(Minghui.org) Tengo 53 años y empecé a practicar Falun Dafa en 1996.

En enero de 2018, experimenté una tribulación de enfermedad que se convirtió en una prueba de vida o muerte contra la interferencia del mal. Durante este tiempo, creí firmemente en Shifu y en Dafa, y finalmente superé la persecución del mal. Quiero compartir mis experiencias durante esta tribulación.

La aparición de síntomas de enfermedad

Una noche, después de enviar pensamientos rectos a las 6:00 de la tarde y cenar, empecé a sentir náuseas. Todavía me quedaba tiempo antes de salir a estudiar Fa en grupo, así que decidí recostarme un rato. Pero cuando llegó el momento de irme, estaba vomitando, me sentía débil y afiebrada. No tenía suficientes pensamientos rectos en ese momento, así que decidí saltarme el estudio del Fa esa noche.

Al día siguiente, ya no vomitaba, pero seguía sintiéndome débil y con fiebre. Estaba tosiendo mucha flema y, cuando giraba en la cama, sentía como si el pecho estuviese desgarrado. Solo podía caminar lentamente y no tenía energía para hacer los ejercicios.

Al tercer día, pensé: "No puedo dejar de estudiar el Fa o de hacer los ejercicios". Así que empecé a hacer un ejercicio tras otro, y a tomar descansos entre uno y otro. Pero mi condición no mejoró, y ni siquiera pude juntar energía para comer. Quedé tan débil y sin aliento que ya no podía subir escaleras ni cargar a mi nieto.

Posteriormente, empecé a toser sangre. Un pensamiento impuro apareció en mi mente: "Tus pulmones están fallando". Le dije a este pensamiento: "No tengo corazón ni pulmones porque mi cuerpo está hecho de materia de alta energía". Luego, el mal creó síntomas de cáncer en mi pecho derecho, y me dijo: "Tienes cáncer de pecho". Yo le respondí: "Deja de crear estas ilusiones. No tengo ninguna enfermedad en mi cuerpo".

Shifu dijo:

"Aquí no practicamos qi. No necesitas practicar cosas de tan bajo nivel, y te empujaremos más allá, haciendo que tu cuerpo alcance un estado libre de cualquier enfermedad" (Zhuan Falun).

La interferencia del mal persiste

Pero el mal persistió: "¡Deberías ir al hospital!". Le dije al mal: "Mi Maestro ha dicho: "¿Y cómo podría la gente común curar la enfermedad de un ser divino?" (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles, 25 de febrero de 2006).

Mientras recitaba el Fa, envié pensamientos rectos para limpiar los síntomas del cáncer de mama creados por el mal. Los síntomas del cáncer finalmente desaparecieron, pero mis otros síntomas empeoraron y vomité sangre durante los dos días siguientes.

En ese tiempo, la interferencia del mal empeoró. El mal me dijo: "Deberías tan solo renunciar a esta sucia piel humana", y le respondí: "Aunque esta piel humana no parece mucho, es muy preciosa para mí. ¡Todavía la necesito para practicar los ejercicios, transformar la materia de alta energía, llegar a la consumación y volver a casa con mi Shifu!". El mal entonces dijo: "Tu compañero practicante de Falun Dafa, que murió de yeli de enfermedad, ya se ha ido. Tú también deberías ir". Yo le respondí: "Ese es su camino. En cuanto a mí, debo seguir al Maestro Li hasta el final".

Justo entonces, recordé que Shifu dijo:

" … durante el período de la rectificación del Fa, los discípulos no deben marcharse hasta que la rectificación del Fa haya acabado" (Los discípulos de Dafa en el período de la rectificación del Fa, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

"Lo importante para un cultivador son los pensamientos rectos. Cuando tienes fuertes pensamientos rectos, eres capaz de resistir cualquier cosa y hacer cualquier cosa. Eso es porque eres un cultivador: alguien que está en un camino divino y que no es controlado por los factores de la gente común o principios de bajo nivel" (Exponiendo el Fa en la Ciudad de Los Ángeles).

Después de recitar estas líneas, dije al mal: "Ya oyeron lo que dijo el Maestro Li. No estoy afectada por los factores de la gente común ni por los principios de bajo nivel. Así que no me preocupan el nacimiento, la vejez, la enfermedad ni la muerte".

Poco después, el mal volvió y dijo: "Tu qi primordial está herido". Recordé que el Maestro había dicho, "... solo una persona con gong de alto nivel puede tocar ese qi primordial" (Zhuan Falun).

Así que le dije al mal: "Nadie puede tocarme. Tengo a Shifu y tengo a Dafa, incluso el universo fue creado por mi Shifu". Luego recité un parrafo de Lunyu: "Dafa es la sabiduría del Creador. Él es el cimiento para la apertura del Cielo, la formación de la Tierra y la creación y evolución del cosmos" (Lunyu, Zhuan Falun).

Después de eso, envié pensamientos rectos: ¡eliminar completamente todos estos malos pensamientos!

Fortaleciendo los pensamientos rectos

Cuando empecé a experimentar por primera vez yeli de enfermedad, no pasé realmente tiempo enviando pensamientos rectos para corregir mi estado, ni estudié seriamente el Fa. Solo hacía los ejercicios y no los hacía con sinceridad. Después de algún tiempo, me di cuenta de que había estado alimentando al mal, y no podía aceptar su continua persecución. Como me estaba quedando con mi hijo en ese momento, decidí regresar a mi propia casa.

Al día siguiente, me senté y envié pensamientos rectos seriamente, pero no pude calmar mi mente. Entonces pensé en las palabras de Shifu: "el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos" (Eliminen la interferencia, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Así que estudié el Fa durante media hora y envié pensamientos rectos durante media hora. Alterné entre los dos durante toda la mañana. Mientras enviaba pensamientos rectos, le pedí a Shifu que fortaleciera mis pensamientos rectos: "Soy un dizi de Shifu, y estoy cultivando la ley del universo que rectifica todas las cosas impuras. A través de la cultivación de Dafa puedo corregir los apegos y las faltas de mi persona ordinaria. No permitiré que las viejas fuerzas interfieran o me persigan -¡solo Shifu puede determinar mi destino!".

Por la tarde, me detuve a descansar. El mal regresó para interferir: "No puedes mantener tu nivel de xinxing, deberías dejar de cultivarte". Entonces recité el FA, "... porque los que se cultivan son seres humanos, no dioses. Entonces, como son seres humanos cultivándose, los pensamientos humanos se mostrarán durante la cultivación… " (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos), y " todo el proceso del xiulian del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones de apego del hombre" (Zhuan Falun).

Le dije al mal: "Me cultivaré bajo el Maestro Li hasta el fin. Que lo logre o no depende del Maestro Li y no de ti!". Continué estudiando el Fa y enviando pensamientos rectos con mi esposo. Finalmente me detuve a las 5:00 p. m. En ese momento, un pensamiento se materializó en mi mente: "Estarás bien mañana". Le respondí en mis pensamientos: "Si este es el Maestro Li, gracias, Shifu. Si es el mal, entonces puedes dejar de jugar tus juegos. Lo único que te espera es ser eliminado".

Al día siguiente, dejé de vomitar sangre. Sin embargo, todavía me sentía débil y solo podía caminar lentamente. Me dije: "Mi cuerpo está hecho de materia de alta energía, ¿por qué sigo en este estado? ¿No es eso lo opuesto a las enseñanzas de Shifu?". Recordé lo que dijo Shifu:

"... puedes sentir todo el cuerpo liviano y cuando caminas es como si generaras viento. En el pasado te cansabas después de caminar solo unos pasos; ahora no importa cuán lejos camines, sientes que no necesitas esforzarte; si andas en bicicleta sientes como si alguien te empujara; al subir la escalera, no importa cuán alto es el edificio, no te cansas; está garantizado que es así" (Zhuan Falun).

Así que envié pensamientos rectos para eliminar inmediatamente este estado anormal, y encontré que mi cuerpo estaba una vez más lleno de energía y era capaz de caminar rápidamente.

Después de recuperarme, empecé a salir sin la ayuda o el acompañamiento de mi esposo. Negándose a rendirse, el mal me dijo: "¡Ja! Vas a salir sola. ¡Eres hombre muerto!". Querían aprovecharse de mí. Yo les dije: "¡Tú eres quien está muerto! ¡Estoy protegida por el Maestro Li, nadie puede tocarme!". 

Recité las enseñanzas de Shifu: "Mis raíces están todas atadas al universo, y quien pueda tocarte a ti, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, él ya puede tocar a este Universo" (Zhuan Falun). Cuando los malvados vieron que no podían tocarme, se rindieron y dejaron de interferir.

Mirando hacia adentro después de vencer la tribulación

Esta tribulación duró casi medio mes, y durante este tiempo no miré bien dentro de mí. Durante la tribulación, no me preocupaba si podía vencerla o no. También me negué a dejar que las viejas fuerzas me persiguieran, y tuve fe en el poder ilimitado de Shifu y de Dafa. Después de superar la tribulación, empecé a mirar hacia adentro. Debido a que había estado tan ocupada cuidando de mis mayores, no había estudiado seriamente el Fa durante los últimos meses, y no me había mantenido al día con el envío de pensamientos rectos. Además, prácticamente había dejado de aclarar la verdad. A veces, no me concentraba cuando estudiaba el Fa, o mantenía mi xinxing mientras enviaba pensamientos rectos. En resumen, esta tribulación se produjo porque no había sido diligente.

Shifu nos dijo:

"Cuando emerge ese pensamiento recto, nada te puede detener, por eso los que tienen más interferencia, los que son más fuertemente perseguidos, son en su mayoría los practicantes que no son tan diligentes o que no estudian constantemente el Fa, o que cuando están estudiando su pensamiento está en otras cosas, a ellos le pasa esto. Sin embargo, los Dafa dizi que se cultivan muy bien realmente no pueden ser interferidos ni un poquito, además tienen pensamientos rectos muy fuertes y, al mismo tiempo, están ayudando a los demás, realmente ayudando a Shifu en la rectificación del Fa" (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010).

Esta vez, pude superar la tribulación de la enfermedad y la interferencia del mal, y fue completamente a través de la protección y el apoyo misericordioso del Maestro Li, así como el poder ilimitado de Dafa. ¡Realmente sentí la grandeza de Dafa y de Shifu! Tener fe en Shifu y en Dafa es la única manera para superar verdaderamente una tribulación de enfermedad.