(Minghui.org) Sufrí una miríada de enfermedades entre 1995 y 1997, incluyendo colecistitis, enfermedad cardíaca, gastritis antral, colitis, apendicitis y neurastenia. A pesar de pasar por tratamientos extensivos, muchas de mis enfermedades permanecieron incurables.

Una amiga médica me dijo amablemente durante mi hospitalización: "Tu enfermedad cardíaca es severa. ¡Cuida tu salud y nunca intentes quedar embarazada!". Llevaba dos años de casada y mi esposo y yo estábamos pensando comenzar una familia. Mi amiga, para enfatizar su punto, me dijo que recientemente había tratado a un paciente que tenía una condición cardíaca similar a la mía. El paciente había fallecido de un ataque al corazón luego de haber sido dado de alta. Escuchar sus palabras fue devastador.

El interminable dolor e incomodidad que me causaban mis varias enfermedades hacía que no pudiera dormir bien por la noche, y pronto caí en una tremenda depresión, convencida de que era la persona con la peor suerte del mundo. En ese momento, hice un juramento. Si alguien podía curar mi enfermedad, haría lo que me pidiera voluntariamente, aún si significara hacer cosas serviles como barrer las calles.

Obteniendo Dafa en las profundidades de la desesperación

Me encontré con una colega que se había retirado recientemente en la primavera de 1997. Al ver mi condición frágil y enferma, me habló sobre Falun Dafa (también llamado Falun Gong). Según ella, esta práctica le enseñaba a la gente a cultivar sus corazones y naturaleza y a volverse personas realmente buenas. Los practicantes que trabajan duro para volverse personas buenas pueden curarse de sus enfermedades. Mi colega me invitó luego a su casa a ver un video introductorio sobre Falun Dafa.

Como me habían enseñado la doctrina ateista del partico comunista chino desde que era joven, su consejo me parecía cómico. ¿Curarme por ser buena persona? ¿Cuál era la conexión? ¡No tenían relacion en absoluto! Pero, me fue difícil rechazar las buenas intenciones de mi colega, así que fui a su casa esa noche acompañada de mi esposo. Nos sentamos a ver el video y pronto quedé impresionada con la hermosa demostración de los movimientos de los ejercicios hecha por Shifu Li (el fundador de Falun Dafa). Sentí una felicidad indescribible en mi corazón, y mi esposo vio a varios Fo flotando arriba y abajo en la pantalla mientras estaba sentado en la posición de meditación. Él era ateo como yo, así que no era el tipo de persona que me engañaría. Mis propias sensaciones me convencieron que esta práctica era inusual. Luego, mis colegas me entregaron una copia de Zhuan Falun y me aconsejaron que lo leyera completamente.

Terminé de leer el libro entero en una sentada y me sentí como una persona diferente. El contenido interno era maravilloso y cambió completamente mi perspectiva de la vida. A los practicantes se les pedía mirar adentro para encontrar fallos personales al encontrarse con problemas. Al hacer las cosas, uno tenía que poner primero a los demás.

El libro me permitió ver mis propias deficiencias. Solía insistir a la fuerza hasta que cumplía mi objetivo. Hasta cuando peleaba con mi esposo, nunca admitía la derrota. Este comportamiento era una contradicción total a los principios de Dafa. Estaba profundamente avergonzada y juré trabajar más duro para volverme una persona mejor.

Hechos milagrosos

Dos semanas luego de comenzar a practicar Falun Dafa, mis enfermedades desaparecieron sin dejar rastro. Una persona saludable, alegre y considerada reemplazó a mi yo antiguo.

Mis colegas estaban tan impresionados que casi 10 de ellos comenzaron poco después a aprender Falun Dafa de mi. Mis padres quedaron sin palabras por la felicidad al ver mi recuperación, y mi padre quedó tan impresionado que él también comenzó a practicar Falun Dafa. Aun más alegre fue mi embarazo inesperado al año siguiente. Mi bebé se convirtió en un joven robusto.

Preparándome para los exámenes

Mi hijo acababa de cumplir un mes de vida cuando me di cuenta que ya venían los exámenes de un curso de estudio independiente que estaba tomando. Ya que mi hijo necesitaba que lo cudiara, y no podía viajar al lugar donde tenía que tomar el examen que seguro estaba lejos, casi decidí no ir esta vez. Pero una semana antes de los exámenes, una voz en mi sueño me informó que los exámenes serián realizados cerca, y quedé confundida. ¿Cómo era posible revisar todos los materiales de mi curso en tres días?

Al pensarlo, una voz compasiva habló en mi mente: "Shifu Li (el fundador) te ayudará". Rápidamente expresé mi gratitud.

Pasé los próximos tres días y medio estudiando diligentemente sin dormir. A pesar de no dormir ni un poquito, no sufrí de somnolencia y pude concentrarme y repasar mis tres materias con facilidad. Durante el examen, descubrí que la mayoría de las preguntas en los exámenes las había cubierto en mi repaso intensivo. Así que pasé mis exámenes con muy buenas notas.

Eliminando mi apego a la comida

Luego de haber sido curada, mi apetito mejoró al punto en el que comencé a comer de más. No podía controlar mis compulsiones y comía cualquier cosa que se me pasaba por en frente, sin importar si estuviera llena o no. Pronto mi peso aumentó y me volví obesa. En un mensaje durante mi meditación, me aconsejaron comer solo la mitad de lo que solía comer al día para perder peso. Logré hacerlo por un par de días, pero pronto recaí y continué comiendo lo que solía comer.

Poco después, mi esposo se fue en un viaje de trabajo. El día en que se fue me pasó por la mente un pensamiento repentino: "No comas en los próximos tres días, pues se te suministrará la energía que necesitas".

Al mismo tiempo, me mostraron una imagen de una señora con sobrepeso usando un chaleco negro. Solo entonces me di cuenta que el apego a la comida era uno que tenía que ser eliminado.

Me decidí a eliminar este apego completamente. En los próximos seis días, no me sentí ni con hambre ni con sed a pesar de no comer ni tomar nada. Continué mi rutina diaria con niveles de energía normales. Mi peso bajó exitosamente y mi apetito voraz se volvió normal.

Eliminando mi apego a la lujuria

Luego de comenzar mi cultivación en Dafa, me di cuenta de mi fuerte apego a la lujuria. Pero mi determinación para eliminar este apego era débil. Al toparme con hombres apuestos, solía encontrarme tratando de echarles un par de miradas de más.

Luego me encontré con lo siguiente en mis sueños: Un señor apuesto se me acercó y me dijo discretamente que lo siguiera a cierto lugar. Dejándome llevar por su buena apariencia, lo seguí ciegamente a una casa remota. De repente, el hombre se dio la vuelta y con una mirada malvada se transformó abruptamente en un enorme y malvado zorro. Con su lengua larga y roja, y garras afiladas, el zorro se me acercó para atacarme. El susto me despertó. Desde ese entonces, mi apego a la lujuria desapareció.

Nuestro gran y compasivo Shifu no ha dejado de hacer esfuerzos para despertarnos. Mis experiencias me han motivado a que continúe diligentemente en el camino de la cultivación y difunda la verdad sobre Dafa a más gente.