(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa en los Países Bajos se reúnen en un lugar especial los domingos, llamado el Palacio de la Paz (donde se aloja la Corte Internacional de Justicia), para difundir públicamente la práctica y generar conciencia sobre la persecución que está teniendo lugar en China. Muchos turistas visitan este lugar diariamente, incluyendo muchos autobuses llenos de visitantes chinos. Los guías turísticos a veces toman material informativo del puesto de Falun Dafa para distribuirlo entre los turistas.

Una vez un hombre condujo a su invitado hasta los paneles informativos de Falun Dafa. Ambos eran chinos. Le preguntaron a una occidental, que se encontraba en la cabina, si practicaba Falun Dafa. Respondió que sí, y los chinos, que se han vuelto en contra de Falun Dafa por la propaganda que escuchan en China, se asombraron al escuchar que hay gran cantidad de occidentales que lo practican.

En el Palacio de la Paz en La Haya, Holanda.

Sensibilización en el Palacio de la Paz de La Haya en Holanda.

La misma practicante occidental trató de entablar una conversación con otro turista chino, contándole la verdad sobre la persecución que sufre Falun Dafa. Aunque al principio se negó a hablar, acabó diciendo: "Sabes, esto me avergüenza, especialmente lo de la sustracción forzada de órganos que sufren los practicantes de Falun Dafa. Como chino, me siento culpable". Cuando el practicante le aclaró que no era el pueblo chino el que perseguía a Falun Dafa, sino el partido comunista, su rostro se iluminó. Con gusto, tomó un ejemplar de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista.

Además de participar en las actividades al aire libre, esta practicante también informa sobre la persecución a Falun Dafa, a las personas que conoce a través de su trabajo o en otros lugares.

Un día en el trabajo se reunió con el jefe de uno de los consejos de distrito de su zona. Cuando le entregó un volante de Falun Dafa, afirmó: "He estado en China y he conocido a esta gente. Son buena gente. Mantuve una buena conversación con ellos en China. Se preocupan por el medio ambiente y por nuestro futuro. Se preocupan por la humanidad. Pero al gobierno chino no le gustan. Por ejemplo, si un río en China está contaminado y tratan de hacer algo al respecto, el gobierno dice que están en contra del gobierno. Y puedo decirte que los ríos en China están muy arruinados y contaminados... el agua a veces se ve roja".

La practicante le preguntó: "¿Cómo te las arreglaste para hablar con ellos [con los practicantes de Falun Dafa en China]?".

Respondió: "En inglés. Hablaban muy bien inglés. Te lo digo, en China están pasando cosas terribles, pero estos -dijo agitando el volante- ¡son buenas personas!".