(Minghui.org) He estado incorporando la cultivación en mi vida diaria. Además de estudiar las enseñanzas del Fa diariamente, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos, genero conciencia pública de la persecución.

"Los comparto"

Un día estaba aclarándole los hechos a un señor y le entregué una copia del Semanario Minghui. Otro hombre se acercó y se mostró descontento con la persona con la que acababa de hablar, mientras me marchaba.

Aquel hombre parecía bastante disgustado y agitado. Me gritó: "¡Eh, tú! ¡Para! ¡Para!". Me di la vuelta y le pregunté en qué podía ayudarlo.

"Quiero algunos". Me di cuenta de que lo había ignorado porque me hacía sentir incómoda; y me sentí muy mal por haber hecho eso.

Le di uno. "Oh, no solo uno", dijo. "Quiero uno de cada".

Le comenté que eran preciosas y que tenía que atesorarlas.

"Disfruto leyéndolas y nunca las tiro, las comparto", respondió.

“Se lo leo a los que no saben leer”

Conocí a un anciano de unos 70 años, que parecía distinguido y honesto. Cuando estaba distribuyendo mis materiales, se acercó y me pidió uno.

Enseguida, me di cuenta de que conocía Falun Gong. Le entregué una edición especial de Minghui titulada: "Evidencia Irrefutable", la más reciente. Quiso que le diera más. Le aclaré que ya debía haber leído las otras ediciones.

Dijo seriamente: "Estoy en un asilo de ancianos y hay mucha gente que no sabe leer. Quiero llevar algo para leerles".

“El partido comunista es peor que los bandidos del pasado”

Cuando conversé con un hombre mayor, se dio cuenta de que era un practicante de Falun Gong. Le conté lo básico sobre Falun Gong. Consideró que yo no debería viajar a Beijing.

Pero le contesté que Falun Gong estaba siendo tratado injustamente, y que lo menos que podía hacer era presentar una apelación. El partido comunista chino nunca ha cumplido la ley; pone todo “patas arriba” y persigue a la gente buena.

Me respondió: "En eso tiene razón. El partido comunista es peor que los bandidos del pasado. Uno de mis familiares es policía. Se encarga de detener a las personas que vienen a apelar. Los golpean y castigan tan cruelmente. ¡Da miedo! El PCCh es malvado".

Cuando acabamos de conversar, conocía la verdadera naturaleza del PCCh, así que quiso renunciar a su membresía en el partido, para garantizarse un futuro.