(Minghui.org) La prisión para mujeres de la provincia de Jilin comenzó una intensa campaña en contra de las practicantes de Falun Dafa en mayo de 2018, colocándolas en una "brigada de disciplina".

No permiten visitas familiares ni llamadas telefónicas. No permiten que las practicantes compren alimentos. El gasto mensual se ha limitado a 20 yuanes. Las practicantes han sido forzadas a sentarse en bancos diminutos desde las 5 a. m. hasta las 9 a. m.

Los guardias de la prisión del quinto pabellón de reclusión dijeron a las familias de las practicantes que no podrían visitar a quienes se negaran a abandonar su creencia. Si las practicantes aceptaban dejar de practicar y escribían una "declaración de garantía", la familia podía visitarla de inmediato.

Durante la campaña de 100 días, muchas practicantes fueron brutalmente torturadas: mediante alimentación forzada, quebrándole sus dedos, con golpes en el rostro con objetos punzantes, y más. Algunas practicantes no pudieron soportar la tortura y cedieron.

A principios de mayo, algunas familias recibieron llamadas telefónicas de la prisión en las que se les comunicaba que las visitas familiares mensuales habían sido canceladas. Las llamadas telefónicas regulares con la familia también fueron canceladas.

La prisión de mujeres de la provincia de Jilin también se llama prisión de mujeres de Heizuizi de Changchun, y es conocida por utilizar la tortura para inducir a las practicantes a abandonar su creencia. Jia Dingxin y Wu Zeyun, exdirectores de la prisión, establecieron pabellones especialmente designados para perseguir a las practicantes.

Desde 2002, 21 practicantes han muerto como resultado de la persecución mientras estaban en prisión: Yu Lixin, Jiang Chunxian, Han Cuiyuan (Han Chunyuan), Deng Shiying, Yang Guiqin, Yang Guijun, Zhao Yanxia, Ma Yuhuan, Sun Xiuxia, Wang Shiqin, Chang Guiyun, Wang Yanqin, Yu Guoqing, Cong Guixiang, Wang Xiuyun, Chen Shuqin, Liu Shuyan y Huo Runzhi.

Tres practicantes fueron severamente torturadas en prisión y fallecieron poco después de regresar a sus hogares. Son Zhang Ping, Ma Shiyan y Wang Yan.

Por lo menos tres practicantes quedaron discapacitadas debido al abuso que sufrieron: Yu Cuilan, Xiang Lijie y Liu Xia. Al menos cinco practicantes quedaron mentalmente discapacitadas: Ban Huijuan, He Hua, Yang Mingfang, Wang Guohua y Li Yuanmei.