(Minghui.org) He conocido a muchas personas diferentes cuando aclaro los hechos sobre Falun Dafa. Algunas personas se niegan a escuchar e incluso son groseras o abusivas, pero la mayoría de las veces, la gente es comprensiva, solidaria y agradecida.

Después de todos estos años en que los practicantes de Falun Dafa se han esforzado arduamente para dar a conocer los abusos de los derechos humanos en China, más y más gente está llegando a entender la verdad y ya no cree en las mentiras y propaganda difundidas por los medios de comunicación estatales chinos. Cada vez más personas abandonan al partido comunista chino (PCCh). Algunos incluso nos buscan para que los ayudemos a renunciar y también a sus familiares. 

Aquellos que son salvados son afortunados

Terminé mi trabajo tarde una fría y tranquila noche de invierno. Mientras conducía mi bicicleta a casa, me puse al lado de otro ciclista y anduve a su ritmo. Lo saludé y le pregunté si sabía por qué era tan importante abandonar el PCCh. Dijo que no, así que le hablé de la gran roca de Guizhou con los caracteres chinos "El partido comunista chino perece", de la Apelación Pacífica del 25 de abril y del incidente escenificado de autoinmolación en la plaza de Tiananmen. Al final, le sugerí que renunciara al PCCh para no verse implicado cuando el PCCh sea llevado ante la justicia.

Se detuvo y se bajó de la bicicleta, así que yo hice lo mismo. Me estrechó la mano con lágrimas en los ojos y dijo: "¡Gracias, gracias! Sé que estás haciendo esto por mi bien. Renunciaré".

Me alegré por él y dije: "Nuestro Shifu, Li Hongzhi, nos enseña a tratar a la gente con bondad. Los practicantes de Falun Dafa creen en Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Por favor, recuerda que Falun Dafa es bueno". Me dio las gracias de nuevo.

En otra ocasión hablé con una anciana que sostenía un rosario en sus manos. Le hablé de Falun Dafa. Estaba muy conmovida y abandonó el PCCh. Juntó las palmas, como si estuviera rezando, para mostrar su gratitud.

En efecto, los que son salvados tienen suerte, porque ellos a su vez hablan y salvan a otros. Por eso están tan agradecidos.

“Estás salvando gente”

Una vez saludé a un hombre en el pasillo de un complejo de apartamentos. Cuando me oyó, se detuvo, así que le pregunté si sabía de qué se trataba renunciar al PCCh. Con una sonrisa dijo: "¡Claro que sí! Está en todas partes: en los billetes, en la pared, en el pasillo. Lo tengo en mi teléfono también. El régimen no aprobaba los antecedentes de mi familia cuando estaba creciendo, así que nunca me uní al partido. Pero yo era un joven pionero".

Dije: "Los jóvenes pioneros son una organización juvenil del PCCh. Déjame renunciar por ti con un alias".

"¡Claro!", contestó. "He leído los volantes que repartes. Sé que estás salvando gente. Gracias". Entonces me dio la mano.

Renunciando al PCCh por Internet

Fui con un compañero de trabajo a una exposición de coches. Hablé con un hombre de mediana edad sobre los coches que estábamos viendo, y luego le pregunté si sabía algo sobre renunciar al PCCh. Dijo que se había enterado de ello y que incluso había recibido una llamada telefónica del extranjero al respecto.

Me enteré de que era un veterano y miembro del PCCh, así que lo animé a renunciar por su propio bien. Dijo que en el pasado se le había pedido varias veces que abandonara el PCCh.

Mientras caminaba con él por el pasillo, le hablé de la roca en Guizhou con los caracteres chinos "El partido comunista chino perece". "Es como una señal del Cielo de que debemos abandonar el PCCh para evitar estar implicados cuando caiga", dije.

A las personas dentro de China se les impide acceder a Internet fuera de China, así que le di una dirección de una red privada virtual (RPV) para evitarlo. Le sugerí que visitara sitios web fuera de China.

Cuando le ofrecí un alias para que abandonara el PCCh, me dijo que lo haría él mismo y que también ayudaría a sus familiares a renunciar. Dijo: "¡No puedo perder esta oportunidad otra vez!".