(Minghui.org) Después de muchos años de cultivación, algunos practicantes a menudo dicen que debemos usar nuestros pensamientos rectos en lugar de los pensamientos humanos, que la diferencia de un pensamiento puede llevar a distintos resultados.

Aunque a menudo hablamos de esto, de vez en cuando aparece un estado mental humano. Recientemente, tuve dos tribulaciones distintas, y al resolverlas con diferentes pensamientos sobre ellas, los resultados fueron distintos en ambas.

Tengo un diente muy largo en el lado izquierdo de la boca que me duele cada vez que como. Durante varios meses no pude masticar de ese lado. Se lo mencioné a otra practicante y ella me dijo: "No te preocupes. Eso sucede a medida que envejecemos; es normal". Así que pensé: "Está bien".

Cuando llegué a casa pensé en lo que me dijo y me di cuenta de que era un pensamiento equivocado. Soy una Dafa dizi y no una persona común. No existe tal cosa como "envejecer". Shifu nos enseñó a cultivar la mente y el cuerpo, y yo me comporto según el Fa. Soy, por lo tanto, eterna. Me toqué el diente con el dedo y dije: "Deja de hacerme daño. No puedes actuar así". El dolor disminuyó, y mi diente nunca me volvió a doler.

Mi siguiente experiencia no fue tan fácil.

El invierno pasado, debajo de mi pelo en la parte posterior de mi cuello me salieron pequeños granos que me picaban terriblemente. Mi primer pensamiento fue: "El Maestro está limpiando mi cuerpo". Pero me seguía picando tanto que me puse loción de aloe. Me consolé pensando: "Está bien, porque no es una droga".

Les pedí a algunos practicantes que revisaran. Amy dijo: "Parece una erupción blanca. No te preocupes por eso. Tenías algo antes y el Maestro lo está limpiando ahora". Li dijo: "Parece una especie de hongo. No te preocupes por eso. Estudia más el Fa y desaparecerá”. También pensé, "No me preocuparé por esto, se me pasará”.

En el fondo de mi corazón no podía olvidarlo. Un día, mientras cocinaba, iba a añadir perejil. Entonces pensé: "No puedo comer eso, porque es un alérgeno y no quiero empeorar la picazón de mi sarpullido". Esta era una noción humana, y tuve problemas para dejarla ir. Me di cuenta de que tengo que hacer todo lo posible para fortalecer mis pensamientos rectos y mirar hacia adentro para encontrar y eliminar cualquier apego.

Hay una practicante que tiene más de 80 años de edad y continúa trabajando arduamente para proveer materiales para una docena de practicantes. Cada semana ella y otro practicante descargan la edición semanal del periódico, imprimen muchos ejemplares y los distribuyen a otros practicantes. Es muy diligente.

El año pasado, justo antes del Año Nuevo Chino, regresó de visitar a la familia de su hijo en el sur de China. Estaba perdiendo la audición y se puso muy delgada y con la piel obscura.

También tenía mucho sentimentalismo. Para empezar, siempre pensó en que debería volver a la casa de su hijo para cuidar a su nieto. Otros practicantes trataron de ayudarla, pero no mejoraba. Tuvimos algunos practicantes ancianos en la zona que fallecieron por su yeli de enfermedad, así que empecé a preocuparme. Cuanto más pensaba, más me apegaba. Me di cuenta de que tenía apegos de los que tenía que deshacerme.

Compartí esto con otros practicantes, y uno de ellos dijo: "En los tiempos antiguos, todos los monjes pedían comida. No sembraron ni cocinaron para ellos. Porque no pensaron en nada, dejaron que todo pasara".

Me di cuenta de que el estado de la practicante de mayor edad podría deberse a mis apegos. Fue mi fuerte sentimentalismo lo que la llevó al estado incorrecto. Shifu me daba una pista y me pedía que buscara mis apegos humanos y los eliminará.

Shifu dijo:

“Desde el día en que un Dafa dizi toma la cultivación, toda su vida es nuevamente arreglada. En otras palabras, ahora esta vida tuya es la vida de un cultivador. Ya nada es por casualidad, y nada sucederá sólo por casualidad. Todo en el camino de tu vida se relaciona directamente con tu mejoramiento y cultivación” (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).

Pensé: "Es hora de mirar hacia adentro y cultivarme. Cada uno tiene un camino diferente y Shifu está cuidando de todos nosotros. No es algo en lo que deba pensar demasiado".

Tan pronto como pensé de esta manera, la otra practicante me dijo que ya no quería ir a la casa de su hijo en el sur y que no debería pensar más en cuidar a su nieto todo el tiempo.

Shifu dijo:

“Abandonados los apegos, las livianas barcas veloces navegan
Con un corazón preocupado, cruzar el océano arduo será”

(El corazón sabe, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Comprendí que, si hacemos todo lo que Shifu pide, entonces seremos capaces de superar todos los problemas que encontremos.