(Minghui.org) El hogar es donde uno se siente más seguro de las tribulaciones del mundo, rodeado de los seres queridos. Pero este no fue el caso del practicante de Falun Gong (o Falun Dafa) Liu Xianyong, un residente de 38 años del condado de Faku.

¿Por qué este hombre gravemente herido tuvo que abandonar su hogar y dejar atrás a su madre de casi 80 años? Aquí está su historia.

El arresto

El 12 de noviembre de 2017, el Sr. Liu y otros tres practicantes de Falun Gong fueron arrestados por oficiales de la comisaría de policía de Sijiazi. Al Sr. Liu fue esposado, encadenado y brutalmente golpeado en la comisaría de policía cuando se negó a que le tomaran las huellas digitales y le sacaran sangre. (Se ha informado que se toman muestras de sangre de los practicantes para construir una base de datos para el comercio ilegal de órganos autorizada por el estado).

Los cuatro practicantes fueron llevados al centro de detención nº 1 de Shenyang. El Sr. Liu se declaró en huelga de hambre durante 18 días para protestar por los malos tratos que recibió. Como consecuencia enfermó gravemente, pero nunca recibió atención médica. El centro de detención no quiso retenerlo.

El día de su arresto, los agentes de la comisaría de policía de Tuanjie del condado de Faku saquearon su casa y se llevaron su ordenador, dinero y otros objetos personales. En ese momento ninguno de sus familiares estaba presente. La policía se negó a proporcionar una lista detallada de los artículos que habían confiscado.

El abogado de la familia intentó presentar una denuncia penal contra el departamento de policía del condado de Faku ante las autoridades competentes, pero no fue aceptada.

Arresto domiciliario

Varios oficiales del departamento de policía del condado de Faku fueron asignados a la casa del Sr. Liu cuando fue liberado del centro de detención el 19 de enero. Instalaron grabadoras de video para monitorearlo las veinticuatro horas del día.

Fue obligado a permanecer bajo arresto domiciliario. No se le permitió salir de su casa y no se permitieron visitantes a excepción de su familia inmediata. El 22 de enero, una pareja de ancianos, ambos en sus ochenta y tantos años, intentaron visitar al Sr. Liu. Fueron expulsados, y el anciano fue pateado.

Escapar de casa para evitar el juicio

Cuando estuvo preso en el centro de detención, nunca fue atendido por sus lesiones, y su caso fue entregado a la corte del condado de Faku. La audiencia se fijó para el 30 de enero.

Debido a que ya no pudo soportar más la angustia física y mental, escapó de su casa el 28 de enero para evitar el juicio. Su madre y sus familiares se quedaron atrás, temerosos y preocupados.

Tortura previa

Una vez que el Sr. Liu comenzó a practicar Falun Gong en julio de 1997, se vio completamente recuperado de su hernia de disco lumbar que lo había atormentado durante años. Abandonó todos sus malos hábitos, incluyendo el juego y la bebida. Se convirtió en una persona nueva, tranquila y considerada.

Después de que comenzara la persecución contra Falun Gong en julio de 1999, fue detenido ilegalmente en centros de detención, centros de lavado de cerebro y un campo de trabajo forzado por un total de cuatro años. Ha soportado descargas eléctricas, palizas, hambruna y abuso verbal.

En diciembre de 2002, varios criminales  que estaban presos instigados por el campo de trabajo, lo forzaron a sentarse en una postura de meditación y ataron sus piernas en esta posición durante casi dos horas (como se muestra en la ilustración). Luego le pisaron las piernas para causarle más dolor.

Sus manos estaban atadas por detrás de su espalda y a la baranda de la cama. Estaba amordazado con una tela sucia que estaba sellada con cinta adhesiva para evitar que gritara por el dolor.

Representación de la tortura: Atado.

En otra ocasión, cuando se descubrió que había revelado información sobre el maltrato al que era sometido, los reclusos le pisaron el abdomen, después le patearon las costillas y a continuación lo pisaron con zapatos hasta que su boca sangró. Solo se le permitía dormir dos horas por noche.

En el invierno de 2002, junto con otro practicante realizaron huelgas de hambre para protestar contra la persecución. Fueron llevados por separado a celdas de aislamiento y sometidos a alimentación forzada con agua salada. A partir de entonces el Sr. Liu tosió durante muchos días.

Representación de la tortura: alimentación forzada con agua salada.

Tragedia familiar

Cuando el Sr. Liu se manifestó en Beijing contra la persecución de la que es objeto Falun Gong, las autoridades continuaron ejerciendo presión sobre toda su familia.

A su cuñada le confiscaron 4.415 yuanes de la venta del grano. Su hijo de 4 años fue secuestrado ilegalmente, teniendo que pagar una fianza para rescatarlo.

Sus padres estaban petrificados al ver a tres milicianos que esperaban junto a su puerta. Como consecuencia de la impresión, su padre sufrió una hemorragia cerebral masiva. Estuvo paralizado y postrado en cama durante diez años hasta que falleció en 2010.