(Minghui.org) El 14 de mayo es una festividad importante de Bulgaria dedicada a la educación y cultura y al alfabeto cirílico. Los practicantes de Falun Gong en Sofia, aprovecharon la oportunidad para generar conciencia entre los ciudadanos y turistas sobre la brutal y no tan conocida persecución a Falun Gong en China.

Los practicantes colocaron carteles en la calle comercial más transitada de Sofia e informaron a los transeúntes sobre la campaña de persecución de 20 años a los practicantes en China. Sus remeras amarillas sobresalían entre la multitud y atrajeron la atención de mucha gente. Un cartel grande con los precios de los órganos para trasplantes en China también atrajo mucho la atención, como la imagen de una niña sosteniendo una urna de la “Exposición Internacional el Arte de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.

Muchas personas firmaron la petición para ayudar a detener la persecución, entre ellos los miembros del movimiento “Nosotros escribimos en Cirílico”, organizados por el partido socialista en Bulgaria, el cual es el sucesor del expartido comunista. Después de entender los hechos, condenaron los crímenes cometidos en contra de los practicantes que siguen Verdad-Benevolencia-Tolerancia, los principios de Falun Gong.

Un joven escritor holandés que se mudó a Bulgaria quiso saber dónde podía aprender los ejercicios.

Una jovencita estaba muy interesada en saber sobre la persecución a Falun Gong en China y se llevó volantes para toda su familia. Compartió su historia de ser mediadora en la disputa entre dos familias y deseó que los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia puedan ayudarla a tener éxito en su labor.

Una pareja de ancianos, recordando la era del comunismo, al principio dijeron que quizás los búlgaros no debían involucrarse con los problemas de un país tan próspero como China. Pero al escuchar más detalles sobre la persecución, la esposa decidió apoyar la petición, porque ella misma experimentó la crueldad del régimen comunista.

Mucha gente estaba estremecida por la información sobre la sustracción de órganos, publicada por primera vez en 2006 en el informe Cosecha Sangrienta por los renombrados abogados de derechos humanos David Kilgour y David Matas. El informe concluye que la fuente de muchos de los órganos usados en los 41.500 trasplantes hechos entre el 2000 y 2005 en China fueron con mucha probabilidad de practicantes de Falun Gong. Los datos fueron recopilados en más de diez países, a los cuales ambos abogados visitaron para juntar los testimonios de practicantes de Falun Gong que sobrevivieron a campos de trabajo forzado y se las arreglaron para salir del país.