(Minghui.org) Fui condenado ilegalmente a trabajos forzados en 2008 por practicar Falun Gong. Al preguntarme por qué fui sentenciado, me di cuenta de que tenía muy poco estudio del Fa y no sabía cómo mirar dentro mis propias deficiencias.

Mientras estaba en el campo de trabajo forzado, los días parecían años. Pero no poder estudiar el Fa se convirtió en el dolor más insoportable en mi corazón. Lamenté no haber memorizado Zhuan Falun.

Después de que me liberaron, estaba decidido a memorizar Zhuan Falun. Desde entonces, he memorizado el libro muchas veces, lo que subraya que el estudio del Fa es de gran importancia para la cultivación personal de un practicante.

Alcanzando el mérito inconscientemente

No había logrado un avance en mi cultivación, aunque mi corazón anhelaba mejorar en el camino. No pude pasar las pruebas de xinxing cuando tuve conflictos con los practicantes. Sus rostros a menudo aparecían en mi mente.

Por lo tanto, pensé en lo maravilloso que era cuando comencé a cultivarme.

El Maestro Li Hongzhi dijo:

… ¿estás tú cultivándote “como al principio”? (Enseñanza del Fa en Gran Nueva York 2013).

Mientras meditaba, me pregunté: “¿Por qué no puedo cultivarme con el corazón que alguna vez tuve?”. Este pensamiento abrió una compuerta en mi mente, y recordé lo que había hecho como practicante: eran todas las cosas que un practicante debía hacer. Eso me mostró que logré el mérito inconscientemente.

Mejorando mi ambiente de cultivación

En el campo de trabajo, no podría ser transformado a pesar de la brutal persecución. Después de ser liberado, visité los departamentos de policía sin temor a ser arrestado para aclarar la verdad sobre la persecución.

Recordé todo lo que me dio el Maestro Li. Mi sabiduría se abrió, y pude aclarar bien la verdad. Sin embargo, se me ocurrió que me pertenecía todo lo que hice, en lugar de darme cuenta de que se debía a la gloria de Falun Dafa.

Después de este pensamiento, un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Me dije: “Maestro, estaba equivocado. Debo comenzar de nuevo y tratarme como si acabara de empezar a cultivarme”.

Todas las sustancias malas en mi cuerpo, como los apegos a los logros, el trabajo duro, los conflictos y la preocupación por las opiniones de los demás sobre mí, ya no eran importantes. Desarrollé una nueva comprensión sobre “Cultiva con el corazón que una vez tuviste”.

Cultivación del habla y validación de uno mismo

Cuando un practicante maldecía a otro practicante, también me unía a él. Inmediatamente me arrepentí y me di cuenta de que no había logrado cultivar mi habla.

No podía dormirme esa noche, así que me pregunté qué me hizo hacer eso. Una frase entró en mi mente, “validarme a mí mismo”. ¡La pista del Maestro era muy cierta!

Los practicantes deben dejar de lado el egoísmo y el apego al yo. Sentí que era relativamente fácil identificar el egoísmo, sin embargo, fue muy difícil identificar el apego al yo. Había ignorado el problema de la validación de uno mismo. ¿Cómo se eliminaría este apego profundamente arraigado si no se lo pudiera detectar?

Validarme se ha enraizado en mí. Culpé a otros practicantes y familiares por las cosas que habían hecho para demostrar que tenía razón, lo cual está relacionado con la validación de uno mismo. Mi mentalidad de alardear también fue parte de mi validación.

La falta de comprensión de la verdad sobre Falun Gong

Fue difícil convencer a la gente para que renunciara al partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles en el pueblo donde resido. Muchos aldeanos nunca habían recibido materiales de aclaración de la verdad.

Así que decidí ir de puerta en puerta para distribuir folletos de Falun Gong en cada aldea. He distribuido los materiales en seis municipios en los últimos seis años.

Alguien en una aldea llamó a la policía a fines de 2016 por mi distribución de información sobre Falun Gong. Muchos aldeanos rodearon la furgoneta de la policía. Le dije a la multitud: “No se preocupen. Espérenme, volveré. Recuerden `¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!´”.

Me llevaron al departamento de policía, donde pasé toda la tarde hablando sobre Falun Gong a los dos policías menores que me observaban. Ambos renunciaron al PCCh.

Permaneciendo firme en el centro de detención

Fui transferido a un centro de detención donde me rehusé a usar el uniforme y persistí en hacer los ejercicios. Los guardias se habían negado a permitirme tomar agua, pero un recluso me pasó agua por los barrotes.

Cuando los guardias también se negaron a dejarme algo de comer, detuve a todos los que pasaban frente a mi celda y les decía: “¿Quién dio la orden de no dejarme comer ni beber nada? Escríbalo y firme su nombre. Lo usaré como evidencia para presentar cargos contra todos ustedes”. Aunque nunca me dijeron quién dio la orden, me dieron algo para comer.

Un guardia me abordó por no usar el uniforme y no pagar la comida. Le dije: “¿No lo sabes? Un cultivador de la Escuela Buda como yo no puede usar ese uniforme. Es humillante para la Ley de Buda. La persona que me obligue a usarlo aumentará su yeli (karma)”. A partir de ese momento, me perdonaron el uso del uniforme y me permitieron hacer los ejercicios.

Cuando estaba afuera en el patio, vi a un joven interno temblando por el frío. Regresé a mi celda, me quité el chaleco de algodón y le pedí al guardia que se lo diera al joven. El guardia se negó. Luego encontré un abrigo acolchado de algodón no reclamado que el guardia me permitió llevar al joven. El recluso estaba agradecido y renunció al partido comunista chino después de que le hablé acerca de Falun Gong y le dije que no es prudente ser miembro del partido.

Fui liberado en 15 días. En vez de ir a casa, volví al mismo pueblo para aclarar aún más la verdad.

Buscar beneficios personales de Falun Gong crea problemas

Durante años, he estado aclarando los hechos a los agentes de policía en los departamentos y estaciones de policía cara a cara y enviando cartas de aclaración de la verdad por correo.

Cuando algunos practicantes de Falun Gong fueron perseguidos por presentar cargos criminales contra Jiang Zemin, el exjefe del régimen comunista, llamé al jefe de sección de la división de seguridad nacional.

El jefe de sección y varios oficiales de policía llegaron a mi casa. El jefe recogió Zhuan Falun y me dijo que quería llevarlo a casa y leer Lunyu. Como él había confiscado este libro cuando saqueó las casas de otros practicantes, le dije que no podía llevarse mi libro.

Al irme, dije: “Si me visitas como invitado, te ofreceré buena comida. Pero, si vienes porque practico Falun Gong, por favor nunca vuelvas”.

Cuando me visitó otra vez, sugirió que ya no salga a distribuir materiales de Falun Gong.

“No te culpo por no saber”, dije. “Cuanto más salgo y distribuyo información, más poder de Falun Gong me fortalecerá, más rápido caminaré, y más liviano se sentirá mi cuerpo.

“Cuanto más me quedo en la comodidad del hogar, más pesado se vuelve mi cuerpo”.