(Minghui.org) Este artículo es para alertar a los compañeros practicantes para que presten atención a cómo hablan de otros practicantes.

Comentarios inapropiados

Hace unos meses, abordé las deficiencias de los practicantes en la cercana ciudad A durante nuestro estudio del Fa del grupo local. Pensé que había reconocido un patrón de problemas entre ellos, y creí que eran causados por sus apegos a divertirse y a lucirse.

Hablé de sus deficiencias, afirmando que no les iba bien. Dije que no habían encontrado las razones subyacentes de sus problemas, así que las viejas fuerzas se aprovecharon de sus deficiencias.

Al regresar a casa, tuve sueño y tomé una pequeña siesta. Tuve un sueño en el que vi una cueva oscura y muy profunda de la vigésima capa del infierno. Esta imagen me asustó para que me despertara. Me pregunté qué había hecho para que me mostraran ese sueño.

Miré hacia adentro. Cuando me calmé, recordé que critiqué a mis compañeros de la ciudad A, y entendí que el sueño estaba relacionado con eso. Cuando hablaba de estos practicantes, me pareció que lo que dije estaba bien. Sin embargo, detrás de lo que había dicho había apegos al resentimiento, envidia, competitividad y al "yo".

Apegos ocultos en lo más profundo

Cuando los practicantes de la ciudad A se enfrentaron a dificultades en el pasado, sentí que culpaban a los practicantes de mi ciudad por sus problemas. Desde entonces, he tenido una opinión negativa de ellos. Habían herido mis sentimientos y eso me hizo sentir incómodo. No pude dejar de lado mi apego al resentimiento, así que los criticaba ante otros practicantes.

Compartir mis pensamientos resultó en extender mi resentimiento a más practicantes. Aunque dije que debíamos mirar hacia adentro, sentí que podría haber influido en más practicantes. Esto pudo haber resultado en que más practicantes tuvieran una opinión negativa en contra de los practicantes de la ciudad A. ¿No creé una división entre nuestros practicantes locales y los practicantes de la ciudad A?

Los practicantes de la ciudad A necesitaban más apoyo y asistencia de otros practicantes. En cambio, ayudé a crear conflictos. ¿Cómo podrían los practicantes que fueron influenciados por mí enviar pensamientos rectos puros? Fui yo quien despertó el apego a culpar a otros entre nuestro grupo. ¿No estaba haciendo una mala acción?

Me sentí incómodo ya que se trataba de un asunto serio. Quería resolver el problema y me di cuenta de que debía eliminar los efectos negativos que había creado lo antes posible.

Quería visitar a los practicantes locales que escucharon mis comentarios negativos uno por uno, pero era tarde en la noche así que les envié un correo electrónico a cada uno. Me disculpé y admití que tenía ciertos apegos. Sinceramente esperaba que mis comentarios inapropiados no los indujeran a un error.

Lecciones aprendidas

Después, nuestros practicantes locales me contestaron y me dijeron que entendían el problema. No causó más pérdidas. Shifu me había ayudado al advertirme y nos había salvado de cometer más errores.

Me tomé muy en serio la lección que aprendí. Comprendí la importancia de eliminar el apego a los celos y la competitividad. No es poca cosa si nuestros apegos afectan a otros practicantes y crean conflictos. Esto es un pecado y puede traer daño a la forma en que los practicantes coordinan juntos.

Este asunto ocurrió hace varios meses, y no pensé inicialmente en compartirlo con otros practicantes. Recientemente, sin embargo, un tema similar surgió cuando otro practicante que difundió una opinión negativa sobre alguien no se dio cuenta de la seriedad de lo que hizo. Le hablé de mi experiencia y se sorprendió. Prometió compensar su error.

Entonces decidí compartir mi experiencia. Debemos mirar hacia adentro sin importar lo incómodos que nos sintamos cuando enfrentamos conflictos. Debemos cultivar nuestra habla y no difundir comentarios negativos entre los practicantes. No pongamos obstáculos a nuestra cultivación, y compensemos cualquier pérdida que hayamos causado.