(Minghui.org) El Maestro Li, fundador de Falun Dafa, expresó en "Sean más diligentes":

"Todos necesitan hacer esto ahora, empiecen a cultivarse a ustedes mismos".

Estas palabras realmente me sorprendieron, y las observé por un largo tiempo. Decidí que había llegado la hora de cultivarme de verdad, e incluso estaba seguro de que podía "comenzar a cultivarme". Entonces sucedió algo sorprendente. De repente, sentí que algo se aligeraba en mí. Esa fue la primera vez que experimenté algo así en mi cultivación.

Antes de tomar la decisión, la cultivación resultaba ser un proceso lento y doloroso. Sin embargo, lo que experimento en la actualidad es completamente diferente. Siento que estoy elevando el nivel de la manera adecuada. Me sorprendió descubrir que conseguía destruir rápidamente aquellos malos pensamientos y nociones que antes encontraba difíciles de erradicar. Ahora, velozmente, los problemas se resuelven y todo se rectifica. Puedo apartar a un lado las cosas que antes no lograba abandonar.

La profundidad de Dafa

Desde que "empecé a cultivarme" todo se ha vuelto más simple, más claro, más fácil y más puro. Una vez más he experimentado la profundidad de Dafa.

El Maestro Li enseñó:

"...la gran vía es sencilla y fácil" (DA YUANMAN FA - Vía de la Gran Perfección).

Había olvidado este principio del Fa después de vivir en el complejo entorno de China todos estos años de persecución.

Descubrí que en un nivel profundo aún poseía la noción de "querer validarme" y "ser egocéntrico", el cual era un concepto obstinado y difícil de eliminar. Cuando realmente "empecé a cultivarme", mis apegos se eliminaron de raíz, dejando solo algunos pequeños rastros en la superficie. Ahora, cuanto más tiempo mantengo mis pensamientos rectos, más elementos perversos pueden ser eliminados con rapidez.

Solía mirar las deficiencias de los demás, centrándome en las cosas que no me satisfacían. Aunque sabía que no debía hacerlo, estos pensamientos surgían cada vez que encontraba conflictos. Por ejemplo, en una ocasión, cuando arrestaron a un practicante, no logré reprimir ni eliminar mis pensamientos negativos. Ahora puedo mirar hacia adentro de inmediato, encontrar mis defectos, aplicar formas de mejorar y resolver el problema de manera eficiente.

Antes, al tocar ciertos temas, cuando mi opinión no coincidía con las de otros practicantes me volvía pasivo o evitaba la confrontación. Me sentía triste y ofendido cuando los practicantes me malinterpretaban. Cuando encontraba problemas en la vida diaria, daba vueltas en círculos y tardaba mucho en resolver el problema. Ahora me siento conectado con el mecanismo de "cultivarme", por lo que automáticamente miro hacia adentro cuando surge un problema, y soy más tolerante y pacífico.

Si todos podemos "cultivarnos" bien, entonces cada practicante será extraordinario; podremos cooperar entre nosotros y formar "un solo cuerpo". Cuando las viejas fuerzas no pueden encontrar ninguna brecha ¡nos convertimos en una fuerza indestructible!

¡"Cultivarme" es algo maravilloso!