(Minghui.org) Soy un practicante de 23 años de edad de Argentina. He estado practicando Falun Dafa por un año y medio. Trabajo en un restaurante donde todos los empleados son practicantes de Dafa.

El restaurante es un lugar para la cultivación. Concentramos nuestros esfuerzos en preparar comida buena y saludable, y prestamos gran atención a los detalles en todos los aspectos del funcionamiento del restaurante. También hablamos sobre Falun Dafa a todos nuestros clientes y aclaramos la verdad sobre la persecución que los practicantes de Dafa están sufriendo en la China de hoy.

Paso la mayor parte del día trabajando en el restaurante, y a veces incluso trabajo doble turno para cubrir a un compañero, o nos quedamos hasta tarde, limpiando a fondo para que el turno de la mañana pueda comenzar al día siguiente con una cocina limpia.

En el pasado, habría exigido más dinero por cada minuto extra de trabajo, pero ahora nunca he pedido ni un centavo más, porque sigo las enseñanzas de Shifu:

“Estos empleados y operarios, después de estudiar vuestro Falun Dafa, llegan temprano y se van tarde, trabajan respetuosa y diligentemente, hacen bien cualquier trabajo asignado por sus jefes y no se pelean más por beneficios y ventajas” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Este año abrimos un nuevo restaurante en otro país, en una buena zona, para llegar a las personas que pueden ir a ver Shen Yun Performing Arts. Fue un esfuerzo realmente arduo para lograr esto, ya que tenemos solo cinco cocineros, tres para el turno de la mañana y dos para el turno de la tarde. Ahora teníamos la misma cantidad de cocineros con dos restaurantes durante la agitada temporada de vacaciones. Hemos trabajado en turnos dobles todos los días durante tres meses.

Algunos empleados del restaurante.

Después de dos meses en el nuevo restaurante, la chef regresó porque la necesitaban en el anterior restaurante, convirtiéndome en el jefe de cocina allí. Tuvimos que trabajar por un mes más. Tenía miedo y ansiedad, y no estaba realmente seguro de mis habilidades. Pero sabía que Shifu me ayudaría, así que le pedí que me ayudara a hacer un buen trabajo para que el restaurante pudiera mantener los altos estándares esperados.

Los clientes a menudo llegaban cuando los ayudantes de cocina ya se habían ido, así que me encontraba corriendo por la cocina para que los platos salieran al mismo tiempo. Fue realmente difícil. Constantemente le pedía al Maestro que me guiara, y el poder de Dafa siempre se manifestó... De repente aparecían cucharas donde ponía mi mano o el arroz se hacía mucho más rápido de lo normal, junto con muchas otras cosas increíbles que ocurrieron. Creo que este tipo de ayuda apareció porque mi corazón estaba centrado en hacer un gran trabajo para la gente, para que tuvieran una buena comida, a tiempo.

Además, las personas llegan a conocer la belleza y la bondad de Falun Dafa en todas nuestras acciones en el restaurante, por lo que es muy importante que hagamos un buen trabajo.

Por ejemplo, una familia de otro país vino a comer al restaurante un día. Nos dijeron que su hijo había estado enfermo de dolor de estómago durante varias semanas, pero se había recuperado después de que comieron en nuestro lugar. Entonces, vinieron todos los días durante una semana, para el almuerzo y la cena. Vieron que todos trabajamos duro todo el día y escucharon nuestras historias sobre cómo Dafa nos mejoró tanto física como moralmente. Decidieron tomar una copia del libro Zhuan Falun, para que poder aprender Falun Dafa también.

Al final de mi mes en el nuevo restaurante, Shen Yun llegaba a Argentina. En su estadía preparamos las comidas para toda la compañía, casi 80 artistas. Antes de viajar a Argentina para comenzar a cocinar para ellos, pensé que podría descansar un poco ese día y luego seguir cocinando, pero antes de llegar ya me habían asignado distribuir invitaciones que me llevaron toda la mañana. Entonces llegó el momento de ir a trabajar. Esto fue desde las 8 a. m. hasta muy tarde en la noche. Durante los primeros días hacía tanto calor que desde el momento en que me levantaba hasta el final del día, estaba sudando. Teníamos dos cocinas, el restaurante y otra cocina para preparar la comida de la compañía en el piso de arriba, así que subía y bajaba del sótano al primer piso todo el día para ayudar y gestionar la producción.

En mi mente, de vez en cuando pensaba en rendirme y descansar un poco. Sentía que estaba bajo demasiada presión, y que tres meses sin un solo día de descanso era demasiado para mí. Mi cuerpo dolía constantemente, y tan pronto como llevábamos la comida a la compañía, un flujo de clientes ingresaba al restaurante. Le pedí ayuda a Shifu, para darme fuerzas y ayudarme a no rendirme. Sabía que si dejaba el trabajo, mis compañeros tendrían que hacer mi parte. Sabía que no podía rendirme y que si lograba superar la tribulación aumentaría mi tolerancia, que sería algo que recordaría con alegría.

En esta situación estresante, pude pensar en los demás y en cómo mis acciones los impactarían, en lugar de pensar solo en mí y seguir mis deseos egoístas. Solo podía hacerlo por las enseñanzas de Dafa, que me guían a ser una persona desinteresada y generosa, dispuesta a hacer un esfuerzo extra por los demás en tiempos difíciles.

Haciendo la meditación y promoviendo Falun Dafa frente a la embajada china en Buenos Aires.

Me gustaría agradecer a mis compañeros practicantes porque sin su apoyo, esfuerzo y sacrificio, no podría haber logrado todo esto. Al mismo tiempo, hemos logrado una mayor unidad y armonía entre nosotros después de estos eventos, gracias a la coordinación que se produjo incluso en los momentos más difíciles. Además, otros practicantes nos apoyaron en todo momento y dieron su tiempo y sus mejores esfuerzos en este importante proyecto.