(Minghui.org) Nací durante el "Gran Salto Adelante" de China. Adoctrinado por la filosofía de lucha del partido comunista chino (PCCh), la familia de mi padre abusaba y maltrataba a mi madre con frecuencia.

Cuando estaba tomando mis exámenes de ingreso a la universidad en 1978, mi abuela paterna se ahorcó en nuestra casa, por lo que mi tío y mi tía solicitaron a las autoridades locales que arrestaran y encarcelaran a mi madre. Las infelices circunstancias de mi niñez reforzaron mi determinación de convertirme en un oficial de policía para poder defender del abuso a los que amaba.

Destacado investigador policial

Fui admitido en la escuela provincial de seguridad pública debido a mis excelentes calificaciones, y me convertí en investigador criminal en el departamento de policía del condado después de la graduación. Trabajé duro y me convertí en un experto en investigación y trabajo forense. Como pude identificar con precisión al perpetrador del crimen en todo momento, me hice famoso por mi experiencia y obtuve el título de "Investigador Extraordinario".

El trabajo de un investigador criminal es difícil y requiere mucha resistencia. En casos importantes en particular, los investigadores tienen que trabajar día y noche para investigar rápidamente la escena del crimen, emitir permisos y supervisar evaluaciones técnicas. Cada detalle debe ser examinado meticulosa y rigurosamente. Además de la carga de trabajo irracional, también tuve que protegerme contra los colegas traicioneros y la política venenosa de la oficina.

A medida que la tensión mental y física aumentó, mi salud se deterioró. En un momento dado, me diagnosticaron inflamación crónica de la vesícula biliar y de la membrana mucosa del estómago, así como enfermedades cardíacas, migrañas y artritis reumatoide. En busca de una cura, consulté a especialistas en los principales hospitales y pedí consejo a los curanderos tradicionales, pero nada funcionó, y en 1995, cuando tenía solo 36 años, los médicos me aconsejaron tomar una licencia e irme a descansar a casa.

Mi nueva vida se renueva

El 20 de enero de 1996, un amigo que trabajaba en el Congreso Popular local pasó por mi casa y me dio una copia del libro Falun Gong y una serie de videos de ejercicios. Este amigo describió los impresionantes poderes curativos de Falun Dafa y me aconsejó que lo intentara.

Debido a que estudié marxismo en la escuela de seguridad pública, mi mentalidad atea se negó a aceptar algo espiritual. Esa noche, sin embargo, dormí profundamente a pesar de que no había tomado pastillas para dormir. A la mañana siguiente mi apetito y resistencia mejoraron mucho, y pude caminar por mi cuenta.

Curioso, comencé a leer Falun Gong y quedé tan impresionado que terminé todo el libro de una vez. Del libro, aprendí sobre el significado de la vida y los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Sabía que había encontrado mi verdadero propósito en la vida.

Hice los cinco ejercicios diariamente y mi salud comenzó a recuperarse. En la segunda semana, pude hacer algunas tareas domésticas. Para la cuarta semana, me había recuperado lo suficiente como para volver a trabajar. Hasta la fecha, 22 años después, he estado libre de enfermedades.

Sobrevivir a la tortura y el abuso

En julio de 1999, Jiang Zemin, el exjefe del régimen comunista, abusó de su poder y lanzó una campaña de persecución contra los practicantes de Falun Dafa en China. Fui llevado a centros de lavado de cerebro, campos de trabajo forzado y prisiones, donde fui torturado y abusado. Las autoridades me arrestaron y me encarcelaron en un hospital psiquiátrico en enero del 2000. En un intento de engañar al público, anunciaron que había muerto después de practicar Falun Dafa.

Los doctores en el hospital psiquiátrico recibieron la orden de infundirme drogas dañinas. A pesar del dolor insoportable, continué recitando silenciosamente, "Verdad-Benevolencia-Tolerancia". En medio de este tremendo dolor y sufrimiento, comencé a aclarar los hechos sobre la persecución de Falun Dafa al médico y le dije lo increíble que es Falun Dafa. Lo que dije y cómo me comporté, incluso mientras estaba siendo torturado, conmovió al amable médico, quien me aseguró: "Encontraré la manera de asegurar tu liberación". Poco después, me dieron el alta del hospital psiquiátrico.

En el otoño de 2011, fui liberado después de cuatro años en prisión. Pero estaba cerca de la muerte por la tortura que había sufrido. Reanudé mi estudio de las enseñanzas de Dafa y comencé a hacer los cinco ejercicios diligentemente. En una semana, mi salud mejoró y pude hacer las tareas del hogar y reanudé el cuidado de mis padres ancianos.

Sin embargo, nuestra familia aún enfrenta dificultades financieras. Debido a que Jiang Zemin y sus compinches habían ordenado a los funcionarios del gobierno que "declararan en quiebra, desacreditaran y destruyeran físicamente a los practicantes de Falun Dafa", las autoridades locales suspendieron mi salario y se negaron a concederme mi pensión de jubilación.

La bondad tiene sus propias recompensas

Para ganarme la vida, abrí una pequeña tienda de ropa. En mis tratos comerciales, hago mi mejor esfuerzo para adherirme a los principios que Shifu nos enseñó.

Shifu dijo:

“En esta porción del xiulian entre la gente común, no importa cuánto dinero tengas, qué alto puesto oficial ocupes, si haces tus propios negocios o abres una compañía o cualquier negocio que realices, debes comerciar en forma justa y posicionar el corazón rectamente” (Zhuan Falun).

Visito la fábrica personalmente para asegurar que las prendas que se venden en mi tienda sean de la mejor calidad en telas y mano de obra. Luego las vendo a precios razonables. Hoy en día, la mayoría de las tiendas de ropa en China no declaran sus precios por adelantado, y a los compradores que no negocian se les cobra de más terriblemente. También ofrezco a mis clientes la opción de intercambiar artículos comprados o de obtener un reembolso. Garantizo reembolsos completos si descubren un problema con su ropa nueva.

La bondad realmente tiene sus propias recompensas. He cultivado una base de clientes leales debido a mi honestidad e integridad, y mi negocio se ha expandido. A pesar de su ubicación bastante inconveniente, muchos clientes están dispuestos a conducir hasta mi tienda. Como resultado, he logrado ganar un ingreso razonable.

Aunque ahora tengo 60 años, permanezco tan activo y enérgico como alguien mucho más joven. Falun Dafa me ha dado buena salud y una vida feliz.

(Presentación para "Celebrar el Día Mundial de Falun Dafa" 2018 en el sitio web de Minghui)