(Minghui.org) El año pasado atravesé muchas pruebas de xinxing en mi cultivación. La compañía para la que trabajo hizo cambios significativos de personal. Se fue un gerente de alto nivel y a mi me reemplazó uno nuevo. El nuevo gerente reorganizó el equipo entero en la compañía. La mayoría de los gerentes de nivel medio y alto o renunciaron o los sacaron.

Dificultades encontradas

Yo era el líder de unos cuantos departamentos grandes, así que la reorganización me afectó. Unos meses después, mi jefe directo me dijo que transfiriera una de mis mayores responsabilidades a mis subordinados. Luego me asignaron estar a cargo de las ventas de negocios internacionales. Mi jefe me dijo que tenía que conseguir algunas ventas internacionales. Si no, no tendría más trabajo.

Estuve bajo mucha presión para ajustarme rápidamente a los cambios. Solía ser uno de los favoritos de mi jefe. Ahora había caído al punto más bajo de mi carrera. Además, no era fácil conseguir ventas internacionales en poco tiempo. Me enfrentaba al desafío de tener o no tener trabajo.

Lo primero que tenía que hacer era entregar una de mis más grandes responsabilidades a mi subordinado. Él dudó mucho de aceptarlo, y yo también sabía que sus habilidades no estaban a la altura de la responsabilidad. Sin embargo, el jefe había dado la orden de que la entregara frente a los dos.

Me sentí muy triste. Había estado haciendo este trabajo por mucho tiempo, y entrené a mi subordinado. Esta era una gran prueba para mí. Me forcé a tolerarlo y seguir los principios de Falun Dafa como practicante.

Le dije a mi subordinado: “Por favor, acepta la responsabilidad. Si tienes dificultades, definitivamente te ayudaré. De todos modos, no me iré de la compañía”. Él me conocía bien así que se sintió seguro. Si yo no hubiera sido practicante, los resultados hubieran sido muy diferentes. Un no practicante pensaría: “Tú eres el jefe. Si él no puede manejarlo, significa que tomaste una mala decisión. Simplemente me sentaré a ver hasta que vuelvas a buscarme”.

Pero las pruebas no se habían terminado. Uno de los nuevos gerentes iba muchas veces directamente a mi jefe y me criticaba. Mi jefe me miraba mal, y yo no sabía qué había hecho mal.

Mirando hacia dentro

Luego, me calmé y miré hacia dentro, me di cuenta que todo esto era para eliminar mi apego. Me acostumbré a que todos sean buenos conmigo, y no podía tolerar ninguna crítica o injusticia. Tenía este apego desde que era niño. Como este apego surgió, necesitaba eliminarlo.

El proceso de eliminar el apego fue muy doloroso. Me ocurrieron cosas similares repetidamente para probarme. Por ejemplo, el jefe de nuestra compañía le pidió al líder de otra compañía que se reúna con mi jefe, y a mí me dejaron afuera intencionalmente. Me dolió inmediatamente. Pero cuando podía dejar mi apego, las cosas normalmente mejoraban.

Otra vez, unos cuantos gerentes nuevos tuvieron una reunión e incluyeron una persona con poca experiencia en la reunión dejándome afuera. Me di cuenta que esta era otra prueba y me dije que lo dejara ir. Poco después, el jefe me llamó y me invitó a la reunión. Esto reforzó más mi entendimiento de que todos estos escenarios no eran accidentales. Eran pruebas para apuntar a mis apegos. Estas pruebas duraron hasta esta primavera, cuando finalmente no pudieron afectarme más. Luego todo volvió a la normalidad.

La naturaleza generosa de Dafa

Algunas cosas milagrosas ocurrieron que tuvieron que ver con mi nueva responsabilidad de completar ventas internacionales. Entendí que Shifu me estaba ayudando, y sin Shifu, hubiera sido una situación muy difícil. Conseguir ventas es algo muy importante para cualquier compañía. Pero yo no tenía experiencias en ventas internacionales, y mi inglés no era tan bueno.

Luego escuché que otra compañía de nuestra industria envió a dos vendedores al extranjero, pero no consiguieron ventas durante los dos primeros años. Claramente era una tarea complicada. Solo podía hacer lo mejor; el peor escenario era que tendría que renunciar.

Unos 20 días después, de repente recibí una consulta sobre nuestros productos. Inmediatamente me di cuenta que Shifu me estaba ayudando, ya que nunca había tenido una consulta antes. Cerré rápidamente el trato, y mi jefe estaba muy feliz. Sentí verdaderamente que no hubiera podido alcanzar esto sin la ayuda de Shifu. Más increíble aún, en los dos meses siguientes, entraron dos ventas más como la primera. El nuevo gerente estaba sorprendido. Por lo menos mi trabajo estaba asegurado de nuevo.

Unos meses después, mi jefe decidió que participaríamos de una exhibición para promover los productos de la compañía. Unos días antes de irnos, de repente pensé en algo: en el pasado, había llamado a un cliente internacional solo para ver si ellos estaban interesados en nuestros productos. Durante la llamada, no estaba seguro de poder comunicarme en inglés, así que dije algo en chino. La persona del otro lado de la línea contestó en chino también. Resultó ser que esta compañía en el extranjero tenía dueños chinos.

Sin embargo, la compañía tenía requisitos muy estrictos, así que dejé de lado cualquier intención de venderles. Ahora, en este momento crucial, pensé que tenía que intentar llamarlos de nuevo. Mi razonamiento era que, si esperaba hasta después de la exhibición, podía ser muy tarde. Llamé de nuevo y me enteré que estaban buscando desarrollar un producto nuevo para que encajaba justo con el perfil de nuestra compañía. Así que cerré trato rápidamente.

Aún más sorprendente, cuatro días después lideré la exhibición. Recibí una consulta de otro cliente, y cerré el trato rápidamente. Si hubiera cerrado estos dos tratos después de la exhibición, mi jefe hubiera pensado que eran resultado de la exhibición. Shifu me ayudó a conseguir el mérito a mi propia iniciativa.

Mas pruebas

Recientemente tuve otra prueba. Teníamos una tanda de bienes que había que enviar. Negocié con dos compañías de envíos. La primera pertenecía a un pariente de uno de nuestros gerentes. La otra era de uno de nuestros socios de siempre. Después de una ronda de negociaciones, le di la orden a la última compañía, ya que ofrecían un mejor precio.

Unos días después, el gerente de la primera compañía me pidió información interna de la compañía con la que haríamos el envío. Yo sabía que no podía darle esta información, porque habría un conflicto de intereses. Sentí claramente que él sospechaba que yo recibí un soborno para cerrar el trato con ellos. Pero como yo hice lo correcto, no pensé mucho en el tema.

Sin embargo, al día siguiente fui a la oficina de mi jefe, y vi que el gerente que era pariente de uno de los dueños de la compañía estaba hablando con mi jefe y dejaron de hablar inmediatamente cuando yo entré. Mi jefe me dio una mirada rara. Inmediatamente recordé que el día anterior le había negado la información interna de la otra compañía. En los días siguientes, me sentí molesto por esto y quería aclarar el asunto con mi jefe. Sin embargo, como él no tocó el tema, decidí esperar.

Unos días después, cuando estaba estudiando el Fa, el pensamiento de aclarar las cosas con mi jefe apareció de nuevo. Lo reprimí, pero aparecía de nuevo.

El Fa de Shifu me vino a la mente:

“Al enfrentarnos con este tipo de conflicto, primero debemos mantenernos serenos y tranquilos, no debemos tratarlo igual que él. Por supuesto, podemos explicarle con benevolencia y no habrá inconveniente en aclarar el asunto, no obstante, tampoco debes apegarte demasiado a esto. Si nos encontramos con estos percances, no compitamos ni peleemos como los demás” (Zhuan Falun).

Shifu nos enseñó a calmarnos primero. Pero mi mente estaba llena de injusticia. Incluso si iba a explicar la situación, sería con la intención de ventilar el enojo. Me di cuenta que esto ocurrió para ayudarme a elevar mi xinxing. Pero yo también seguía pensando que la situación era realmente injusta; no podía tolerar que alguien pensara que yo acepté un soborno.

Mis pensamientos iban y volvían, y eventualmente decidí dejarlo ir, porque yo hice lo correcto. Inmediatamente me sentí relajado y tranquilo. Entendí que elevé mi xinxing y que Shifu se llevó mi apego de proteger mi reputación.

A la mañana siguiente, mi jefe vino a mi oficina con una sonrisa, como si nada hubiera pasado. El gerente a quien yo había juzgado estar involucrado en nepotismo vino a mi oficina para hablar de otro negocio. También me trató muy amablemente. Después de dejar ir el apego y mejorar el xinxing, todos los conflictos desaparecieron.

Ha habido muchas otras situaciones milagrosas en mi camino de cultivación. Entiendo verdaderamente que siempre que nos consideremos practicantes y sigamos los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, podemos resolver cualquier problema. Además, muchas cosas buenas que quizás nunca esperaríamos, ocurren.

Gracias Shifu, por su protección compasiva.