(Minghui.org) He estado practicando Falun Dafa durante 20 años. Durante este tiempo, Dafa me ha dado un cuerpo sano y ha mejorado mi moral. El Maestro Li Hongzhi (fundador de Falun Dafa) me ha protegido varias veces de accidentes. Mi corazón está lleno de gratitud hacia mi Maestro.

Salvado por muy poco de una explosión

Mi baño es muy pequeño, ocupa menos de 1,2 metros cuadrados. Consta de un inodoro, ducha y lavabo y tiene un calentador de agua de 60 litros encima del lavabo.

Me estaba duchando en octubre de 1999 cuando de repente oí un fuerte ruido. Pensé que era un terremoto. Inmediatamente me limpié la espuma de jabón de los ojos. Cuando me di cuenta de lo que había pasado, derramé lágrimas.

El accesorio que soportaba el tanque de agua caliente se había roto, dejando caer el tanque pesado sobre el fregadero. El fregadero se rompió, y el agua caliente salió del tanque. Había pedazos rotos de porcelana muy afilada esparcidos a mi alrededor; un pedazo punzante cayó a solo unos pocos milímetros de mi pierna.

Afortunadamente, estaba a salvo y completamente ilesa. No podía imaginar lo que habría pasado si no tuviera la protección del Maestro.

Librada por segunda vez, ahora de un techo colapsado

Me vi obligada a hacer labores de limpieza en el trabajo después de que el partido comunista comenzó su persecución contra Falun Dafa en 1999 porque me negué a renunciar a mi fe.

Un día del año 2000, iba al tercer piso de mi edificio para abrir la ventana y tomar un poco de aire fresco. Tomé las llaves de la mesa, y justo cuando me daba la vuelta, sonó un tremendo ruido detrás de mí. Instintivamente me cubrí la cabeza con las manos. Cuando miré hacia atrás, un gran trozo de concreto se había caído del techo y había destrozado la mesa en dos.

Sabía que era Shifu quien había salvado mi vida de nuevo. Si hubiera tardado unos segundos en irme, esa mesa podría haber sido yo.

Cuando todos se calmaron, yo sollozaba y decía en mi mente: "¡Gracias, Maestro! ¡Gracias, Maestro!".

"¡El Maestro me dio una nueva oreja!"

Mi hijo fue a una fiesta con sus compañeros y no regresó esa noche.

Temprano a la mañana siguiente, oí que persistentemente llamaban a mi puerta.

Mi hijo estaba allí con la cara y la ropa cubierta de sangre. Una mujer y algunos de sus compañeros de clase estaban con él.

Mi hijo me dijo que tuvieron un accidente automovilístico: condujeron demasiado rápido y chocaron contra una camioneta. Mi hijo fue arrojado del auto. Sufrió un gran corte en la frente, y parte de su oreja izquierda había sido cortada.

Lo llevaron a un pequeño hospital cercano, pero los médicos se negaron a aceptarlo porque no tenían las instalaciones para ayudarlo con sus graves heridas. Al final, lo llevamos al hospital más grande de nuestra ciudad.

Un médico le hizo una tomografía computarizada y se sorprendió con los resultados. No había ningún daño dentro de la cabeza de mi hijo, y solo necesitaba puntos de sutura en la frente y en la oreja izquierda para reparar sus lesiones superficiales.

Le pregunté a mi hijo: "¿Por qué no le pediste ayuda a Shifu?". Me dijo que había perdido el conocimiento cuando ocurrió el accidente, pero cuando volvió en sí, dijo en su mente: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

En los días siguientes, mi hijo tuvo que ir al hospital para recibir las curaciones de su oreja. Sin embargo, su oreja estaba magullada y se volvía más y más oscura cada día.

Mi hijo me dijo un día que si no podía mantener su oreja, hablaría con el compañero que manejaba para que le pagara una cirugía plástica.

"No, deberías asumir alguna responsabilidad por el accidente", le dije. "Deberías haber evitado que el conductor condujera demasiado rápido, eso habría sido lo mejor. Un practicante debe considerar a los demás primero. Así que si necesitas una cirugía, yo la pagaré".

Mi hijo estuvo de acuerdo.

Unos días después, mi hijo me dijo muy alegre: "¡Mamá, el Maestro me ha dado una oreja nueva!". 

Explicó que Shifu apareció en su sueño y le dijo que su oído estaba bien ahora. Vio en su sueño que el Maestro le había quitado la oreja rota y le había puesto una nueva en su lugar.