(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 2007 después  que la persecución ya había comenzado. Como practicante de Falun Dafa, la práctica de cultivación me salvó de mis hábitos autodestructivos y me hizo convertirme en una mejor persona.

Una vida lamentable

Poco después de casarnos, mi esposo adquirió algunos malos hábitos, como beber y apostar. Gran parte de su salario no llegaba a casa. Al principio yo estaba muy molesta, pero poco a poco fui perdiendo toda esperanza y acabé cayendo en los mismos hábitos.

Aposté mucho y perdí mucho dinero jugando al mahjong. Cuanto más perdía, más jugaba tratando de recuperar mis pérdidas. Una noche, otros tres jugadores y yo, fuimos arrestados y encerrados en una estación de policía. Nos liberaron gracias al tráfico de influencias y también evitamos una gran multa.

Además de jugar al mahjong, a menudo me maquillaba mucho y me vestía a la moda para salir a bailar. Bailo muy bien, muchas personas aprendían observándome y me llamaban "maestra". A menudo me encontraba con mis “estudiantes de baile” en la calle y me sentía orgullosa de que me llamaran “maestra”.

Frecuentemente, después de bailar, algunos de mis “alumnos” me invitaban a un restaurante y bebíamos hasta perder el conocimiento.

Al final, contraje muchas enfermedades. La más grave fue la neuralgia del trigémino que me causaba dolor en el rostro y alrededor de los ojos, así como mareos y vómitos. Ni siquiera podía abrir los ojos. Al final, se convirtió en un vértigo constante que la medicina no podía curar.

Encontré a Falun Dafa

Con la intención de curar mis enfermedades, practiqué muchos tipos de qigong y aprendí Tai Chi, pero nada me aliviaba. Visité muchos templos y me convertí al budismo dos veces, pero eso tampoco me ayudó.

Luego traté de adorar espíritus de bajo nivel, uno tras otro. Pero, el vértigo que había hecho que mi vida fuera algo miserable no cesaba.

Un colega me presentó Falun Dafa en 2007. Después de practicar los ejercicios, comprendí que había actuado de forma errónea en el pasado y lamenté haber adquirido tanto yeli (karma) a lo largo de los años.

Falun Dafa me enseñó a vivir, el principio celestial de "recoges lo que siembras" y que una persona se destruye a sí misma si rebaja su disciplina moral.

Rápidamente abandoné las malas costumbres hasta convertirme en una mejor persona. El Maestro Li (el Fundador de Falun Dafa) limpió mi cuerpo y todas mis enfermedades desaparecieron. Recobré la salud hasta el punto de sentirme mucho más joven.

Falun Dafa derritió la fría relación con mis padres

Mis abuelos me criaron, así que no establecí una conexión cercana con mis padres. También sentía que siempre me habían tratado peor que a mis hermanos.

Después de divorciarme. Intenté marcharme con mi hijo a vivir a casa de mis padres, pero nos rechazaron. No se mostraron dispuestos a darnos comida u ofrecernos un lugar donde vivir. Me sentí enojada y lo consideré una injusticia.

Aunque mis hermanos tenían mejores ingresos, mis padres los favorecían más que a mí. Me molestaba tal injusticia. La relación con mis padres cayó a su punto más bajo. Dejé de visitarlos durante las vacaciones y comencé a evitar a mis hermanos.

Durante 20 años, mi vida fue dura, sin mi marido y sin recibir ningún apoyo por parte de mis padres o hermanos.

Después de obtener Falun Dafa, su libro principal, Zhuan Falun me brindó una dirección. Aprendí los principios de "Verdad-Benevolencia-Tolerancia", las características supremas del universo.

Entendí que existen relaciones predestinadas que atan a las personas. Mis padres me trataron mal porque yo los había tratado mal en una vida anterior.

Entendí que uno tiene que pagar el yeli (karma) que uno creó, y yo estaba pagando el karma que creé en esta y otras vidas anteriores.

Falun Dafa eliminó el resentimiento de mi corazón. Comencé a visitar a mis padres y a hacerles regalos, en días festivos importantes, y empecé a llevarme mejor con mis hermanas y mi hermano. Con el paso del tiempo, nuestra relación mejoró y se fortaleció.

Les conté que Falun Dafa me había cambiado y me había devuelto mi tierno corazón. Les dije que el Maestro Li nos enseñó a ser bondadosos con los demás, y sobre todo con nuestros propios familiares.

Presenciaron los cambios en mí con sus propios ojos. Esto desintegró la venenosa propaganda que el partido comunista difunde sobre Falun Dafa, por lo que comenzaron a respetarlo.

Mis hermanos no pudieron admitir, que mi padre se volviera a casar después de que mi madre falleciera. Mi hermano menor fue el que más se opuso al matrimonio y dejó de visitarlo.

Cuando fui de visita, encontré a mi padre muy triste. No pudo contener las lágrimas al decirme que los demás no parecían hijos suyos. Le dije: "Papá, estoy aquí porque Falun Dafa me transformó en una persona mejor".

Mi padre se conmovió profundamente. Le dio las gracias a Falun Dafa y al Maestro Li. También renunció al partido comunista chino y sus organizaciones afiliadas. Mis otros familiares también hicieron lo mismo.

Siendo compasiva con mi hijo

Mi exmarido se quedó con la tutela de nuestro hijo, de 13 años, cuando nos divorciamos, pero no lo cuidó. Presenté una demanda para obtener su custodia dos años después.

A partir de ese momento, me hice cargo de nuestro hijo. Lo apoyé cuando se casó y cuando compró su primera vivienda. Después de que naciera su primogénito, compraron un piso más grande. Le entregué todos mis ahorros, 10.000 yuanes (~ US $ 1500), para que hicieran el pago inicial. Yo todavía vivo en un departamento alquilado.

Aunque había hecho mucho por él, nunca me mostró aprecio. Durante un período de tiempo, no me llamó ni me visitó.

Sin embargo, dado que ya era una practicante de Falun Dafa en aquel entonces, no dejaba que me molestara y los visitaba con frecuencia. Si veía que se habían quedado sin algo, ya fuera harina, arroz, aceite de cocina o vegetales, se lo compraba.

Me considero una practicante, así que los trato con compasión. Mi hijo y mi nuera se mudaron, y me invitaron a pasar el día de Año Nuevo. Me compraron un regalo en mi cumpleaños.

Conclusión

Después de 10 años en el camino de la cultivación, me he convertido en una mejor persona. Me siento más joven y con más energía que hace 10 años. Falun Dafa me concedió una nueva vida.