(Minghui.org) Una mujer mayor, encarcelada durante 9,5 años por su creencia, se enteró de que le quitaron su pensión debido a los cargos inventados en su contra y los crímenes que nunca cometió.

Hizo un llamamiento a diferentes agencias gubernamentales para decirles por qué la persecución a Falun Gong era errónea. Cuatro meses después, su exempleador le dijo que las autoridades querían resolver el problema y que su pensión había sido restablecida.

La Sra. Zhao Yulan de 77 años, de la ciudad de Fushun, se había retirado de la oficina de minas. En 2003, estuvo presa durante 5 años y en 2012, durante 4,5 años debido a su fe en Falun Gong, una práctica de cultivación de mente y cuerpo que ha sido perseguida durante los últimos 19 años. Su hijo vendió su casa y murió mientras ella estaba encarcelada, dejándola sola cuando fue liberada en septiembre de 2016.

En noviembre de 2017, la Sra. Zhao recibió una llamada de la oficina de minas, diciéndole que su pensión sería suspendida por 4,5 años debido a la prisión que cumplió.

Las reglas del fondo de seguridad social estipulan que uno no puede recibir una pensión mientras esté encarcelado. Ella le dijo a su empleador que aclararle a la gente sobre la persecución de su creencia era su derecho a la libertad de expresión y que la sentencia de prisión era una violación de sus derechos, y que su pensión no debería ser suspendida debido a su fe.

La Sra. Zhao emprendió una misión para informar a las oficinas gubernamentales pertinentes sobre la persecución y por qué era inconstitucional suspender su pensión en base a la sentencia que no debería haber ocurrido en primer lugar. Envió muchas cartas de apelación. El 6 de marzo de 2018, un oficial de la oficina de minas la contactó y le pidió que dejara de enviarlas, que sus superiores le habían ordenado que resolviera su problema y que comenzara a pagar su pensión mensual de 1.600 yuanes.


Carta de la Sra. Zhao

Mi nombre es Zhao Yulan y nací en la provincia de Shandong en 1941. Me retiré del buró minero de la ciudad de Fushun. Debido a mi creencia en Falun Gong, los jueces de la corte del distrito de Dongzhou me sentenciaron el 27 de junio de 2003 a 5 años de prisión. Mi familia nunca fue notificada del juicio ni de mi sentencia y no se me permitió hablar por mi cuenta en ningún momento. El juicio fue una farsa.

Una vez más, el 26 de julio de 2016, los jueces del tribunal de distrito de Dongzhou me sentenciaron a 4,5 años sin notificar a mi familia.

Durante los 9,5 años que fui encarcelada mi hijo vivía solo. Le dolía cada vez que me visitaba en la prisión y veía cuán demacrada estaba por la tortura. Sus problemas de riñón empeoraron y se vio obligado a vender nuestra casa para pagar su tratamiento. Finalmente murió, en junio de 2016, a la edad de 47 años.

Cuando me liberaron de la prisión para mujeres de la provincia de Liaoning el 25 de septiembre de 2016, estaba sola, sin un hogar al que regresar. En noviembre de 2017, un funcionario de jubilación de la oficina de minas me llamó y me dijo que, de acuerdo con las reglas del fondo de seguridad social, “las pensiones de los jubilados deberían suspenderse durante su encarcelamiento”. Porque la oficina me había pagado la pensión mientras estuve encarcelada, iban a suspenderlo durante los próximos 4,5 años y luego volver a pagarla.

Fui a la oficina y le dije al superior por qué practicaba Falun Gong. La mayoría de mis compañeros de trabajo sabían que solía tener vértigo severo, traqueítis, artritis y hemorroides. Me sentía miserable y pensé que estaría mejor muerta que viva.

Un compañero de trabajo me dio una copia de Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Gong, en 1997 y me dijo que aclararía todas mis dudas. Más tarde me hice practicante y gradualmente, todas mis enfermedades desaparecieron.

Siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, me volví virtuosa, considerada y desinteresada. No cometí ningún delito al hacer eso y las sentencias impuestas sobre mí fueron simplemente el resultado de la persecución.

El artículo 36 de la constitución dice que “los ciudadanos de China disfrutan de la libertad de creencia religiosa. Ningún órgano estatal, grupo social o individuo puede obligar a los ciudadanos a creer o no en ninguna religión; ni pueden discriminar a ciudadanos que tienen o no creen en ninguna religión”.

Por lo tanto, es el derecho de todo ciudadano creer o no creer en cualquier cosa que elija. Las leyes castigan los actos delictivos: los pensamientos por sí solos no constituyen delito. La fe está en nuestros pensamientos y uno no debe ser injustamente tratado por tener fe o promoverla. Eso irá en contra de nuestros derechos constitucionales de creencia y libertad de expresión.

Practicar Falun Gong y contarle a la gente lo que sucedió en la persecución son mis derechos legales como ciudadana. No violé ninguna ley, así que, con base en una acusación falsa deliberada, mi sentencia fue ilegal. Mi pensión no debería tener nada que ver con mi fe.

Ya no soy dueña de una casa y soy demasiado vieja para trabajar a la edad de 76 años. La suspensión de mi pensión sería para mí una sentencia de muerte. Por favor, hágale saber a su superior acerca de mi situación.

La pensión de la seguridad social proviene del fondo de jubilación de empleados. El fondo de retiro proviene de la plusvalía creada por los empleados cuando trabajan para la empresa.

Nuestro país tiene una política de asignación de salarios bajos, lo que significa que el valor de la mano de obra de los empleados se destina principalmente al gobierno en forma de impuestos. El gobierno, a su vez, se ocupa de las pensiones, la atención médica, la vivienda y otras necesidades de bienestar de los empleados una vez que se jubilan.

Como ese bienestar para los empleados proviene de la plusvalía que crean mientras trabajan, son las recompensas del trabajo de los empleados y no de la caridad del gobierno o la empresa.

Los trabajadores son los acreedores y las empresas los deudores. Mientras los jubilados todavía estén vivos, la compañía debe pagar sus pensiones. Este es un contrato financiero, un contrato de deuda, no una relación administrativa y definitivamente no es una limosna.

Después de las reformas económicas, los fondos de jubilación se convirtieron en pensiones de seguridad social. El país pasó la deuda que la compañía le debía al empleado al fondo de seguridad social. En consecuencia, los jubilados son los acreedores y el fondo de seguridad social es el deudor. El fondo de seguridad social no puede por sí solo decidir suspender la pensión del jubilado mientras esté encarcelado. Eso es ilegal y el deudor está violando el derecho del acreedor a su pensión. El contrato financiero entre el jubilado y el fondo de seguridad social aún se mantiene incluso si el jubilado está en prisión. Quienes están a cargo del fondo de seguridad social no tienen derecho a suspender mi pensión.

La seguridad social está financiada por 3 entidades: el gobierno, las empresas y los empleados. El gobierno presupuesta el dinero al fondo de los impuestos pagados por las compañías, que es parte del valor de la mano de obra de los empleados antes de que se jubilen. Eso significa que es una remuneración por el trabajo de los jubilados. Los pagos de la compañía son las primas pagadas al fondo de seguridad social para asegurar la jubilación de los empleados. La prima proviene del trabajo que los empleados hacen para la empresa. Los pagos de los empleados son las primas pagadas para asegurar la pensión después de que los empleados se jubilan.

La relación entre el fondo de seguridad social y los jubilados es como una compañía de seguros y sus asegurados o un deudor y sus acreedores. Siendo un deudor, el fondo de seguridad social no puede decidir arbitrariamente las circunstancias bajo las cuales se suspenden las pensiones.

El artículo 44 de la constitución dice: “El estado aplica el sistema de jubilación para los trabajadores y el personal de las empresas e instituciones y para los funcionarios de los órganos del estado de conformidad con la ley. El estado y la sociedad garantizan el sustento del personal reintegrado”.

El artículo 2 del capítulo 1 de la ley de seguridad social de China establece: “El estado establecerá un sistema de seguro social consistente en un seguro básico de vejez, seguro médico básico, seguro contra lesiones laborales, seguro de desempleo y seguro de maternidad para garantizar los derechos de los ciudadanos a recibir asistencia material del estado y la sociedad de acuerdo con la ley sobre la vejez, la enfermedad, las lesiones laborales, el desempleo y la maternidad”.

El artículo 20 del capítulo 3 de la ley de protección de los derechos e intereses de los ancianos dice: “El estado establece un sistema de seguro de vejez para garantizar las necesidades básicas en la vida de las personas mayores”.

Poder disfrutar de la jubilación es nuestro derecho constitucional y la conclusión lógica de la premisa “para cada uno según su contribución”. No puede ser quitada por ningún individuo u organización. El fondo de seguridad social que suspende mi pensión viola la constitución, la ley del seguro social y la ley de protección de los derechos e intereses de los ancianos. Es una privación de mi derecho a beneficiarse de mi contribución a la fuerza de trabajo.

El artículo 5, inciso 3 de la constitución dice: “Ninguna ley o reglamentación administrativa o local puede contravenir la constitución”. Cualquier ley que contradiga la constitución es ilegal y debe anularse. La norma del fondo de seguridad social de suspender la pensión de una persona durante su encarcelamiento contradice el artículo 44 de la constitución y por lo tanto, debe ser abolida.

Zhao Yulan

15 de diciembre de 2017

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