(Minghui.org) Desde 2005, he estado hablando cara a cara con el público sobre Falun Dafa y cómo es perseguido por el partido comunista chino (PCCh). He tratado de pensar desde el punto de vista de otras personas cuando me acerco a ellos. Ha demostrado ser muy efectivo. Las siguientes son algunas de mis experiencias.

Un pedazo de cartón

En una calurosa noche de verano en julio de 2017, vi a algunas personas relajándose en una esquina de la calle donde había algunos bancos de piedra que todavía estaban calientes por el sol abrasador. Así que saqué dos pedazos de cartón y le di uno al hombre que estaba cerca para que se sentara. Estaba muy agradecido y se sentó a mi lado.

Me dijo que era del campo y que había comprado un apartamento en la ciudad. Me di cuenta  que no era un campesino común y que debía ser un funcionario del PCCh. Me dijo que se había unido al PCCh por conveniencia. Entonces le pregunté si sabía algo sobre Falun Dafa. Asintió y también comentó que muchos practicantes habían sido arrestados. Le conté cómo los practicantes de Falun Dafa se comportan siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, piensan en los demás primero cuando ocurren los conflictos, y cómo se ven dentro de sí mismos por cualquier deficiencia que puedan tener.

Él estaba muy impresionado. Le conté más sobre la conducta de los practicantes de Falun Dafa: una mujer encontró 60,000 yuanes en la calle temprano en la mañana, pero ella se lo devolvió al dueño sin siquiera aceptar una recompensa. Además, los practicantes que conozco no toman ningún material de oficina de su trabajo para usarlo para sus propios fines. Durante más de una hora, le conté muchas historias conmovedoras sobre practicantes de Falun Dafa y mis propias historias de cultivación. Escuchó atentamente.

Cuando terminé, comentó: "Estoy muy conmovido. Lo que los practicantes de Falun Dafa hacen en la sociedad actual, solo los inmortales pueden hacerlo". Luego, sacó su teléfono celular y me mostró que acababa de retirarse como alcalde de una ciudad a nivel de condado.

Él habló sobre la corrupción en China. Dijo que los funcionarios de todos los niveles intentan conseguir algo de dinero de los fondos del gobierno y que la campaña anticorrupción apenas rasca la superficie. Manifestó que ahora tenía una opinión diferente de Falun Dafa. Se dio cuenta  que le habían lavado el cerebro y me animó a aclarar la verdad de los hechos a más personas.

Dijo que aunque había sido engañado, nunca había arrestado a un practicante de Falun Dafa, ya que nunca los había visto cometer un crimen. A pesar de que recibió un aviso para aprender a la coordinadora de Falun Dafa de su localidad, y simplemente cuando sus subordinados se la llevaban a su oficina, les ordenó que no lo hicieran, que la soltaran y que fingieran que no vieron nada ni que la hubieran encontrado cuando fueron por ella.

Después de eso, le pregunté si renunciaría al PCCh. Dijo que sería algo bueno. Además, cuando le pregunté si aprendería Falun Dafa, respondió que no estaba listo, pero que tendría en cuenta que "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Después de hablar durante más de dos horas, lo alenté a correr la voz cada vez que pudiera, especialmente entre sus contactos, y también para pedirles que no persiguieran a los practicantes. Estuvo de acuerdo y esperaba volver a hablar conmigo en el futuro.

Mobiliario usado

Un día, pasé por un departamento en renta y escuché a algunas personas discutiendo. La persona que se mudaba encontró algunas sillas viejas en la habitación e insistió en que el ocupante anterior las sacara de inmediato. Pero era una mujer, instructora universitaria, quien no pudo hacerlo.

Inmediatamente le ofrecí mi ayuda para venderle las sillas. Ella estaba muy complacida de escuchar eso y no quería ninguna de las ganancias. Dio la casualidad que conocía a un empresario que necesitaba sillas como estas, así que lo llamé. Él vino y pagó 100 yuanes y se llevó las sillas. Luego, tomé el autobús para llevarle el dinero a esta maestra, pero ella no lo quería. Le hice saber que soy practicante de Falun Dafa y que tratamos de ayudar a las personas siempre que podemos. Además, le conté los hechos sobre Dafa y la invité a renunciar al PCCh.

Asintió mientras le hablaba. Dijo que la moralidad se ha ido por el desagüe bajo el gobierno comunista. Acordó renunciar al PCCh y tomar mis materiales informativos para correr la voz.

Palabras amables

Una noche, pasé por un camión de verdura estacionado en la calle. Un hombre del campo estaba vendiendo sandía. Daba tres por diez yuanes. Me acerqué a él y le comenté: "Esto es demasiado barato. No es fácil cultivar estos productos".

Él respondió: "Esta es la primera vez que escucho palabras como esta. ¡Estoy muy conmovido!". Me invitó a sentarme para charlar. Incluso trajo una silla del puesto del vendedor ambulante instalado a su lado.

Hablé con él sobre la verdad de los hechos de Falun Dafa y por qué debería renunciar al PCCh. Todavía estaba interesado en escuchar aún más, incluso después de haberle hablado durante dos horas. Dijo que encontró muy convincente lo que dije.

Era casi medianoche y él aún no había cenado. Cuando llegaron por él, antes de que cerraran los puestos de comida, le pedí que fuera, pero me respondió que escucharme era más importante que cualquier otra cosa. Entonces, me invitó a volver al día siguiente.

A la mañana le llevé material informativo. Con inmensa felicidad los aceptó y me ofreció una sandía. Le pagué cinco yuanes, pero él se negó a tomar el dinero. Alegó entre lágrimas: "Me has explicado tanto que te ofrecería todo lo que tengo en mi camión si quisieras". Y yo también las derramaba. Prometió compartir los materiales con otros en su aldea.