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Practicante de setenta años es torturado y electrocutado por la policía

Abr. 24, 2018 |   Por un corresponsal de Minghui en la provincia de Heilongjiang, China

(Minghui.org) El Sr. Yang Licheng de la ciudad de Qiqihar tiene más de 70 años. Fue detenido ilegalmente en el campo de trabajo forzado de Fuyu en el 2000 y torturado severamente. Lo arrestaron nuevamente en el 2009 y lo torturaron oficiales del departamento de policía del distrito de Tiefeng.

A continuación la narración del Sr. Yang sobre la persecución que sufrió:

Policías de la estación de policía de Xingongdi forzaron la entrada a mi casa y me arrestaron el 5 de junio de 2009. Confiscaron mil yuanes en efectivo junto con otras pertenencias.

En la estación de policía, me esposaron a un tubo de calefacción, y tuve que pasar la noche acostado en el piso de concreto. Al día siguiente, me llevaron al departamento de policía del distrito de Tiefeng y me forzaron a sentarme en una silla de hierro helada. Me pusieron una bolsa de plástico sobre la cabeza para sofocarme.

Recreación de la tortura: cabeza cubierta con bolsa de plástico

Luego me halaron los brazos, los pusieron a través de unos huecos en la parte de atrás de una silla de hierro, y los esposaron. Pegaron electrodos en mis pulgares y los conectaron a un generador para electrocutarme. Me electrocutaron desde las 9:00 a. m. hasta las 5:00 p. m.

Un tiempo después, un policía sacó los electrodos del pulgar derecho y los pegó en mis genitale. Luego prendió el generador y me electrocutó por cinco a seis horas más. Mi cuerpo sufría espasmos y en mi corazón sufría dolor extremo. Sentía como si me fuera a morir.

Ilustración de la tortura: electrocución.

Los policías me forzaron a pararme y me esposaron las manos detrás de la espalda luego de ponerlas a través de los dos huecos de la silla. Me empujaron la cabeza hacia adelante y halaron las piernas hacia abajo.

Uno de los policías sugirió que ataran uno de los cordones de los zapatos por encima de la cabeza, y el otro a los pies. Me ataron la cabeza a los pies, con las manos esposadas detrás de la espalda. Una hora después, sudé tanto que había formado un charco en el suelo.

La tortura duró tres días y noches. Me transfirieron al centro de detenciones de Qiqihar, donde la persecución continuó.

Recreación de la tortura: atando la cabeza a los pies

Me forzaron a recoger palillos en el centro de detenciones. Luego me sentenciaron a cuatro años de prisión en diciembre de 2009 y me llevaron a la prisión de Tailai en enero de 2010.

Los guardias de la prisisón en el equipo de entrenamiento grupal intentaron forzarme a escribir una garantía de dejar de practicar Falun Gong. Cuando me negué a cooperar, me dijeron que me agachara como castigo. Me negué, y me esposaron.

No pude dormir de lado esa noche porque había demasiada gente en la cama. Me llevaron al equipo de los "ancianos" y no me permitieron dormir por tres días seguidos. Cuatro presos me monitoreaban y me echaban agua fría sobre la cabeza apenas cerraba los ojos. Luego me forzaron a recoger palillos y a limpiar los baños.

Sufrí todo tipo de torturas inhumanas en la prisión de Tailai hasta que el 7 de enero de 2013 me liberaron.