(Minghui.org) Una mujer de 68 años de edad le dijo valientemente a todos los presentes en su juicio: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Deja de perseguirnos!".

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una disciplina espiritual tradicional perseguida por el régimen comunista chino desde julio de 1999.

La Sra. Wang Xiyu agradece a Falun Gong por devolverle la salud y la oportunidad de una vida renovada. Sin embargo, su simple búsqueda de la felicidad la puso bajo custodia policial en múltiples ocasiones. Por negarse a renunciar a Falun Gong, fue sentenciada a cinco años en 2001 y tres años y medio en 2012. Entre ambos encarcelamientos, también fue obligada cumplir dos años de trabajos forzados de 2007 a 2009.

A pesar de su prolongado encarcelamiento, continuó practicando y aclarando la verdad a la gente sobre Falun Gong después de cada liberación. Fue detenida por última vez el 24 de noviembre de 2017 y enfrentó un juicio el 30 de marzo de 2018. La audiencia se celebró en el centro de detención de Pudong, donde permanece desde su último arresto.

Su abogado condenó la persecución y exigió su libre absolución. También aludió al sufrimiento que su cliente había padecido por los encarcelamientos anteriores y le preguntó al tribunal: "¿Por qué sigue practicando Falun Gong? ¿No demuestra que Falun Gong es bueno?". Luego explicó cómo los cargos contra su cliente eran infundados.

La Sra. Wang fue acusada de violar el artículo 300 del código penal, que estipula que quienes "utilicen una organización de culto para socavar el cumplimiento de la ley" deben ser procesados en la mayor medida posible. Su abogado argumentó que el congreso del pueblo (el cuerpo legislativo de China) nunca ha promulgado una ley que considere a Falun Gong como un "culto" y que el exdictador chino Jiang Zemin ordenó al tribunal popular supremo y a la fiscalía popular suprema que emitieran una interpretación estatutaria del Artículo 300 en noviembre de 1999, que requería que cualquiera que practicara o promoviera Falun Gong fuera procesado en la mayor medida posible.

Una nueva interpretación estatutaria que reemplazó la versión de 1999 entró en vigor el 1 de febrero de 2017. La nueva interpretación no menciona a Falun Gong y enfatizó que cualquier acusación contra cualquier persona que se involucre en un culto debe basarse en fundamentos jurídicos sólidos. Ya que ninguna ley en China etiqueta a Falun Gong como tal, la acusación contra la Sra. Wang carece de base legal.

El fiscal Fu Yanjun alegó que la Sra. Wang tenía la intención de "derrocar al partido comunista chino", citando copias de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista confiscadas de su casa. El abogado de la Sra. Wang argumentó que el libro no contenía nada más que hechos sobre el partido gobernante y que la posesión de ese libro por parte de su cliente no causaba ningún daño a nadie, y mucho menos socavaba el cumplimiento de la ley.

Fu dijo entonces que la Sra. Wang perturbó el orden social al usar un casco en el momento de su arresto. El abogado argumentó que su cliente, por supuesto, ese día llevaría puesto un casco mientras montaba en bicicleta. Pidió a Fu que explicara cómo una anciana que llevaba un casco violó cualquier ley. Fu no tuvo respuesta, y algunos espectadores en la sala del tribunal no pudieron evitar reírse.

La Sra. Wang comentó que había estado sufriendo de presión arterial alta durante cuatro semanas consecutivas antes de su comparecencia ante el tribunal. Sus dos hijas no pudieron evitar llorar cuando vieron a su madre, una vez enérgica y ahora de aspecto débil, con esposas y grilletes puestos durante toda la audiencia.

Las hijas fueron amenazadas antes del juicio por Guo Chengyu, subdirector de la oficina local 610, una agencia extralegal encargada de erradicar a Falun Gong y con poder para anular el sistema judicial. Guo dijo que las dos jóvenes no deberían haber contratado a su propio abogado, cuya declaración de inocencia en favor de su madre solo le valdría una sentencia mayor de prisión.

Guo fue visto en el centro de detención el día del juicio, aunque se marchó antes de que concluyera la audiencia.