(Minghui.org)

Accidente de motocicleta

Un día de diciembre de 2017, estaba conduciendo una motocicleta en dirección a un mercado que se encontraba bastante alejado, llevando a dos compañeros practicantes. Habíamos planeado aclarar los hechos sobre Falun Dafa a la gente de allí. En una esquina, choqué con un triciclo. Mi cabeza impactó con el suelo y me desmayé.

Los otros dos practicantes me ayudaron a sentarme. Sentí que mi cabeza era grande y pesada. Mi cara estaba hinchada y entumecida, y tenía pequeñas ráfagas de dolor. Me zumbaban los oídos. Una pequeña herida en mi párpado estaba sangrando. El clima era frío. Por lo que era difícil limpiar la sangre. Como resultado, toda mi cara estaba cubierta de sangre.

Recuperé la conciencia después de un tiempo. Los practicantes me aconsejaron: "Date prisa. ¡Pídele ayuda al Maestro! Recita, ¡Falun Dafa es bueno!”. En ese momento me di cuenta de que tuve un accidente. Me sentí molesta y culpable de que no pudiéramos aclarar la verdad a la gente después de venir de tan lejos.

Me senté en el suelo. Los dos practicantes ayudaron al conductor de triciclo a enderezar su vehículo y comprobaron si estaba herido. Esa persona dijo que estaba bien. Mis compañeros le dijeron a la persona que somos practicantes de Falun Dafa y que no trataríamos de sacarle dinero. Le explicaron que los hechos sobre Falun Dafa son diferentes de la propaganda presentada por el gobierno del partido comunista en los medios de comunicación. Le pidieron que recordara que ‘Falun Dafa es bueno' para que fuera bendecido. Esta persona asintió con la cabeza, dijo que lo recordaría, y se fue en su triciclo.

Después de un tiempo, me sentí mejor. Los practicantes dijeron: "Volvamos a casa". En el camino de regreso, seguimos enviando pensamientos rectos y pidiendo al Maestro que me ayudara. De vez en cuando me sentía mareada y aturdida, así que unas veces montábamos en motocicleta y otras teníamos que caminar. Hasta que finalmente, llegamos a casa.

Mi marido, que no practica Falun Dafa. Al verme así se sorprendió. Los practicantes le contaron lo que había sucedido. El insistió en enviarme al hospital. Le dije: "No te preocupes. Mi Maestro cuidará de mí. No tendré ningún problema".

Él dijo: "Tu rostro está deformado, y tu cabeza sangrando. ¿Sabes esto?". Yo insistí: "Por favor, no me obligues. No iré a ninguna parte. Necesito hacer los ejercicios y estudiar el Fa. ¡Hoy te mostraré el milagro de Falun Dafa!". Viendo que no podía hacerme cambiar de opinión no insistió más.

Respondiendo a la tribulación como un verdadero practicante

Sentí que el Maestro me estaba fortaleciendo. Mis pensamientos rectos eran muy fuertes. Me limpié la suciedad y la sangre de la cara. Una practicante me dijo: "Tienes la cara hinchada. Es mejor aplicar un poco de alcohol para eliminar la hinchazón". No lo pensé y tampoco lo rechacé. Me limpió la cara con alcohol. Se marcharon después de ver que yo estaba bien.

A la hora del almuerzo, no podía abrir la boca para comer. Mis dientes estaban muy apretados. Mi cara estaba negra y azul y muy hinchada. Se veía aterrador. Mi cabeza estaba tan pesada que no podía levantarla. Sentí un estallido de dolor intenso. También sentía náuseas y quería vomitar. Estaba sufriendo mucho.

No importaba lo mal que me sintiera, mi corazón no se movió. Yo sabía que soy un practicante de Falun Dafa. Mi compasivo y poderoso Maestro me estaba ayudando. Independientemente de los trucos que el mal estuviera utilizando, esto no era nada frente a un verdadero practicante de Falun Dafa. Yo creo en el Maestro y en Dafa.

El Maestro dijo:

“Les digo esto a todos, pese a lo “enfermo” que te sientas, espero que persistas en venir a la clase, pues el Fa no es fácil de obtener” (Zhuan Falun).

Seguí las palabras del Maestro y comencé a recitar el Fa. Hice lo que debía hacer. Como no podía comer, decidí hacer los ejercicios en su lugar. Después de hacer los ejercicios por un tiempo, noté que algo olía muy mal. Así que me mudé a otra habitación, pero el olor me siguió. Me di cuenta de que era el alcohol.

En este momento critico me dije que no podía dejarme influenciar por ningún apego humano. El único pensamiento al que debo aferrarme es creer en el Maestro y en Dafa. Iluminada por esto, me lavé la cara con agua tibia hasta que no pude oler el alcohol. Mi cara se sentía mucho mejor.

Continué haciendo el segundo ejercicio. Poco después, pude abrir la boca. Cuando estaba haciendo el cuarto ejercicio, me surgió una noción humana: "La pequeña herida en mi párpado seguía sangrando, y agacharme me haría sangrar más. Así que debería hacer el quinto ejercicio, la meditación sentada". Una vez que me senté, me vino un pensamiento: "¿Estoy evitando el problema?". Me sorprendió. Sí. Estaba tratando de evitar el problema. ¿Haría esto un verdadero practicante de Falun Dafa? En consecuencia debería hacer el cuarto ejercicio. La cultivación es seria, y no puedo tomar ningún atajo. No puedo aceptar ninguna noción humana en este momento crítico. Debo eliminar completamente la interferencia de las viejas fuerzas y negar su persecución.

Decidí ponerme de pie y hacer el cuarto ejercicio. La sangre de mi párpado continuó goteando hacia abajo, y pronto formó una mancha de sangre. No me importó y terminé el ejercicio con todo mi corazón. Luego terminé el quinto ejercicio. Después de eso, comencé a enviar pensamientos rectos.

El milagro surge después de mirar hacia adentro

Tengo sesenta y cinco años. Mi salud ha sido buena desde que comencé a practicar Falun Dafa. Todas las mañanas, montaba en mi motocicleta y llevaba a otros practicantes a diferentes lugares para contarle a la gente sobre Falun Dafa. Por la tarde trabajaba en el campo y al anochecer estudiaba el Fa con otros practicantes. Fui diligente en hacer las tres cosas requeridas por el Maestro. Entonces, ¿por qué me encontré con una tribulación tan grande? Esa noche, me tranquilicé y busqué dentro de mí la razón. ¿Dónde me he desviado del Fa?

Para entonces, mi esposo había encendido el televisor, y una canción familiar se escuchó en la apertura de una serie de televisión flotando sobre ella. ¡Eso es! Ahora lo sé. A mi marido, sobre todo le encantaba ver la televisión. La veía todas las noches mientras cenábamos. A veces, yo también la miraba. Me gustaba especialmente una serie sobre el Emperador Qianlong. Cuando era la hora de salir para ir a estudiar el Fa en grupo, a veces antes de irme me tomaba más tiempo, tratando de ver un poco más del programa. En realidad, independientemente de la serie de televisión que fuera, estaba llena de lujuria y luchas de poder. Para los practicantes, el Maestro continuamente purifica nuestros cuerpos y mentes. Sin embargo, no atesoré lo que el Maestro ha hecho por mí, y continué llenando mi mente con esas cosas sucias.

Lo pensé más y reflexioné: ¿Por qué quiero ver esas series de televisión? En realidad, buscaba consuelo y placer. Continué mirando hacia adentro. Encontré mi deseo de hacer cosas (qing), el corazón de presumir, una mentalidad competitiva, y un apego a "no querer ser criticada". El accidente que tuve fue muy serio. Expuso todos mis apegos. ¿Cómo podría ser posible hacer algo tan sagrado como salvar a seres conscientes con esos apegos sucios? Quería eliminarlos completamente. No quería ningún apego humano. Siguiendo las enseñanzas del Maestro, dedicaré más tiempo a estudiar el Fa y a cultivar la compasión para poder salvar a los seres conscientes con un corazón compasivo y puro.

Después de darme cuenta de esto, me sentí más relajada. Comencé a recitar el Fa ya que mis ojos estaban hinchados y cerrados. Enviaba pensamientos rectos cada hora. A la mañana siguiente me levanté a las 4:00 a.m. para recitar el Fa. Después de enviar pensamientos rectos a las 6:00 a.m., mi dolor de cabeza se alivió y ya no sentí náuseas. Podía abrir un poco los ojos. La hinchazón de mi cabeza también disminuyó. Me sentí mejor en general.

Le pedí a mi marido que cerrara la puerta para tener un ambiente más tranquilo y relajado, continué estudiando el Fa, haciendo los ejercicios y enviando pensamientos rectos. Estaba progresando rápidamente. Cada día era diferente. Con el compasivo cuidado del Maestro, me recuperé completamente en cuatro días

Al cuarto día, por la mañana, mi marido se sorprendió y exclamó: "¡Dios mío! ¡Te recuperaste en cuatro días sin medicación! No te habrías recuperado tan bien como lo hiciste ni estando hospitalizada por dos semanas. ¡Esto es un milagro! ¡Es increíble! Estoy totalmente convencido. No me extraña que leas y recites ese libro todos los días. Todo es verdad. Dame ese libro. Yo también quiero leerlo. Esta Fa es realmente bueno. ¡Es un milagro!".

Como resultado de este incidente, dos de mis familiares comenzaron a practicar Falun Dafa. Después de ver mi experiencia, un practicante que no había sido diligente me dijo emotivamente: "Nunca más pensare en dejar Dafa. ¡Quiero ser un verdadero practicante!".

Estoy muy agradecida al Maestro por soportar mi sufrimiento. ¡Gracias, Maestro!

Tengo la esperanza de que mis compañeros practicantes aprendan de mi experiencia. No te distraigas con los programas de televisión en este mundo humano. Ni siquiera pienses que está bien mirar un poquito. Cada uno de nuestros pensamientos es crucial en esta última etapa. No permitas que el mal tenga ningún brecha de la que aprovecharse. Debemos creer verdaderamente en el Maestro y en el Fa para convertirnos en verdaderos discípulos de Dafa.