(Minghui.org) Dos mujeres en la ciudad de Harbin fueron juzgadas por hablar con la gente sobre Falun Gong, una disciplina espiritual que está perseguida por el régimen comunista chino.

Las Sras. Qin Aimin y Yuan Hong atribuyen su estado saludable a Falun Gong.

La Sra. Qin solía sufrir de artritis reumatoide y vértigo. Su pierna izquierda tenía una herida infectada con un profundo orificio. Le dolía tanto que no podía caminar. Mientras ella y su marido sufrían para pagar las facturas médicas, los dos perdieron sus trabajos. Comenzaron a practicar Falun Gong en 1996 y en pocos meses todos sus síntomas desaparecieron.

La vida de la Sra. Yuan no era mucho más fácil. Sufría de graves migrañas, provocando que se golpeara la cabeza contra la pared cuando no podía aguantar el dolor. Su mala salud le provocaba que tuviera mal temperamento, y solía discutir con su marido. Al final se divorciaron. Sin embargo, la Sra. Yuan recuperó su vida después de comenzar a practicar Falun Gong.

Habiendo experimentado de primera mano Falun Gong, las Sras. Qin y Yuan nunca vacilaron en su creencia después que la persecución comenzara en julio de 1999. Solián aprovechar cada oportunidad para compartir sus historias con la gente y contarles que Falun Gong no era lo que decía la propaganda.

Fueron arrestadas el 19 de noviembre de 2017, mientras hablaban con la gente sobre Falun Gong. Durante el juicio conjunto el 30 de mayo de 2018, las Sras. Qin y Yuan testificaron en su defensa y demandaron su indulto.

El presidente del tribunal, Miao Shiyun interrumpió repetidamente a las dos practicantes de Falun Gong cuando presentaron sus argumentos de defensa. Siempre que la Sra. Qin mencionaba Falun Gong, Miao la interrumpía y le decía que no tenia nada que ver con el caso.

El abogado de las practicantes señalo que la persecución fue inciada por el anterior dictador chino Jiang Zemin sin ninguna base legal. Miao le advirtió que dejara de hablar de quien comenzó la persecución.

El fiscal presentó varias fotos que, según él, eran pruebas contra la Sra. Qin, pero no presentó ninguna prueba física ante el tribunal.

Miao suspendió la audiencia sin emitir un veredicto.

Impacto familiar

Mientras las Sras. Qin y Yuan permanecen detenidas, sus familiares están sufriendo tremendamente.

El padre de la Sra. Qin, de 80 años, estaba tan preocupado por su arresto que perdió el equilibrio mientras andaba y se rompió el brazo. Después le diagnosticaron cáncer de colon. Su madre de 92 años murió de angustia poco antes del juicio.

El marido de la Sra. Qin escribió una carta a las autoridades pidiendo su liberación. Diecinueve personas imprimieron sus huellas en una carta para mostrar su apoyo a la Sra. Qin.

Carta del marido de la Sra. Qin, con huellas impresas de simpatizantes pidiendo su liberación.