(Minghui.org) Lin Huiyi, de 33 años, comenzó a practicar Falun Dafa, en 2003 para eliminar su insomnio, depresión, arritmia y trastornos nerviosos. Probó tanto la medicina occidental como la china, e incluso acudió a una variedad de cardiólogos, ginecólogos y psiquiatras, pero su estado no mejoraba. 

En ese momento, Lin vivía con su esposo y con su familia, que estaba constituida por nueve personas, desde hace 11 años. 

“Mi suegra tenía que saber, cuando salía de casa o si salía para hacer algunas diligencias y sin importar dónde estuviera, tenía que aparecer rápidamente delante de ella”.

Además, tenía que soportar su estrés y sus quejas, pero también tenía que ocuparse constantemente de todos y cada uno de los familiares, incluida su suegra, sus hijos, su cuñado y su familia.

Otra forma de ver la vida: Lin Huiyi, después de practicar Falun Dafa. 

La suegra de Lin tenía muy mal carácter y una personalidad dominante, todo el mundo tenía que seguir sus órdenes y no había lugar para el diálogo. 

"Tengo el rango más bajo en casa. Por lo tanto, se me asigna gran parte del trabajo difícil. Por ejemplo, tengo que ir al supermercado a comprar alimentos y artículos de primera necesidad para toda la familia y llevarlos a casa, sola. Mi suegra siempre me llama la atención y me insulta. Con frecuencia me sentía tratada injustamente. Pero como tenía una fuerte personalidad y tenía grandes expectativas de mejorar, me negué a mostrar algún signo de ofensa hacia los demás". 

Lin dio a luz a su hija mayor tres años después de casarse. Se suponía que iba a ser un momento de celebración, pero el control que su suegra ejercía, hizo que las cosas fueran muy estresantes. Como quería preservar la armonía en la familia, no emitía queja alguna. 

Las cosas no cambiaron, un año después de que su hija menor nació. Lin sería increpada por su suegra si mostraba preocupación por sus hijos.

Comenzando la cultivación y experimentando la pureza

Las estresantes condiciones del hogar, hicieron que la salud de Lin se deteriorara, primero mentalmente con su depresión y luego físicamente con todos sus demás síntomas. Cuando parecía que no podía encontrar ninguna cura para sus enfermedades, el padre de la compañera de clase de su hija le presentó el libro Zhuan Falun en 2004. 

"En ese momento, tenía muchas enfermedades en mi cuerpo, pero nadie podía encontrar la causa", dijo Lin. "Lo peor fue mi insomnio. Estaba muy cansada, pero mi cerebro estaba muy despierto y no podía dormir. Ningún médico podía curarme. Sin embargo, asombrosamente me quede dormida fácilmente, tres o cuatro días después de leer Zhuan Falun". 

"Después de descansar muy bien, esa noche, quise aprender más y leer el libro. Entonces leí que Falun Dafa es una práctica que cultiva tanto la mente como el cuerpo, y que requiere la práctica de los ejercicios. Así que traje un video de los ejercicios a casa para aprender".

"Me asombró ver al Maestro, con el pelo rizado y azul en la televisión. El Maestro se veía muy solemne y sagrado con una túnica monástica amarilla. En ese momento, pensé que era una peluca y me pregunté por qué su cabello era azul. Justo cuando me sentía desconcertada, la imagen desapareció de repente. Cuando se lo compartí a otros practicantes, me enteré de que, lo que vi ese día fue el fashen del Maestro".

Los ejercicios de Falun Dafa, aunque son fáciles de aprender, pueden mejorar notablemente la salud. 

Lin todavía recordaba la primera vez que hizo el segundo ejercicio:

"Cuando estaba practicando el segundo ejercicio, sudé profusamente, tenía que estar parada allí y sin moverme. No podía dejar de sudar, ni siquiera cuando el ventilador estaba encendido. No estoy exagerando. Una vez que terminé de practicar, todos los canales de mi cuerpo se abrieron. Fue como si todo mi cuerpo se estuviera armonizando. Sabía que el Maestro estaba limpiando mi cuerpo".

Lin haciendo el quinto ejercicio, en el Salón conmemorativo Chiang Kai-shek en Taipéi.

La Sra. Lin meditando. 

Lin sentía que entraba en tierra pura, cuando comenzó a leer el libro. Sus enfermedades y los sentimientos fuertes hacia su suegra desaparecieron gradualmente a medida que se asimilaba a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, en su vida diaria.

Desarrollando benevolencia

Con los principios de Falun Dafa, entendió que todas las relaciones entre las personas son causadas por el yeli y que el maltrato que recibía de su suegra era el pago de una deuda de yeli, de una vida anterior. Cuando leyó el Fa y se cultivó, se dio cuenta de que podía ver la esencia de los problemas y realmente ver las cosas desde el punto de vista de la otra parte. Su relación con su suegra se volvió agradable y armoniosa.

Lin dijo: "Hay un párrafo en Zhuan Falun que dice: "Debemos mantener a toda hora un corazón de misericordia y un estado mental sereno. Entonces, si te encuentras de repente con algunos problemas, podrás resolverlos bien. Frecuentemente, si tu corazón siempre es así de sereno y misericordioso, cuando de repente aparece un problema, te da margen para amortiguarlo y reflexionar” (Zhuan Falun).

"Memoricé este principio y resolví los problemas como una cultivadora. Siempre que surgía un conflicto con mi suegra, podía ver las cosas desde su perspectiva".

Antes, se angustiaba fácilmente y se sentía ofendida por la actitud dominante y las palabras insensibles de su suegra, pero ahora podía mirarse adentro y controlar sus emociones negativas, cuando surgían conflictos.

"Hace tres años, mi suegra tuvo un derrame cerebral y no podía hablar", dijo Lin. "Como tenía miedo de que la tratáramos mal, no se atrevía a hacer nada por su estado de salud. En ese momento, dejé atrás todos los malentendidos que tuve y la abracé sinceramente, y le dije: Estamos a tu lado, no tengas miedo". Lloró cuando oyó esto y se sometió voluntariamente al tratamiento".

"A finales de junio de este año, se sometió a una cirugía de cáncer de mama. La cuidábamos y a menudo la acompañábamos al hospital. Aunque a veces tenía dificultades para recordar cosas y a veces nuestras conversaciones no tenían el mismo punto de vista, sonreía inocentemente cada vez que veía las palabras 'Falun Dafa es bueno' en mi remera".

Ayudando a otros

Lin se sintió beneficiada y quiso personalmente contarles a otros, lo maravilloso que es Falun Dafa.

Sin embargo, debido a la censura en China, no pudo difundir la práctica. Es por eso que buscó el apoyo de su esposo y de su suegra, para poder viajar y participar de las actividades turísticas en Taiwán y poder crear conciencia sobre Falun Dafa. Fue de vacaciones, solo para informarle a los turistas chinos sobre la persecución a Falun Dafa y también sobre cómo la práctica se extendió por todo el mundo.

En una ocasión, la Sra. Lin saludó a tres turistas chinos que fumaban en el salón conmemorativo Sun Yat-sen.

Lin dijo: "Hola. Bienvenido a Taiwán. Actualmente, Falun Dafa se practica en más de 100 países y regiones. Cuando Jiang Zemin persiguió por primera vez a Falun Gong, seis de los siete miembros del comité permanente del politburó no estuvieron de acuerdo con su decisión, pero insistió en hacerlo solo, matando a mucha gente que intentaban ser mejores personas. El mundo sabe que la autoinmolación de la Plaza Tiananmen es un engaño".

Los turistas no se atrevieron a mirarla y caminaron rápidamente hacia el autobús turístico. De repente, el tercer turista se volvió y se acercó a ella.

"Lo sabemos todo", dijo.

Lin aprovechó rápidamente esta oportunidad y dijo: "Señor, permítame darle un alias para que renuncie al partido comunista chino (PCCh)".

Sonrió y estuvo de acuerdo.

"Mientras los veía salir en su autobús, ¡me conmoví mucho! Esa fue la primera persona a la que convencí de que renunciara al PCCh", recuerda.

Otra día, Lin habló con tres ancianos en Taipéi 101: "¿Recuerdan la vez que sostuvieron el puño y juraron al cielo que sacrificarían su vida por el PCCh? Por eso, estarán implicados, cuando el partido sea castigado por sus crímenes. Todos somos gente de buen corazón. Es importante hacer las tres renuncias y salvarte".

La Sra. Lin notó que un hombre asintió con la cabeza firmemente, mientras otra mujer accedía a renunciar. Sin embargo, la tercera mujer se quedó callada.

Se negó a darse por vencida y continuó hablándoles de las malas acciones del PCCh y de la importancia de renunciar al partido. Lin recordó: "Luego, cuando me preparaba para acercarme a los otros turistas, el hombre tocó rápidamente el hombro de la mujer y le dijo: '¡Renunciemos!'. Fue en ese momento, cuando me di cuenta de que eran pareja. La mujer asintió por sugerencia de su marido y rápidamente les di un alias".

"El hombre tomó prestado mi bolígrafo para escribir sus nombres y los de su esposa en el espacio en blanco de mis materiales de Falun Dafa. Cuando doblé cuidadosamente el papel y lo puse en mi bolsillo, miré a la mujer y me di cuenta de que sonreía".

"Comprendí que, mientras sea bondadosa con los demás desde el fondo de mi corazón, mis palabras los conmoverán", dijo.

También relató un momento que la dejó muy impresionada.

"Una vez conocí a un joven que pasó por Taipéi 101 en bicicleta. Le dije que no iba a poder ver en China la información escrita en las pizarras y que podía usar su teléfono celular para tomar una foto y enviársela a su familia y amigos". 

"Contestó amablemente: 'Lo sé todo'". Cuando le pregunté si había hecho las tres renuncias, sacudió su cabeza y le dije: 'Usemos el nombre de Zi Hao para renunciar'". Al oír esto, sus ojos se abrieron de par en par y quedó boquiabierto. Dijo, '¡ese es mi verdadero nombre!'. Cuando escuché esto, estaba tan emocionada".

La Sra. Lin ha estado contándole a la gente sobre Falun Dafa en los sitios turísticos durante cinco años y a veces, sus hijas venían y la ayudaban a sostener sus carteles para que los turistas pudieran verlos.

"Espero sinceramente, que aquellos que tienen una relación predestinada, puedan conocer las maravillas de Falun Dafa y sepan que el PCCh continúa persiguiendo a las personas buenas. No recibo dinero, ni fama por usar mi tiempo libre para estar en estos sitios turísticos. No tengo otra intención que la de hacer que el pueblo chino entienda a Falun Dafa", agregó.