(Minghui.org) Mi hermana, que vivía en Nueva York, me entregó una copia del libro Zhuan Falun en julio de 2001. Aunque no era una cultivadora, después de leer un volante de Falun Dafa, sintió que practicar la cultivación sería lo mejor para mí.

Leí Zhuan Falun regularmente desde julio de 2001 a mayo de 2003. Me cautivaban las ideas de aquel libro. Me deshice de todos los libros de budismo y taoísmo que había estudiado.

Me encontré con un volante que anunciaba un evento de difusión de Falun Dafa en Guadalupe en mayo de 2003. Me acerqué y me reuní con practicantes locales. Desde aquel momento empecé a cultivarme diligentemente. Finalmente había encontrado el sendero de cultivación que había estado buscando.

El Maestro enseñó:

“Si quieres ser un cultivador, todo depende de la cultivación de ese corazón tuyo y de tu propia iluminación…” (Zhuan Falun).

Volcando mi corazón en la cultivación

Estudiar el Fa y compartir con los practicantes me ayudó a comprender que ser diligente me permitirá cultivar Dafa hasta alcanzar un estado sin omisiones y convertirme en una partícula de Dafa. Desde el día que empecé a cultivarme, me di cuenta de que me faltaba compasión. Esto era algo completamente opuesto a como me veía antes de practicar Falun Dafa.

Me uní a un pequeño grupo de estudio del Fa, asistí a los seminarios de de nueve días, aprendí a enviar pensamientos rectos y me involucré en actividades de aclaración de la verdad. De hecho, antes de empezar a cultivar Dafa, seguía las noticias de China. Ahora, sin embargo, me concentro más en cómo el régimen comunista persigue a los practicantes de Falun Dafa.

Los miembros del pequeño grupo de estudio del Fa eran diligentes. Aclarábamos la verdad no solo a la gente en general, sino también a los funcionarios del gobierno diariamente. Cada semana teníamos estudio del Fa grupal donde leíamos varias conferencias del Fa. También exhibimos regularmente películas para aclarar la verdad y organizamos eventos para enseñar a la gente los cinco juegos de ejercicios de Falun Dafa.

Así fui adquiriendo una comprensión más profunda del Fa. Sentí que me estaba sumergiendo en la energía de Dafa y que estaba protegida por ella. Sin embargo, cuanto más participaba en el esclarecimiento de la verdad, más sentía la necesidad de mejorar en el Fa. Cuando notaba que me faltaban pensamientos rectos, encontraba problemas para aclarar la verdad.

También empecé a darme cuenta de que mi cuerpo estaba experimentando algunos cambios. Experimenté cómo el yeli (karma) estaba siendo eliminado, como se describe en Zhuan Falun. A medida que mi sabiduría fue mejorando, empecé a hablar con más fluidez y tuve menos problemas de tartamudez.

Otro cambio afectó mi vida social. Dejé de beber cualquier tipo de bebida alcohólica. También me aseguré de no pedir comida que contuviera alcohol. Nadie juzgó mi comportamiento como extraño.

Vivía un estilo de vida sencillo, socializaba menos y pasaba más tiempo en casa y en el trabajo. También participé activamente en actividades de esclarecimiento de la verdad y ayudé a conducir sitios de práctica. Estudiaba el Fa todos los días, hacía los ejercicios y enviaba pensamientos rectos.

Espiritualmente, obtuve diferentes interpretaciones de  Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Parecía que estos principios impregnaban mi cuerpo y afectaban cada uno de mis gestos y miradas. Me iluminé a que necesitaba prestar atención constantemente a mi comportamiento y cultivarme.

Aclarando la verdad

Es nuestra misión aclarar la verdad. A través de los esfuerzos en los sitios de esclarecimiento de la verdad y de la distribución de volantes, esperamos ayudar a que la gente comprenda la verdad sobre Dafa. Para mí, aclarar la verdad es algo tan natural como respirar, puesto que lo hacemos en todo momento cuando vemos a familiares, colegas o conocidos.

Cuando comencé a cultivarme, aclaré la verdad a todos los miembros de mi familia. Algunos aprendieron los ejercicios, pero no persistieron. Sin embargo, todos saben que Falun Dafa es bueno. Más importante aún, ellos fueron testigos de que sigo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en todo momento.

De la misma manera, aclaré la verdad a todos aquellos con los que tuve contacto en reuniones sociales, actividades y cuando realicé viajes de negocios. Cuando tomaba un avión, hablaba con la gente. Normalmente empezaba hablando de cómo el régimen comunista chino trataba a sus ciudadanos.

Cuando el evento del relevo de antorchas de Derechos Humanos tuvo lugar en mi región, noté que gente con la que había hablado se encontraba presente.

A la mayoría de las personas que conocí en el sitio de esclarecimiento de la verdad no les importaba escuchar los hechos. Algunos se sorprendían y accedían a firmar una petición. A veces hacían algunas preguntas. También aclaré la verdad a los funcionarios del gobierno, pero a veces los resultados no se percibían fácilmente. Pero al visitarlos habíamos dejado plantada la semilla para que comprendieran la verdad sobre Dafa.

Conocí a chinos mientras distribuía “Dajiyuan (La Gran Época)”. A veces algunas personas me hacían sentir que no era bien recibida porque no podían entender por qué practicaba Falun Dafa. Sin embargo, no experimenté ningún conflicto.

Conocer a gente en las Exposiciones de Arte de Zhen-Shan-Ren fue otra buena manera de aclarar la verdad. La gente expresaba a menudo su desaprobación por la violencia perpetrada por el régimen comunista chino. Conocí a un joven chino que pasó mucho tiempo observando una obra de arte. Me miró con una sombra de dolor en sus ojos. Cuando se fue, solo dijo gracias.

Evaluación de mi estado de cultivación

Mantener pensamientos fuertes y rectos siempre es de suma importancia. Ayuda a crear oportunidades para que el esclarecimiento de la verdad sea brillante y completo. Me di cuenta de que tener un buen estado de cultivación y mantener pensamientos fuertes y rectos de forma estable también era esencial, ya que ayudaba a superar las dificultades.

Las personas que entienden nuestro mensaje de esclarecimiento de la verdad acaban apoyando a Dafa, ya sea firmando una petición o uniéndose al grupo para aprender a hacer los ejercicios en los lugares de práctica. También hay los que están dispuestos a contar a otras personas lo que les explicamos.

Descubrí que la relación que tenía con los miembros de mi familia era un buen indicador de mi estado de cultivación. Cuando cualquier conflicto o problema surgía, normalmente se relacionaba con mi estado de cultivación. Por lo tanto, la forma en que mi familia me trataba se convirtió en una herramienta de evaluación que me mostraba cómo me estaba desenvolviendo en mi cultivación.

Hace tiempo que abandoné la región en la que vivía, pero sigo haciendo lo que un discípulo de Dafa debe hacer.

El Maestro dijo:

“…que puedas practicar el xiulian o no, que puedas lograrlo o no y hasta qué nivel atravieses, depende totalmente de ti mismo” (Zhuan Falun).

Como poseía el don de ver el camino que recorría en otra dimensión, observé que debajo de mis pies había serpientes venenosas. Solo cuando creía firmemente en Dafa podía ignorar a todas estas serpientes venenosas y caminar hacia adelante. El camino me llevó a un templo que erróneamente pensaba que era mi destino final. La gente que estaba allí me animó a seguir adelante, porque había muchos seres conscientes que no habían oído hablar de Dafa.