(Minghui.org) La hija de la Sra. Liu Xin se sintió cada vez más preocupada cuando su madre no respondió a sus llamadas telefónicas durante un día entero.

Abrumada por el miedo y la angustia, se acercó a la casa de su madre para ver cómo estaba. Llamó a la puerta pero nadie respondió. La ansiosa hija abrió la puerta con su llave de repuesto, solo para encontrar las evidencias de que había tenido lugar una violenta redada policial.

Las habitaciones estaban en completo caos. Había huellas de pisadas por todas partes. Una de las zapatillas azules de su madre se hallaba en el centro del vestíbulo. El suelo de la sala central estaba recubierto de trozos de papel. Su teléfono celular permanecía en el escritorio, el cual no paró de sonar hasta acumular 67 llamadas sin contestar. Los cajones del armario estaban todos abiertos. La computadora de la Sra. Liu, sus libros de Falun Gong y las fotos que normalmente estaban en el escritorio no aparecían por ninguna parte. En el dormitorio, la hija encontró la otra zapatilla azul.

El desorden desgarrador de las habitaciones describió a la hija de Liu la cruda realidad: su madre y su padrastro habían sido arrestados ilegalmente.

Aunque los recuerdos de las últimos detenciones y sentencias de su madre nunca  abandonaron a la joven graduada universitaria, ahora se enfrentaba de nuevo a la pesadilla. Se recordó que debía ser fuerte.

Se dijo que ya no podía ser una niña que lloraba sin saber qué hacer después de que su madre fuera arrestada. Ahora había crecido. Era la única esperanza de la familia. La responsabilidad de rescatar a sus padres recaía ahora sobre ella.

Contrató a un abogado. Pensó que con la ayuda del abogado, sus padres volverían pronto a casa. Después de todo, no hicieron nada malo al mantenerse fieles a su creencia en Falun Gong.

Pero la joven nunca se habría imaginado la cruel injusticia de la que sería objeto al enfrentarse a esta persecución sin precedentes en la historia de China.

El 11 de abril de 2018, tres días después del arresto de la pareja, la hija de la Sra. Liu y el abogado fueron a la comisaría, a la fiscalía y al centro de detención para obtener más información sobre los casos de sus padres. Los recibieron con frialdad y les hicieron dar vueltas entre las diferentes agencias. La policía se negó a proporcionar una copia del aviso de detención; el centro de detención se negó a permitir que el abogado se reuniera con sus clientes.

Cuando el letrado finalmente se reunió con la Sra. Liu algunos días después, se enteró de que desde su detención, había estado sufriendo de presión arterial peligrosamente alta (su presión sistólica era superior a 200 mmHg).

El abogado y la familia de la Sra. Liu regresaron a la comisaría hasta en tres ocasiones para solicitar su libertad condicional médica. Pero sus peticiones fueron rechazadas por Zhou Yangfei, subdirector de la comisaría de Renhe. "No estoy a cargo del caso", manifestó, en un intento de eludir la responsabilidad.

Para angustia de la hija, tres meses después de que la Sra. Liu fuera detenida, su presión arterial se mantuvo en niveles peligrosamente altos superando los 200 mmHg. En lugar de ponerla en libertad condicional por razones médicas, la fiscalía aprobó las detenciones de ambos y se preparó para continuar con la persecución de la pareja.

Con todos sus intentos de rescate bloqueados por la policía, se encontraba bajo una enorme presión y comenzó a experimentar molestias en su corazón y somnolencia excesiva durante el día.

Se repite la persecución por practicar Falun Gong y la lucha de su hija

La Sra. Liu Xin y su esposo, el Sr. Xu Zhiyin, del distrito de Baiyun en la ciudad de Guangzhou, fueron arrestados el 8 de abril de 2018. La policía le dijo a su familia que habían sido grabados por una cámara de vigilancia mientras distribuían volantes de Falun Gong. La división de seguridad doméstica presentó una demanda en su contra y luego ordenó a la policía local arrestar a la pareja y saquear su casa.

Sr. Xu Zhiyin y Sra. Liu Xin.

"Para la policía, solo hacían su trabajo al cumplir las directivas de la persecución. Pero para mí, las repetidas detenciones y persecuciones de mi madre son una pesadilla que se repite una y otra vez", mencionó la hija de la Sra. Liu en una carta que escribió a la policía, solicitando su liberación.

Durante los últimos 19 años, la pareja ha sido sometida a constantes arrestos y sentencias por creer en Falun Gong.

La Sra. Liu Xin, de unos 50 años, fue detenida por la policía en 2000 cuando visitaba a un amigo en otra provincia. La policía se llevó sus libros de Falun Gong y materiales relacionados, así como los 20.000 yuanes en efectivo que llevaba consigo para el viaje.

Ilustración de tortura: encadenada por el cuello, las muñecas y los tobillos.

Mientras estaba detenida en el centro de detención, la policía le puso grilletes en el cuello, las muñecas y los tobillos. La golpearon y le pisaron el cuello, apretando su cara contra el suelo. Estuvo a punto de asfixiarse. En otra ocasión, mientras aún permanecía encadenada, la policía la empujó de la cama al suelo.

Cuando la Sra. Liu expuso la persecución a una fuente externa, la policía tomó represalias feroces. La llevaron del centro de detención a un lugar secreto de interrogatorios en medio de la noche. La encadenaron a una silla y no la dejaron dormir. Le frotaron los ojos con aceite balsámico y le echaron humo de cigarrillo en la cara. Un oficial le zarandeó las esposas, causándole un enorme dolor en todo el cuerpo.

En otra tortura, la colgaron de una mano, concentrándose todo el peso de su cuerpo en su muñeca esposada. "El dolor era tan intenso que solo podía soportarlo mordiéndome la lengua". La Sra. Liu recordó una vez: "Los oficiales me dijeron que nadie más había conseguido resistir la misma tortura".

Siete meses después, la Sra. Liu fue sentenciada a tres años de trabajos forzados y fue sometida a torturas mentales y físicas incesantemente en el campo de trabajo.

Poco después de ser puesta en libertad en octubre de 2003, su entonces marido se divorció.

"Estaba en el jardín de infancia cuando mi madre fue sentenciada al campo de trabajo. No sabía lo que significaba para ella o para mí. Esos tres años sin ella fueron un período doloroso para mí. Cuando la volví a ver, me sentí llena de miedo y resentimiento", recuerda la hija de Liu.

"Después de que regresó a casa, mi padre se divorció. Pero el corto período en el que se quedó en casa solicitando el divorcio fue muy valioso para mí. Seguía siendo la misma: gentil, amable y esperanzada. Era aún más comprensiva conmigo si cabe. Nuestro vínculo madre-hija se volvió a conectar.

"La corte finalmente le otorgó mi custodia a mi padre. Aunque mi madre quería quedarse más tiempo conmigo, mi padre la echó de casa. Solo podía verla los fines de semana y los días festivos".

"A menudo la llamaba. Cuando no contestaba el teléfono, empezaba a preocuparme de que la hubieran vuelto a arrestar. Cuando contestaba el teléfono, le gritaba: 'Mamá, por favor, que no te vuelvan a arrestar'".

Unos años después del divorcio, la Sra. Liu conoció al Sr. Xu Zhiyin, que también practicaba Falun Gong. Se casaron y establecieron una familia, pero sus días felices no duraron mucho.

El 22 de mayo de 2010, la pareja fue arrestada de camino a casa después de ir de compras. La policía saqueó su casa y confiscó sus materiales de Falun Gong y muchas pertenencias valiosas.

Al sufrir angustia mental por el arresto, la presión arterial de la Sra. Liu alcanzó un nivel extremadamente alto. Temiendo que pudiera morir, el centro de detención se negó a aceptarla y la policía la liberó.

El Sr. Xu permaneció detenido durante más de un año, antes de que el tribunal del distrito de Tianhe lo sentenciara a cinco años de prisión en junio de 2011.

En la prisión de Sihui, el Sr. Xu fue sometido a torturas constantes, entre ellas privación de sueño y palizas salvajes. Sufría de graves problemas cardíacos y artritis inflamatoria en la columna vertebral. Estaba al borde de la muerte cuando fue liberado.

Ahora, solo cuatro años después de que el Sr. Xu regresara a casa, la pareja ha sido arrestada de nuevo.

Palabras de la hija a la policía

Mientras la hija de la Sra. Liu sigue trabajando para rescatar a su madre, tiene las siguientes palabras para la policía:

"Cuando el abogado vio por primera vez a mi madre, le pidió que me diera tres mensajes: 'Primero, sé una persona amable y honesta; Segundo, no te enojes con la policía que me arrestó, porque también son buenas personas que se han perdido entre las mentiras; Tercero, no me extrañes''. La tercera es difícil para mí, pero escuché a mamá, y dejé ir mi resentimiento hacia la policía.

"Ahora les escribo esta carta. Creo que todos son buenas personas y que solo están haciendo su trabajo. Pero espero que sepan que la presión arterial de mi mamá es extremadamente alta y estoy muy preocupada por su salud. Si es sentenciada, no sé si podrá sobrevivir a las torturas durante la detención".

"Esta podría ser una decisión simple para ustedes. Pero para mí, significa todo. Sinceramente les pido su ayuda: por favor liberen a mi mamá. Estoy deseando reunirme con mi madre y mi padrastro. Apreciaremos mucho su bondadosa ayuda".

Sus últimas palabras son: "Espero que cuando en el futuro miren hacia atrás recordando su carrera policial, puedan decirle orgullosamente a sus propios hijos que, en esta persecución tan brutal y sin precedentes, sus padres protegieron a la buena gente e hicieron justicia".

Informes anteriores:

Guangzhou City Court Officials Sentence Five Upstanding Citizens to Illegal Detention

Mr. Xu Zhiyin from Guangzhou, Guangdong Province, Secretly Sentenced to Five Years of Imprisonment

Información de contacto de los autores:

Zhou Yangfei (周扬飞), subdirector de la comisaría de policía de Renhe: +86-13802755285

Oficial Qiu (邱), subdirector del departamento de policía del distrito de Baiyun: +86-20-86330579

Oficial Lai (赖), subdirector del departamento de policía del distrito de Baiyun: +86-20-83112644

Centro de detención del distrito de Baiyun: +86-20-83114500

Procuraduría del distrito de Baiyun: +86-20-61819872, +86-20-86351998, +86-20-86382000