(Minghui.org)

Rompiendo con nuestras dudas al inicio

Shen Yun actuó en Taipéi, Taiwán por duodécimo año en 2018. El año pasado, los practicantes de mi área esperaban organizando una recepción para promover el Shen Yun, pero no lo hicimos porque pensamos que no podríamos lograrlo.

Cuando un practicante nos preguntó si debíamos realizar una recepción este año, algunos de nosotros dijimos no con la cabeza, pues teníamos muchas dudas: Primero, había solo siete practicantes en nuestra área, y dos eran bastante ancianos. Segundo, no teníamos ningún contacto en la sociedad. Y finalmente, no habíamos completado el entrenamiento para promover Shen Yun.

Pensé que estas preocupaciones eran el resultado del miedo y de una mentalidad de persona común. Comencé a pensar cómo podría ayudar a los practicantes a que se animaran y lograr la meta.

Recientemente lo que el Maestro Li Hongzhi dijo fue:

“Pero siento que sea el asunto de Dafa, de Shen Yun, e incluso otros trabajos de Dafa, no son para que los realicen un número menor de gente. Si en esta área solo hay una persona, los dioses te ayudan para completarlo. Si hay otros en esta región pero no hacen nada, eso absolutamente no está permitido por los dioses, por eso, tienes que decirles a todos que trabajen. El responsable es el coordinador, coordínalos a ellos bien, organízalos bien, que todos lo hagan, ¡sólo entonces esto es un responsable! Tú dices que ‘soy el responsable, entonces lo hago yo’, pero no es que tú dices que tú eres el responsable para hacer esto, no es este concepto. Siempre he dicho a los responsables que lleven bien a la gente en esta región. No tengan miedo de que ellos hagan surgir problemas, por un tiempo tal vez no tengan experiencia, pero después de un tiempo largo haciendo algo, ellos ya tienen experiencia. La clave es que hay que llevarlos a estudiar el Fa constantemente, que ellos reconozcan que sus responsabilidades son de mayor importancia. Entonces ellos gradualmente lo van a hacer bien” (Fahui de Nueva York 2016).

Sugerí que fuéramos a la recepción en Tainan para que pudiésemos ver cómo promovían Shen Yun. Después al regresar a casa, el organizar nuestra propia recepción se convirtió en un tema frecuente y había muchas discusiones. Practicantes de otras áreas también nos animaron a realizar el evento. Finalmente, decidimos organizar una recepción y motivar a la gente a asistir a Shen Yun.

Convirtiéndonos en un solo cuerpo

Lo primero que había que hacer era encontrar un lugar para la recepción. Varios practicantes de otras áreas vinieron a estudiar el Fa y a compartir sus experiencias con nosotros, incluyendo las trampas que podemos encontrar.

Tratamos de alquilar dos restaurantes de clase alta, pero no tuvimos éxito. Después de una reunión de grupo, una practicante sugirió un restaurante en el que previamente se le había dado permiso para exhibir carteles de Shen Yun. Cuando visitamos el restaurante, nos dimos cuenta de que tenían una sala con capacidad para 100 personas en 15 mesas, ¡era exactamente lo que necesitábamos!

El siguiente paso era acercarse al propietario y hacer una reservación. Antes de reunirnos con el propietario, nuestros compañeros practicantes nos dijeron que deberíamos aclararle la verdad. Creíamos que el propietario aceptaría alquilarnos si le explicábamos sinceramente el significado y el propósito de Shen Yun.

Bajo la guía del Maestro, yo sabía que debíamos hacerlo porque se había hecho un arreglo y estaba esperando que lo lleváramos a cabo. Nos reunimos con el dueño al día siguiente. Sabía que todos éramos voluntarios y mencionó que una vez había participado en una organización de voluntarios y también había asistido previamente a ver el espectáculo de Shen Yun. Al final, accedió a alquilarnos el espacio. Durante el proceso, sentí la bendición y protección del Maestro. ¡Estaba seguro de que tendríamos un buen resultado!

Ahora estábamos listos para invitar a las personas. Acordamos que tres o cuatro de nosotros saldríamos a invitar a la gente. Una vez, íbamos en motocicleta y nos detuvimos frente a una residencia de aspecto modesto cerca de mi casa. Había diez aldeanos sentados bebiendo té, como si estuvieran esperando a que nos acerquemos a ellos.

Uno preguntó: "¿Todos ustedes son practicantes de Falun Dafa?".

Respondimos: "Sí. Estamos aquí para invitarlos a asistir a un evento para promocionar el espectáculo de Shen Yun".

También respondimos brevemente otras preguntas y enfatizamos nuestro sincero deseo de que nos acompañaran en la recepción. Al final, cinco personas aceptaron ir al evento. Después, un practicante me dijo que algunos de ellos eran personas importantes, que eran dueños de tierras, aunque se vestían de manera informal.

Aprendí que no debía juzgar a la gente por las apariencias y que debía eliminar mi apego a mirar por encima a la gente.

En otra ocasión, dos practicantes fueron a invitar a una amiga a la recepción. Con la sorpresa de que una de las personas que hablaría en la recepción era la profesora de medicina china de su marido. Terminó comprando entradas para Shen Yun y también aceptó asistir a la recepción.

Durante el proceso, sentí profundamente que el Maestro había hecho el arreglo y que solo necesitábamos dejar ir nuestras mentalidades ordinarias e invitar a aquellos que tienen una relación predestinada.

Los practicantes de nuestra área trabajaron juntos para completar muchas tareas, incluyendo encontrar el lugar, invitar a las personas, preparar la comida, y así sucesivamente. Sin experiencia previa, fuimos capaces de eliminar el apego al miedo y coordinarnos juntos como un cuerpo entero.

Sentí que habíamos sido desinteresados y nos habíamos ayudado mutuamente. Como dijo el Maestro:

“Tú eres el trabajador ejemplar y trabajas bien, así que debes venir más temprano por la mañana e irte tarde; todo este trabajo hazlo tú, pues tú lo haces bien, nosotros no somos tan capaces»; hay todo tipo de ironías frías y burlas febriles, ni siquiera es fácil ser una buena persona” (Séptima lección, Zhuan Falun).

Me di cuenta de que mis pensamientos venían del apego de los celos. Me corrijo cambiando mi forma de pensar para concentrarme en trabajar bien con los demás. Aprendí que cuando veo practicantes que tienen buenas habilidades, ¡debería estar verdaderamente feliz por ellos!

Bajo la bendición de Shifu y el arduo trabajo de los practicantes, ¡la recepción fue un éxito rotundo! Aunque era una noche fría, casi el 90 por ciento de los invitados asistieron al evento.

El buen resultado también fue debido a que fuimos capaces de ayudar a salvar a la gente con un corazón sincero y compasivo.

El Maestro dijo:

“La luz de fo ilumina todo, volviendo todo recto, perfecto y brillante” (Tercera lección, Zhuan Falun).

¡Shifu cree que podemos hacerlo bien, así que debemos creer en nosotros mismos también!