultivación, me doy cuenta de que, a veces, no he tratado suficientemente en serio la cultivación. Me dejé aflojar. Shifu dijo:

“Pero cada minuto de tu vida, cada segundo, está en la cultivación, te estás malgastando a ti mismo, en este camino de cultivación estás malgastando el tiempo limitado, no transitaste bien tu camino” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015).

“En el momento en que te relajas, serás llevado por los corazones humanos y tomarás un desvío, y cooperarán pobremente entre ustedes mientras validan el Fa y aclaran la verdad”. (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009).

Ahora entiendo que cada pensamiento es crucial. Atesoraré el pasado y caminaré bien mi sendero en el tiempo que queda.