(Minghui.org) Presentaron Falun Dafa, por primera vez, en mi ciudad natal en 1996. Cuando mi marido, mi hijo y yo escuchamos el ciclo de las nueve conferencias del Maestro Li, nos pareció que Dafa era bueno, así que inmediatamente empezamos a practicarlo. Nuestra casa pronto se convirtió en un sitio de práctica local donde mucha gente venía a aprender Falun Gong.

En julio de 1999, Jiang Zemin, el entonces jefe del partido comunista chino (PCCh), comenzó una campaña de difamación sin precedentes contra Falun Gong.

Mi familia pronto se convirtió en blanco de la persecución en mi área. Cuando mi esposo fue arrestado, perdió el ambiente para practicar Falun Gong. Fue severamente perseguido en prisión y luego falleció.

Fui sentenciada a tres años de trabajos forzados, mientras que mi hijo fue sentenciado a más de un año de trabajos forzados. La persecución destrozó completamente a mi familia.

Mi hijo y yo nos levantamos a las 3:00 a. m. para practicar los cinco ejercicios. A las 7:00 a. m. salimos a aclarar la verdad, cara a cara y distribuimos materiales informativos relacionados con Dafa.

Cuando le cuento a la gente mi experiencia personal con Falun Gong, no puedo evitar derramar lágrimas. Muchas personas que me escuchan también se conmueven y elogian a Dafa, al Maestro Li y a los practicantes.

En julio de 2017, le expliqué la verdad a una empresaria. Cuando le di un folleto, se negó a aceptarlo. "¿Esto está relacionado con Falun Gong?", preguntó. Le dije que sí y le pregunté qué sabía de la práctica.

"He leído un volante y he visto un DVD sobre la persecución", contestó. Entonces le pregunté, "¿Entiendes lo que es Falun Gong?”.

“Deberíamos mirar al PCCh dialécticamente”, comentó. Entonces le respondí: "Falun Gong enseña a la gente a seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia. ¿No sería genial para nuestro país que los estándares morales de la gente mejoraran?”.

Mientras caminábamos, dijo que le gustaba escucharme y que, en realidad, creía no tener una comprensión clara sobre qué es Falun Gong. Así que le hablé de la grandeza de Dafa, de la práctica misma y le conté mis experiencias.

También hablé de los crímenes que el PCCh cometió durante la persecución y del hecho de que mucha gente ha sido engañada por la propaganda del PCCh. También mencioné las dificultades que los practicantes de Dafa enfrentan todos los días para generar conciencia sobre los crímenes contra la humanidad que comete el PCCh.

Cuando le conté todo esto, empezó a llorar. Entonces, le pregunté por qué lloraba, y me dijo: “¡Dafa y tu Maestro son realmente grandes! El reino espiritual que los practicantes de Dafa han alcanzado es tan conmovedor. La persecución del PCCh es aborrecible y malvada. ¡Es realmente incomprensible! No puedo evitar llorar".

Cuando le expliqué la importancia de renunciar al PCCh, usó su dedo índice para escribir su apellido en mi paraguas. Me indicó un alias para renunciar formalmente a su membresía en la liga juvenil comunista.

Antes de separarnos, me pidió algunos materiales informativos sobre Falun Gong. También le di un amuleto y le dije que recordara que "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia son buenos".