(Minghui.org) Han pasado casi 20 años desde que comencé a practicar Falun Dafa. Mirando hacia tras, lo que alguna vez parecía insoportable ya no lo parece. Mi tolerancia se ha hecho más fuerte con los tiempos difíciles. La interferencia o problemas que aparecen repentinamente ya no me molestan como antes, y mi corazón se ha expandido.

Es verdad que cuanto uno sacrifique tanto obtendrá.

Coordinando en tiempos difíciles

Comencé a practicar Falun Dafa en septiembre de 1998, así que era una practicante relativamente nueva cuando el PCCh lanzó la persecución en 1999. Uno tras otro los coordinadores y practicantes veteranos fueron arrestados ilegalmente durante los dos primeros años de persecución.

Sin saber nada sobre coordinar, acepté hacerlo cuando el mal todavía estaba desenfrenado. Persistí solo por mi fe en Dafa y mis pensamientos rectos.

Visité a los practicantes y compartí mi entendimiento, los alenté a dar el paso adelante, e hice lo que un practicante de Dafa tiene que hacer.

Siendo diligente en la prisión

Me sentenciaron a tres años de prisión en 2001. Me junté con otras practicantes para validar Dafa y resistir la persecución en la prisión. Esos fueron tiempos extremadamente difíciles, pero con mi fe y el poderoso refuerzo de Shifu, no tenía miedo de nada. Cuando los guardias golpeaban a los practicantes por hacer los ejercicios, yo detenía a los guardias.

Bajo la larga e intensa persecución, una practicante vaciló. Le recité el Fa y desperté sus pensamientos rectos. Algunos no podían soportar la tortura y renunciaron a Dafa. Hice todo lo posible para ponerme en contacto con ellos. Les escribí cartas, compartí mis entendimientos, y les recité el Fa.

Un día, los practicantes de toda una sección de la prisión resistieron la persecución juntos al negarse a usar los uniformes o repetir sus números de prisionero. Esos que renunciaron a Dafa anularon sus declaraciones. También participaron en resistir la persecución.

Escuché a decenas de practicantes de diferentes celdas gritar simultáneamente: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Restituyan el nombre de Shifu!” Mi corazón estaba lleno de alegría. Estaba tan feliz de que los practicantes que habían sido presionados para renunciar a Dafa regresaron. Cuando me liberaron, llevé conmigo una lista de las decenas de nombres de practicantes que querían hacer declaraciones solemnes para anular sus renuncias a Dafa.

Fui torturada, me pusieron en confinamiento solitario, y sufrí un montón, pero todo el tiempo sentí el refuerzo de Shifu. No estaba triste ni nerviosa; en vez, siempre estaba sonriendo.

Tolerar es xiulian

Después de salir de prisión, retomé el rol de coordinadora. Alenté a otros practicantes a aclarar la verdad sobre Dafa y me involucré en proyectos.

En el complicado ambiente de China, tenía que lidiar con un montón de conflictos, y pruebas de xinxing, además de la despiadada persecución.

Me han malinterpretado y regañado algunos practicantes. Me he sentido devastada física y mentalmente, y sentí mucho dolor, como si estuviera enferma. Mientras coordinaba, puse mucho esfuerzo y traté de cubrir todo, no obstante, aun así me culpaban cuando las cosas salían mal.

Mantuve todo para adentro para que todos cooperen entre sí. Pero mi tolerancia y silencio eran pasivos e inútiles, lo cual es diferente de no tener el corazón movido por estar asimilado a Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Eso significa que en la superficie parecía estar bien, pero apenas llegaba a casa, lloraba y estada despierta toda la noche. Casi renuncio a coordinar.

Shifu dijo:

“El Ren, es la clave para mejorar el xinxing de uno. El aguantar con odio, quejas o lágrimas es el Ren de una persona común que está apegada a sus recelos. Sólo el aguantar completamente sin ningún odio ni queja alguna es el Ren de un cultivador” (Qué es Ren, Escrituras esenciales para mayor avance).

Entendí que la tolerancia es un reino que requiere una base sólida en la cultivación, lo cual se construye con un sólido estudio del Fa. Por eso, me alenté a mirar hacia dentro incondicionalmente para encontrar dónde me faltaba convicción.

Miré hacia dentro y me di cuenta que mi tolerancia selectiva era por el bien de diferentes preocupaciones, como minimizar conflictos y salvar la cara. La verdadera tolerancia significa que el corazón de uno no está movido.

Hasta hace unos años juzgaba a los practicantes con mi propio estándar. Si alguien discutía conmigo, usualmente guardaba una opinión negativa sobre esa persona. Algunos practicantes de repente perdían sus temperamentos, y otros pensaban que estaba peleando sin razón y que no se habían cultivado bien. De hecho, era causado por mis pensamientos no rectos y por tener pensamientos negativos hacia ellos.

Templada por pérdidas y resentimientos una y otra vez, mejoré con el estudio del Fa y cultivación constante. Maduré y me puse lúcida poco a poco. Constantemente me recordé de restringir mis pensamientos humanos. Son embrollarme con pensamientos de reputación, ganancia personal, y sentimientos, la tolerancia se hizo muy natural.

Usando la compasión de un practicante para lidiar con los conflictos

Después de presentar las querellas contra Jiang Zemin, el exlíder del régimen comunista, en junio de 2015, varios practicantes intercambiamos entendimientos sobre si debíamos o no aclarar la verdad a la seguridad pública, la procuraduría y la corte.

Unos días después, uno de los practicantes vino a verme. Estaba furioso, porque había entendido que el intercambio que tuvimos el día anterior era una trama para dejarlo expuesto y humillarlo.

Enumeró todas las cosas que le disgustaban de mí, todas las cosas que se había estado guardando. Dijo que cortaría todo contacto conmigo, dejaría de trabajar conmigo, y renunciaría al proyecto de Dafa que estaba liderando.

Escuché hasta que terminó, y luego me disculpé sinceramente.

“Tengo tantas fallas que ni siquiera me doy cuenta. Espero que puedas ayudarme a superarlas. Por eso, ¿cómo puedes dejar de trabajar conmigo? ¿Acaso Shifu no nos pide que coordinemos? No somos gente común, y tenemos misiones. Superaré mis fallas. Pero tenemos que seguir trabajando juntos”.

Su expresión de enojo cambió, y también sus ojos. Luego, como si nada hubiera pasado, habló con un tono normal.

Cuando uno da un paso atrás en un conflicto, es verdaderamente como dice Shifu: “¡tras el verde oscuro del sauce, se hallan resplandecientes flores y otra nueva aldea!” (Zhuan Falun).

En vez de sentirme maltratada como antes, salí a aclarar la verdad como habíamos planeado –primero al buró de justicia y luego a otra institución. La primera persona entendió la verdad y la segunda renunció al partido y sus organizaciones.

Mirando hacia dentro

Entré en una discusión con otra practicante, y le marqué bruscamente unos problemas que sentía que tenía. Se enojó y dijo: “Eres realmente desagradable. Mírate en el espejo. ¿Quién eres?”. Luego me mostró la puerta.

Muchos de mis apegos humanos –no aceptar críticas, ego, el no gustarme los comentarios desagradables– se movieron y provocaron mi corazón. Mis manos temblaban y mi corazón se retorcía.

Se me llenó la cara de lágrimas apenas salí por la puerta. Afortunadamente, tuve una tanda de pensamientos rectos y me dije constantemente de mirar hacia dentro. Rápidamente me recuperé y me determiné a dar un vuelco en mi xiulian.

Shifu dijo:

“Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse” (Zhuan Falun).

Este incidente me empujó a estudiar mucho el Fa y a memorizarlo. Mis pensamientos humanos regañaban. Rechacé enérgicamente estos sentimientos movidos mientras llenaba mi mente constantemente con el Fa. Recité una y otra vez el poema de Shifu:

“Cultivador practicante
Busca tú mismo los errores
Elimina todo tipo de corazones humanos
No te quedes atrás en grandes pruebas, pequeñas pruebas, no pienses en caer
El que tiene la razón es él
El que está equivocado soy yo
¿Por qué contienden?” (Quién tiene razón, quién no, Hong Yin III).

Mirando hacia dentro, me di cuenta que el problema estaba dentro mío. Contaminada por el adoctrinamiento del partido, mi pensamiento lleno de lucha y mi habitual comportamiento de mirar hacia afuera dominaban mis acciones cuando surgían los conflictos, y mi tono de voz acusaba sin tener consideración por los sentimientos de los demás.

Porque fallé en ser tolerante y en proteger mi xinxing, abrí una brecha entre esa practicante y yo, y perdí una oportunidad para mejorar.

Por un periodo de tiempo me reajusté, y luego fui a verla. Compartí sinceramente lo que había encontrado después de mirar hacia dentro y le dije que dejaría ir mis pensamientos humanos para que pudiéramos coordinar bien.

Ella también miró hacia dentro, y la separación entre nosotras desapareció con el poder de los pensamientos rectos.

Cuando mi apego fue provocado, miré hacia dentro y removí mis pensamientos humanos. Llegué a ver que esas supuestas tribulaciones y comentarios no placenteros eran todos para templar a los cultivadores y establecer exitosamente los frutos de nuestro xiulian.

Gradualmente, logré manejar los conflictos repentinos racionalmente y sé qué hacer en la cultivación real. He entendido realmente el reino de tolerancia de un cultivador, el cual no tiene pensamientos humanos mezclados y está basado completamente en considerar a otros.

Ahora estoy trabajando con los practicantes mucho más fácilmente, como dijo Shifu:

“Sin apego a nada
El camino bajo los pies se abre automáticamente” (Sin obstáculos, Hong Yin (II))

Interactuando con los practicantes

Recordando el pasado, me doy cuenta que no es difícil cultivarse mientras se coordina. Como coordinador, uno necesita poner más esfuerzo y pensamiento durante las interacciones con los practicantes. Uno tiene que estudiar el Fa conscientemente, entender bien los principios del Fa, ser tolerante durante los conflictos, y prestar atención a la cultivación real. Uno tiene que tener pensamientos rectos sobre cargar con responsabilidades y cooperar bien con los practicantes.

En mi humilde entendimiento, los coordinadores no pueden considerarse especial y no pueden pensar que son mejores que otros. Como personas que consideran todo el cuerpo, no pueden estar llenos de quejas, ni hablar de expresar sus resentimientos o quejas de otros practicantes.

Cada pensamiento no recto y mal comportamiento de un coordinador, traeré conflictos y problemas que no deberían existir, porque son causados por el corazón no recto del coordinador.